¿Has estado alguna vez bajo trece toneladas de hormigón?
La escultura 'Lugar de Encuentros IV' luce ya su imponente presencia en la campa de Chillida-Leku, en donde permanecerá hasta finales de 2024
La escultura 'Lugar de Encuentros IV' ya 'flota en las campas de Zabalaga. Hablamos de trece toneladas y media de hormigón que Eduardo Chillida creó ... en 1973, donó al Bellas Artes de Bilbao en 1982 y permanecerá en el museo hernaniarra al menos hasta finales de 2024, cuando está previsto que finalicen las obras en el museo de la capital vizcaína. ¿Se ha colocado usted alguna vez debajo de trece toneladas de alguna materia suspendida en el aire? Si la respuesta es no, sepa que lo podrá hacer en cuanto crezca la hierba en el enclave de la campa sobre la que se encuentra la obra.
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La presentación de 'Lugar de Encuentros IV' ha tenido lugar este jueves, una vez que la escultura llegó el pasado martes a Chillida-Leku procedente en el almacén en el que ha permanecido durante veinte días, desde su desmontaje en la entrada del Bellas Artes bilbaíno. Ha querido el destino, como apuntó alguien, que la estancia de la gran obra en el museo de Hernani vaya a coincidir con la celebración del centenario del nacimiento de Chillida, que se cumple el próximo 10 de enero y cuya celebración se prolongará durante todo 2024.
Sea como sea, 'Lugar de Encuentros IV' se ha convertido ya en la primera escultura en hormigón que se expone en Chillida-Leku y la primera obra suspendida en el aire. Y eso que ya hubo amagos anteriores: Luis Chillida relató cómo antes de la apertura del museo, cuando Eduardo Chillida y Pilar Belzunce aún imaginaban cómo sería el futuro centro, se colgó, de una manera un tanto precaria, una escultura que un buen día amaneció «clavada en la tierra, como si fuera una bala de cañón».
Esta vez no hay peligro de que la pieza caiga. Suspendida sobre una gran estructura metálica levantada sobre cinco patas, la obra luce majestuosa. A veces, las trece toneladas hasta se balancean levemente por efecto del viento a unos centímetros del suelo que hacen que «lo pesado parezca liviano». La operación de desmontaje, traslado e instalación es el resultado del trabajo conjunto de empresas e instituciones, un ejemplo de colaboración público-privada.
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Ahí han estado para presentar la obra los miembros de la familia Chillida, el consejero de Cultura y Políticas Lingüísticas, Bingen Zupiria –en su calidad de presidente del Patronato del Bellas Artes–, la diputada foral de Cultura, María José Tellería, y la directora de Chillida-Leku, Mireia Massagué, así como el director de Loire Gestamp, César Garbalena, y el director de estrategia, mercado y tecnología de Tecnalia, Agustín J. Saenz.
Además de representantes de Tabakalera, del Museo Oteiza y de otras instituciones culturales, también se ha acercado a Zabalaga el director del Bellas Artes, Miguel Zugaza, además de trabajadores de las empresas implicadas.
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Zupiria ha recordado que 'Lugar de Encuentros IV' –y Zugaza dice «es la mejor obra de la colección del centro»––, ha sido «el emblema que recibía al visitante del Museo de Bellas Artes de Bilbao y volverá a ocupar un lugar central» tras la remodelación. «Poner nuestras instituciones al servicio del centenario de Chillida refuerza nuestro sistema cultural», ha indicado el consejero, que ha recalcado la importancia del 'auzolana' que instituciones, empresas, técnicos y familia del artista han tejido para este traslado. De hecho, ha adelantado sin concretar que el centenario del escultor estará presente el año que viene en las programaciones de instituciones como Artium, Tabakalera o la Euskadiko Orkestra.
También Tellería, cuyo departamento ha colaborado con Chillida-Leku en este proyecto, ha recordado que «no es la primera vez» que lo hace y ha celebrado «la oportunidad» que las obras en el Bellas Artes brindan para disfrutar de esta obra en Gipuzkoa durante unos meses.
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Mireia Massagué ha recordado que la obra forma parte de una serie de siete esculturas en hormigón que Eduardo Chillida realizó en colaboración con el ingeniero José Antonio Fernández Ordóñez en la década de los setenta. Madrid, Toledo o Palma de Mallorca acogen obras de esta serie. «Esta propuesta ha representado un reto para todo el equipo del museo. A través del proyecto queremos recordar cómo Eduardo Chillida trabaja en conexión con el mundo industrial, ha sido un camino de aprendizaje donde la técnica y el saber de la ingeniería se han vuelto a poner al servicio del arte para tocar sensibilidades», ha dicho la directora de Chillida-Leku. «Es un proyecto que incluye ambos mundos y que esperamos que tenga muy buena acogida por parte del público».
El director de Loire Gestamp, César Garbalena, ha citado al escritor mexicano Álvaro Enrigue para recordar que «'las palabras son importantes porque además de señalar, invocan' y eso es lo que hacía Chillida: invocaba». Garbalena ha destacado también la colaboración que ha implicado la operación, mientras que Agustín J. Saenz, de Tecnalia, resumía la operación en cuatro palabras: «Valentía, generosidad, identidad y encuentro».
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