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Nos recibía el Victoria Eugenia con todas las butacas de nuevo colocadas en su sitio, a diferencia de los otros espectáculos previos en que la ... mitad de ellas se habían desatornillado para mantener la individualidad de cada asiento. Ahora las distancias y el aforo siguen siendo los legales, la mitad de las butacas están inutilizadas con cinta, pero así es posible acomodar a los que van en familiar compañía. Y la sensación es más cálida y acogedora. En el primer concierto de pago de esta edición en que todo parece igual pero diferente el Victoria Eugenia daba apariencia de lleno en casi todas las 450 butacas disponibles, a pesar de ser un concierto matinal. Y los calurosos aplausos del público se encargaron de que la sonoridad del agradecimiento fuera de aforo completo: había hambre de directo y ganas de apoyar el esfuerzo del Jazzaldia.
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Perico Sambeat salió con la misma sensación de entusiasmo y celebración: «Estamos felicísimos de estar de nuevo en el festival de San Sebastián, la primera vez que estuve aquí fue en 1984». Explicó que era su primera actuación después del confinamiento, por lo tanto un maná en estos tiempos.
Sambeat y su quinteto rinden homenaje a Charlie Parker en el centenario del nacimiento de uno de los músicos que más revolucionaron el jazz. Y lo hacen reproduciendo un disco que no solo fue una de las grabaciones más importantes del saxofonista, sino una reunión de músicos excepcional, y la piedra angular del be-bop: Dizzy Gillespie, Charles Mingus, Bud Powell y Max Roach, lo mejor de lo mejor. Un disco grabado en el Massey Hall de Toronto en 1953 y firmado como The Quintet.
Sambeat manifestó que se sentía rodeado igualmente de «insignes músicos», antes de acometer la interpretación del disco «tal como es, porque estamos acostumbrados a escucharlo de arriba abajo». Había que empezar por tanto con la encantadora 'Perdido', reflejo de los elementos latinos que incorporó sobre todo Gillespie.
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Pero no hubo afán de imitación. A partir de ahí, libertad de movimientos. Y disfrute de los solos personales y la interacción principalmente entre saxo, trompeta y piano que, alternativamente o en formato conversacional, fluyó gozosamente.
En términos generales hubo menos furia y velocidad en Sambeat y su quinteto que en el original, en favor de la sensibilidad, la capacidad de comunicación entre los músicos y la intuición de ir haciendo crecer los solos en intensidad, sobre todo en el caso del trompetista Voro García, y en las muy destacadas intervenciones del pianista Albert Sanz, punteadas de alusiones orientales o volcando mucho gusto en la posibilidad de jugar con las dos manos al unísono, o desligarlas.
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En 'Salt Peanuts' renunciaron al humorístico coro de Gillespie y bordaron un clásico tan manoseado como 'A Night in Tunisia'. Y en el bis sumaron un tema que no estaba en el disco pero sí en sus reediciones extendidas, un precioso 'Embraceable You' cargado de significados en este comienzo de Jazzaldia sin abrazos físicos, pero con muchos sonoros.
Jazz at Massey Hall: Charlie Parker Tribute
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Intérpretes: Perico Sambeat (saxo alto), Voro García (trompeta), Albert Sanz (piano), Toño de Miguel (contrabajo), Stephen Keogh (batería).
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Lugar: teatro Victoria Eugenia. personas.
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Asistencia: unas 400
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