Amor entre un abertzale y un guardia civil, el guion maldito de Eloy de la Iglesia
La editorial madrileña Niños Gratis lanzará este mes el libreto del filme que narraba la historia de amor entre un militante abertzale y un guardia civil, una suerte de 'Romeo y Julieta' en los años 80 en Euskadi
«Nos parece muy bien que se aborde con honradez el tema de la homosexualidad. Lo que ya no nos parece tan acertado es que ... se busque una situación tan barrocamente límite como es un abertzale y un guardia civil. Y que se les presente en un grado paralelo de marginación. ¿Mantendrán esas apasionadas relaciones a través de los interrogatorios en el cuartelillo de turno?».
Estas líneas, firmadas por J. Abinareta, aparecieron publicadas en el diario Egin el 2 de noviembre de 1981, con motivo del anuncio del rodaje de 'Galopa y corta el viento', la película más maldita de Eloy de la Iglesia, el director más marginal.
Estaba claro que la historia de amor entre un militante aber-tzale y un guardia civil tenía todos los boletos para convertirse en un proyecto cinematográfico complicado de sacar adelante. Y más si su creador era el controvertido Eloy de la Iglesia. El guion de 'Galopa y corta el viento', firmado por el director zarauztarra y su colaborador habitual, Gonzalo Goicoechea, nunca llegó a rodarse, pero la editorial madrileña Niños Gratis lo publica ahora, en una cuidada edición de quien quizás sea el mayor especialista en la obra del cineasta 'maldito', Eduardo Fuembuena, autor también del estudio introductorio. El prólogo corre a cargo de Eduardo Mendicutti, cuya novela 'Los novios búlgaros' fue la última película que rodó De la Iglesia.
'Galopa y corta el viento'
Autores: E. de la iglesia & g. goicoechea
Estilo: guion.
Editorial: Niños Gratis.
Páginas: 320.
Publicación: este mes.
«Un amor marginal»
La historia de 'Galopa y corta el viento' es la de un empeño contra el que se confabularon todos los elementos imaginables: desde el aire de los tiempos, que corrían en contra del proyecto, hasta el código de ayudas cinematográficas, pasando por ese propio caos que respondía al nombre de Eloy de la Iglesia. El cineasta quería que fuera «una historia de amor marginal en una versión contemporánea de 'Romeo y Julieta'», indica Fuembuena en 'Lejos de aquí', su estudio sobre el director de cine y su actor fetiche, José Luis Manzano.
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Reproducción de un fragmento del guion de 'Galopa y corta el viento'
El asesinato a tiros de un policía nacional y un peluquero fue el germen de esta historia. Si ya a comienzos de los ochenta el argumento lo tiene todo para levantar ampollas en todos los bandos, leído hoy en día resulta evidente su condición de 'infilmable'. De la Iglesia hizo circular el guion con profusión antes de renunciar al proyecto en la segunda mitad de la década. Quienes lo leyeron, se espantaron.
La película contaba la historia de amor entre el ex seminarista y distribuidor de pescado Patxi Irumendieta, cuya hermana milita en ETA, y Manolo, un joven guardia civil destinado en Euskadi y con un turbio pasado como 'chapero' y confidente policial en Madrid.
Encuentros eróticos
El guion encadena una sucesión de encuentros eróticos entre los los dos hombres en los que no está ausente el humor. «El tono que utilizan es delicadísimo y equilibrado (...), salvo en un conjunto de secuencias con fuerte contenido ideológico, como por ejemplo el ataque a una ikastola por miembros del Batallón Vasco Español o el sangriento atentado en una cafetería donostiarra frecuentada por 'txakurras'», escribe Eduardo Buembuena en 'Lejos de aquí'.
Eloy de la Iglesia y Gonzalo Goikoetxea finalizaron la escritura de las 201 páginas del guion –alrededor de cuarenta en euskera– el 26 de septiembre de 1981. El presupuesto estimado rondaba los 50 millones de pesetas. Por dos veces intentó Eloy de la Iglesia rodarla, pero finalmente el proyecto no prosperó al chocar con «el veto administrativo de la UCD» y con lo que Eduardo Fuembuena considera «la amenaza directa que ETA dirigió a través de un artículo de opinión publicado bajo seudónimo». Cinco años después, fueron los miembros de «la Comisión del Valoración de proyectos del ICAA –todos hombres– quienes enterraron la mejor película de Eloy «porque 'el guion carecía de calidad suficiente para recibir una ayuda inicial sobre proyecto'», explica Fuembuena.
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