Errebeldeak Fest reúne deporte y rock inclusivos hoy en Hernani

Dos de sus grandes pasiones se traducen en Errebeldeak Fest Kirol Rock Inklusiboa, la «fiesta de la inclusión» que regresa hoy por segundo año consecutivo a Hernani con toda una jornada de partidos de fútbol, pala y baloncesto adaptado, además de conciertos a cargo de personas con discapacidad. «Montar un festival es algo mucho más grande, ahora uno ya se puede morir tranquilo», bromea Casas.

La fiesta arranca hoy a las 10 horas en el polideportivo de Hernani con más de tres horas de campeonato de baloncesto adaptado, en modalidad 3x3, y tanto en silla de ruedas como a pie (personas con discapacidad intelectual).

Los amantes de la pala se darán cita en el Frontón de Los Tilos, de 12 a 14.30 horas (modalidad en silla de ruedas) y de 16.30 a 19 horas (personas con discapacidad intelectual), para disfrutar del I Trofeo Errebeldeak de pala adaptada en inclusión. Y en el mismo horario de tarde, se celebrará en el polideportivo el derbi vasco de fútbol adaptado entre los equipos Genuine de la Real Sociedad y el Athletic de Bilbao.

Y si por el día el protagonista será el deporte, a la caída de la tarde se elevarán las manos cornutas del rock and roll. Bautizado como Errebeldeak Blind Rock Festival, esta segunda edición contará con tres propuestas que arrancarán a las 20.30 horas con Motxila 21. Los navarros son puro rock con un cromosoma de más que tras 17 años se han convertido en «referentes». Quince músicos con Síndrome de Down, acompañados de un voluminoso equipo entre los que han formado parte miembros de Marea y Barricada. «Hacen diez conciertos al año pero podría hacer setenta», dice Ibon Casas, «por eso es un lujo tenerlos».

A continuación actuarán La Bona Dea, grupo irundarra de rock clásico plagado de ritmo y letras reivindicativas, que a partir de las 23.30 horas darán paso al heavy metal en euskera de El Quinto Contenedor.

Desde la organización hacen hincapié en que este es un festival dirigido a «cualquier persona y a cualquier persona con cualquier tipo de discapacidad», que pretende caminar hacia un mundo más accesible. «No ganamos pasta, el premio es que venga la gente y siga creciendo», admite Casas.

Para él han sido doce años impulsando el reconocimiento de las personas con discapacidad, ahora bien «hay que dar visibilidad desde el divertimento, no desde la pena». Pero han sido aún más años conviviendo con la suya propia. «De pequeño mi ama me decía 'lo de que ves mal ya te lo sabes, así que ahora dime qué es lo que puedes hacer'. Me enseñó que valen más los hechos que las palabras», asegura. Y de ahí nace una iniciativa que cuenta con el apoyo de la Diputación Foral de Gipuzkoa y la Federación Guipuzcoana de Deporte Adaptado.