El rodaje de la película de Woody Allen en Donostia movilizará un equipo de cien personas

Aunque los escenarios que aparecerán en pantalla aún no se han terminado de definir, el equipo que trabaja en las localizaciones ha elaborado un 'book' que contempla algunos de los paisajes que constituyen la seña de identidad de la capital donostiarra: la bahía de La Concha, la playa de la Zurriola, el Kursaal, la Parte Vieja, el Peine del Viento...

La propia línea argumental de la producción convierte a la ciudad en uno de sus protagonistas principales. A falta de una mayor definición, el cineasta neoyorkino plantea un guion que se centra en las vicisitudes de un matrimonio estadounidense que visita San Sebastián mientras se celebra el Zinemaldia. Durante su estancia ella se enamorará de un director de cine francés, mientras que él tendrá una relación con una hermosa vecina de la ciudad, todo ello en un tono de comedia romántica que se resuelve «de un modo divertido», según lo que ha desvelado hasta ahora la productora.

El esquema argumental con el que trabaja el equipo de Woody Allen apunta a que los paisajes de Donostia tendrán un peso relevante en la película. El Kursaal, el Victoria Eugenia y los alrededores de ambos edificios, incluida la playa de la Zurriola, tienen garantizada su presencia en la pantalla como escenarios principales del Festival de Cine. No es difícil adivinar que localizaciones tan señeras como la bahía donostiarra, la Parte Vieja o el puerto quedarán también reflejadas en la cinta. El rodaje en lo que son las áreas más frecuentadas de la ciudad va a plantear un desafío de primera magnitud a las autoridades municipales, toda vez que la filmación se desarrollará entre el 10 de julio y el 23 de agosto, es decir, en el periodo más álgido de la temporada turística.

Además de inspeccionar posibles localizaciones, los integrantes del equipo que se han instalado en la capital donostiarra están tratando de allanar el camino para que la película pueda rodarse con cierta fluidez dentro del calendario establecido. Las autoridades locales, que se han volcado desde el principio en el largometraje, han habilitado una 'línea caliente' con el fin de gestionar los permisos y solventar las dificultades que puedan surgir durante la filmación.

En medios municipales hay cierta inquietud por el impacto del rodaje en una ciudad que está en esas fechas al máximo de su ocupación aunque también se piensa que el peaje a pagar no es muy elevado teniendo en cuenta los beneficios que reportará el proyecto. Las autoridades locales están convencidas de que una película con la firma de Woody Allen representa una oportunidad única para promocionar San Sebastián. El perfil de los espectadores del realizador neoyorkino, argumentan, encaja como anillo al dedo en el tipo de visitante que se quiere promocionar: personas con inquietudes culturales y con una posición económica que se sitúa en un segmento medio-alto. Se trata, en definitiva, de la clase de viajeros por los que se pelean hoy en día todos los mercados turísticos.

Ese ha sido precisamente el argumento que han utilizado las autoridades para convencer a los hosteleros locales de la conveniencia de hacer un hueco en sus establecimientos a la hora de alojar a los integrantes del equipo de rodaje. Sabido es que julio y agosto son desde hace unos pocos años meses imposibles para encontrar habitaciones libres en los hoteles donostiarras. La mediación municipal y la toma de conciencia de la proyección que la película de Woody Allen puede proporcionar a San Sebastián han obrado el milagro tanto a efectos de liberar espacios como de atemperar los precios de los alojamientos, que en temporada alta suelen alcanzar cifras prohibitivas. Conscientes de los beneficios de la 'inversión' que representa el largometraje, los hosteleros han hecho un ejercicio de flexibilidad y han garantizado el alojamiento de los integrantes del equipo. El colectivo incluye también a los responsables de los establecimientos de mayor lujo, caso del Hotel María Cristina, dispuestos a hacer un hueco en sus más que atestadas listas de reservas con el fin de alojar a algunos de los actores que protagonizarán la película.

El reparto del nuevo largometraje de Allen, que aún no tiene título, incluye a figuras como el francés Louis Garrel, que volverá a San Sebastián después de haber presentado en la última edición del Zinemaldia su segunda película como director, 'Un hombre fiel', que acaba de pasar por los cines de estreno. Garrel, que acaba de trabajar en el último filme de Polanski, titulado 'J'acusse', compartirá cartel con la española Elena Anaya, que despuntó con Julio Medem en 'Lucía y el sexo' y con Pedro Almodóvar con 'La piel que habito'. Todo apunta a que Anaya interpretará a la bella vecina de la ciudad de la que se enamora el protagonista en el esquema del argumento de la película de Allen que hasta ahora se ha dado a conocer.

Otros protagonistas confirmados son la estadounidense Gina Gershon y el veterano Wallace Shaw, un rostro muy conocido que ha colaborado con Allen en películas como 'Manhattan', 'Sombras y niebla' y 'Días de radio'. Completa el cartel confirmado el actor alemán Christoph Waltz, que ha trabajado con Quentin Tarantino.