Toros

Emilio de Justo y Sebastián Castella, por la puerta grande en San Isidro

En esta primera parte de la feria se han lidiado fundamentalmente encierros del encaste Domecq, en sus diferentes variantes, una corrida y una novillada de Santa Coloma: 'La Quinta' el día 10 y 'Los Maños' el día 17, los Núñez de 'Alcurrucén', los Albaserrada de Escolar, los 'Atanasios' del 'Puerto' y lógicamente los 'Murubes' de rejones.

Las dos novilladas, aun de diferentes encastes estuvieron muy bien presentadas; en cuanto al juego complicados los de 'los Maños' del día 17 y desiguales los de 'Montealto' del día 23. Los 'Murubes' de rejones bien presentados y de juego variado. En cuanto a las corridas hay que partir de una premisa importante. La exigencia del trapío en Madrid condiciona en gran medida el juego. Al menos las corridas salen con el peso adecuado a su conformación. Pero el ganadero va a seleccionar más por la 'cara' del toro y que tenga 'plaza', que por sus orígenes familiares que marcan su nobleza o su bravura.

Eso lleva a que, analizando el comportamiento de casi todas las corridas, excepto en todo caso de las llamadas 'duras', nos encontramos con un comportamiento desigual que no suele ser habitual. Se ha dado la vuelta al ruedo a dos toros.

Al corrido en quinto lugar de 'Garcigrande' el día 11 y al tercero de 'José Escolar' tres días mas tarde. Tengo anotado en mi libreta con respecto a 'Garcigrande' en orden de lidia: bajo de casta, codicioso, noble, manso de libro, vuelta al ruedo y noble. Del encierro de José Escolar: descastado, exigente, vuelta al ruedo, manso parado, descastado y noble. En ambos casos un abanico fundamentado en el mínimo de trapío que pide las Ventas. Y así en la mayor parte de las corridas. Por completar un poco más: deslucida la corrida de 'La Quinta', decepcionantes los 'Montalvos', 'Alcurrucén' y 'Jandilla', interesante 'El Parralejo'; Del resto, no ha habido una corrida completa que haya podido llamar la atención; toros sueltos: bravos, nobles, repetidores, colaboradores, los ha habido en buena medida.

No voy a comenzar, por una vez, hablando de matadores sino de la cuadrilla de Miguel Ángel Perera: Javier Ämbel lidiando, Curro Javier y Vicente Herrera con los rehiletes, que en la corrida del día 26 se tuvieron que desmonterar tras uno de los mejores segundos tercios que yo haya podido ver en muchos años.

Dos veces , tres con la del rejoneador Diego Ventura, se ha abierto la Puerta Grande hasta hora. Dos faenas de dos orejas totalmente diferentes. Emilio de Justo ante un gran toro de 'Garcigrande' toreando poderoso sobre todo por bajo y al natural, luchando contra el viento y contra el recuerdo de su ultima aciaga tarde en ese ruedo el pasado año y la 'resurrección' de Sebastián Castella ante el único toro aprovechable de 'Jandilla' volviendo al toreo de sus inicios, con estatuarios ceñidos, naturales largos y poderosos, redondos interminables y una valentía casi imposible.

Una oreja cortó Tomás Rufo, al igual que Gómez del Pilar, Leo Valadez y Román. Sin cortar orejas pero con un espacio reconocido: Daniel Luque, sin duda uno de los toreros más importantes de los próximos años; Ginés Marín, a un paso de ser figura, y apunten el nombre de Francisco José Espada, merece que las empresas empiecen a darle sitio en los carteles. También los de los novilleros Jorge Martínez, y Christian Parejo: son el futuro, ¡Ah! No olvidarnos de 'El Juli' y Morante de la Puebla.