Rey de Navarra por un día
ceremonia ·
La comunidad foral corona todos los años a un niño durante el día de Reyes. Un libro recupera una tradición que se remonta a la Edad MediaSe llama la Fiesta del Rey de la Faba y es una ceremonia que se remonta a la época medieval y que ... consiste en la coronación de un niño como rey de Navarra siguiendo un protocolo que data de 1390. Inicialmente se hacía en la catedral de Pamplona, aunque en 1964 adoptó carácter itinerante y pasó a realizarse en diferentes localidades de la comunidad foral. Un libro de la editorial guipuzcoana Xibarit ha rescatado una tradición que ha adquirido una inusitada pujanza en los últimos tiempos a pesar de que este año ha tenido que ser suspendida por la pandemia.
Un rosco, un haba escondida en su interior y un premio. La tradición del día de Reyes hunde sus raíces en la Edad Media, cuando algunos reinos solían organizar una fiesta entre los niños menos favorecidos. «Era una costumbre de algunas cortes europeas que consistía en invitar a los niños a comer un rosco que tenía escondida un haba durante la fiesta de Epifanía. Al que le tocaba le correspondía en recompensa ser coronado rey durante un día», explica Fernando Hualde, escritor y etnógrafo navarro que es el responsable de los textos de 'Fabaren Erregea. Rey de la Faba', el libro que acaba de editar Xibarit.
Cuenta Hualde que fue la dinastía de los Teobaldos de la casa de Champaña la que introdujo la costumbre en la corte navarra en el siglo XIII. «La tradición tuvo éxito y se mantuvo en Pamplona durante cientos de años con sus altibajos hasta que, como en el resto de las cortes europeas, se terminó perdiendo», acota. Hace un siglo el escritor y folclorista Ignacio Baleztena, autor de la conocida canción 'Uno de enero, dos de febrero...', tuvo la idea de rescatar la ceremonia y diseñó una fiesta que estaba inspirada en el protocolo que se siguió durante la coronación del rey Carlos III en la catedral de Pamplona en 1390. «La fiesta –añade Hualde– se sustentaba en dos hitos de la historia de Navarra: el de la elección del Rey de la Faba entre los niños pobres y el ritual de coronación de los reyes de Navarra, marcado por la condición foral del viejo reino».
La iniciativa de Baleztena se celebró los primeros años en la catedral de Pamplona aunque a medida que fue adquiriendo arraigo se trasladó a otras localidades. «Hasta 1963 se hizo en la catedral, delante del sepulcro de Carlos III, y partir de entonces se empezó a celebrar en diferentes localidades navarras». La organización de la fiesta corre a caro de la peña Muthiko Alaiak, también fundada por Baleztena, aunque en los últimos años se han sumado a ella asociaciones que trabajan en la recuperación de tradiciones medievales relacionadas con las vestimentas o las armas. «Es una ceremonia muy vistosa en la que participan figurantes que asumen el papel de reyes, príncipes, nobles, infanzones, obispos, soldados, escribanos, bufones... En la coronación toman parte unos 150 figurantes, además del público, es una fiesta muy vistosa», dice Hualde, que es el encargado de desempeñar el papel de maestro de ceremonias.
Recreación
La última coronación del Rey de la Faba tuvo lugar el día de Reyes de 2020. Se hizo en la catedral de Pamplona para conmemorar los 100 años de la recuperación de la fiesta y el protagonista fue el niño Aimar Irisarri Cía. Pocas semanas después llegó el coronavirus y el mundo se apagó. La ceremonia de 2021 no llegó a celebrarse, pero los esfuerzos de Fernando Hualde y del fotógrafo tolosarra Joseba Urretavizcaya han permitido reconstruir la coronación del año anterior con el fin de tomar las imágenes para el libro que se acaba de editar. «Gracias a la colaboración de más de un centenar de personas hemos podido hacer una reconstrucción de la fiesta en escenarios de la catedral de Pamplona y el cerco de Artajona para la toma de las fotografías», indica el propio Hualde.
El libro, de 242 páginas, forma parte de la colección que la editorial Xibarit dedica a Navarra y se caracteriza por la calidad de sus fotografías, todas ellas en blanco y negro. «Fue muy emotivo inmortalizar para el libro la recreación de esta tradición en el mismo lugar en que los reyes navarros eran coronados hace seis siglos y junto al panteón en el que descansa el rey Carlos III, cuya coronación se recrea en esta ceremonia», apunta el fotógrafo y editor Urretavizcaya.
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