La danza guipuzcoana reivindica su cantera

Avalado por sus triunfos en el Youth American Grand Prix celebrado en Verona y en el Premio Roseta Mauri de Reus, Mikel Arana Arzak (Hondarribia, 2006) supuso la gran revelación de la gala. Actualmente finalizando su formación en el Conservatorio Internacional Annarella Sánchez en Portugal, el hondarribitarra bordó su variación del ballet romántico 'La Sylphide', una síntesis de saltos y baterías del complicado estilo Bournonville, y encandiló con 'Faint', pieza neoclásica con matices contemporáneos. Apunten su nombre porque hay madera de bailarín.

En un momento diferente en su carrera profesional, Jon Vallejo (Donostia, 1985) hace tiempo que dejó atrás el Premio Revelación de Gipuzkoa 2010 para alegrar a la afición con sus sólidas interpretaciones y sus numerosos reconocimientos. En su sexta participación en la gala, el primer bailarín del Dresden Semperoper Ballett se ganó al público con el solo 'Come Again', una coreografía de Goyo Montero que se ha convertido en su pieza-fetiche desde su primera interpretación en 2006. Con los años, el solo ha evolucionado con él, desde la explosiva energía de la juventud hasta la radiante sabiduría a la hora de administrar la energía en la cima de su carrera profesional, tal y como demostró en el cierre de esta edición de la gala.

Además de coordinar todo el programa, Hodei Iriarte presentó la pieza 'Garaipenak ez da inboluziorik gabe', interesantísimo dueto sobre la corrección política, en el cual asume las labores de coreografía, composición de un fragmento de la banda sonora, y danza junto a Lara Zapirain, intérprete con acondroplasia. Premio Revelación de Gipuzkoa 2016, el zarauztarra mostró su buen momento en la cuarta participación en la gala.

Fieles a este espectáculo son las compañías francesas el Malandain Ballet Biarritz (MBB) y la Cie Illicite Bayonne. Thierry Malandain seleccionó un bello dúo de 'Nocturnes', interpretado con exquisitez por Julie Bruneau y Alejandro Sánchez Bretones sobre la partitura de Chopin. Desde hace casi una década, el antiguo bailarín del MBB Fábio Lopez lidera su propia compañía asentada en la capital labortana. Fue un lujo poder contar con un avance de su próximo espectáculo sobre 'El lago de los cisnes', del que ofreció el paso a dos del 'Cisne Blanco', titulado 'Swan Lake Pas-de-Deux', e interpretado con pulcritud por Alessandra De Maria y David Claisse.

Desde Madrid vinieron la compañía Elephant In The Black Box y los pupilos de José Antonio Checa. Las componentes de EBB -Sàmanja Andre Flos y Femmie Packbier- gustaron en 'Artika', un ágil dúo contemporáneo. Respecto al JAC Ballet, Xenia Barber como Frigia y Marc Riera como Espartaco dejaron boquiabierto al público en el complejo paso a dos del ballet soviético 'Espartaco'.

Menos deslumbrante fue la participación de Chihiro Tamai y de Manuel Sánchez Izquierdo, presentados bajo la denominación de Gran Kiev Ballet, compañía de Oleksandr Stoianov especializada en giras de clásicos del ballet. Si bien el paso a dos de 'Don Quijote' es una apuesta segura para una gala, la ejecución de la artista nipona y de su partenaire no alcanzó la excelencia.

Con un título tan reivindicativo como su trabajo a lo largo de tres décadas -'La danza de las personas con discapacidad también es cultura'-, Verdini Dantza Taldea firmó su octava participación en la gala, un homenaje de APDG a Isabel Verdini, quien fuera su vicepresidenta entre 2002 y 2004, y actual Tambor de Oro de la capital guipuzcoana. Para la ocasión, escogieron un fragmento de su participación en el concurso 'Got Talent', que les supuso el voto unánime del jurado y anoche en el Victoria Eugenia, el aplauso del numeroso público asistente a los dos pases de la gala.

La sesión vespertina acogió como epílogo la entrega de los XXI Premios de la Danza, que recayeron en Igor Calonge (Donostia, 1974) en la modalidad de Trayectoria Artística y Oihana Vesga (Donostia, 1991) en la categoría de Dedicación a la Danza. Ambos coreógrafos e intérpretes asentados en Gipuzkoa participaron en el espectáculo previo. Mientras Calonge abrió la gala con el solo 'Reset' sobre la búsqueda incansable del estado propio, Vesga bailó una pieza de cosecha propia sobre las variaciones Goldberg, interpretadas por Andrea Berbois al violín.