Concha Velasco: «Mi gran maestro fue Luis Escobar y no Sáenz de Heredia, de quien me enamoré»
Las Jornadas de Teatro de Eibar se abren este martes con una charla entre Concha Velasco y el productor Jesús Cimarro
En 'El funeral', la función que este martes y miércoles interpretará en el teatro Coliseo, Concha Velasco es una muerta muy viva. ... De cuerpo presente en el escenario, ataúd incluido, pero con muchas cosas que decir, como no podía ser menos con una de las grandes actrices de la historia del teatro, el cine y la televisión en España. Ella resume su vida profesional con una frase de 'Las zapatillas rojas', su película favorita. «Me identifico mucho con ese momento, cuando el personaje del productor le pregunta a la chica por qué quiere bailar y ella le lanza otra pregunta: '¿por qué vive usted?' 'No sé, pero sé que debo hacerlo', responde él. '¡Pues eso!', le contesta la joven. Así lo siento yo también».
Concha Velasco protagonizará junto con el productor Jesús Cimarro la charla del Aula DV, en colaboración con la SD Eibar Fundazioa y con el patrocinio de Obra Social La Caixa. Ambos protagonizarán una charla sobre 'La intérprete y el productor' a partir de las siete de la tarde en el teatro Coliseo. Si doña Concha contara... «Me daría para un libro y me gustaría escribirlo, pero es que a los editores solo les interesa con quién me he acostado». Y eso no le da la gana contarlo. «Ahora también me preguntan siempre sobre el tema de los abusos, del acoso y todo eso. No me apetece y además hay mucha gente que ya no está en este mundo y no se puede defender».
Su relación con los productores pasa por la palabra «agradecimiento. Con Cimarro empecé con 'La vida por delante'. Fue una de las primeras obras que dirigió José María Pou. Y luego hice aquel musical maravilloso, 'Yo lo que quiero es bailar', donde también me dirigió Pou, pero lo han querido obviar, no sé por qué. Coincidió con el aumento del IVA a las entradas y pasamos de estar haciendo taquillas maravillosas a un bajón. Los productores se asustaron y lo cortaron».
Para Concha Velasco hablar de los productores lleva sobre todo a «don Luis Escobar, fue el primero y fue mi Pigmalion. No solo me enseñaba a interpretar, sino a vestirme, a comportarme, a sentarme en la mesa». Cuenta que muchos se empeñan en decir que su maestro fue José Luis Sáenz de Heredia, «pero no, él fue un señor del que me enamoré y con el que tuve una relación estupenda, pero al que debo todo ha sido a Escobar. Creo que hizo de mí lo que a él le hubiera gustado ser en el fondo».
Datos
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Conferencia: 'La intérprete y el productor'.
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Intervienen: Concha Velasco y Jesús Cimarro.
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Lugar: Teatro Coliseo, 19.00 horas.
Muchas veces Concha Velasco ha sido su propia productora, especialmente junto a su exmarido, ya fallecido, Paco Marsó. «La primera vez fue con 'Las que tienen que servir', en 1962. Una obra que la hicimos en una cooperativa con Saénz de Heredia, Gracita Morales, Manolo Gómez Bur y Agustín González».
«Lo de producirme no era por dinero», aclara. «Era para hacer cosas mejores. La prueba es que lo he perdido todo. Hace dos semanas he terminado de pagar los últimos 500 euros de los focos del musical 'Hello, Dolly'. Un espectáculo maravilloso que hice en 2001 y costó un dineral. No me arrepiento, era un maravilloso montaje dirigido por José Carlos Plaza. Todavía mis compañeros de entonces se reúnen una vez al año, de lo mucho que se querían».
«Nadie me puso un piso»
Ahora mismo Concha Velasco prefiere dejar el tema de la producción en otras manos y, de paso, dejarse mimar. «Con Jesús Cimarro estoy contratada maravillosamente y no me tengo que preocupar de nada. El coche en la puerta, lo tengo. El mejor hotel, lo tengo. Ahora quiero ir en primera en el AVE y que me lleve la maleta la sastra, lo tengo. Ya me dirás qué necesidad tengo de producir».
Son otros tiempos, como lo eran también los años 50 o 60, cuando la figura del productor en el imaginario popular era la de un señor mayor que ponía un piso a la actriz joven. «¡A mí nadie me ha puesto un piso!», contesta rauda y divertida. «Empecé como bailarina y, por un problema personal que nunca cuento, después de haber conseguido una beca para estudiar en Estados Unidos no lo puede hacer, me tuve que poner a trabajar de bailarina en lo que fuera».
«Nos tocaban mucho el culo en aquellos años, yo tenía un culo impresionante»
concha velasco, actriz
«Hace dos semanas terminé de pagar 500 euros del musical 'Hello, Dolly' de 2001»
Un piso no, pero también pasó por un peaje que parecía normal. «Se tocaba mucho el culo a las actrices en aquellos años, pero es que yo tenía un culo impresionante». Y le viene al recuerdo el primer viaje que hizo, «que fue a El Cairo y al Líbano, con mis 17 años, a un festival de cine, iba con Emma Penella y allí me tocaban el culo constantemente». Ahora sonríe y, de paso, se reivindica: «Hay una cosa de la que yo presumo, en aquella época todas las actrices llevaban medias y creo que fui la primera en no hacerlo nunca, cuando hasta las 'misses' las llevaban. Yo siempre he enseñado las piernas», dice con el orgullo intacto.
Una vida y una profesión la de esta mujer de pequeña estatura que sigue mostrando una gran fortaleza aunque los años pesen. Le han escrito tres libros de memorias. «El primero lo hizo Méndez Leite. Después fue 'Diario de una actriz', que era como una larga entrevista que luego Andrés Arconada me pidió hacerlo como si lo hubiera escrito yo. Y hay otro, 'El éxito se paga', que me encanta porque cuento cosas estupendas, pero ellos se empeñaron en inventarse cosas como que me había hecho una fecundación in vitro. Les demandé y arranqué todas esas páginas. Me dijeron que era para darle un poquito de modernidad». Para moderna ella, que sigue llenando el escenario con su sola presencia y desea seguir. «Me gustaría hacer una cosa que prefiero no desvelar. Es una historia sobre una actriz mayor, pero veremos. Además 'El funeral' va para largo».
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