Han ganado todos

Ha ganado el cine hecho para ser visto en pantalla grande y hasta con una reivindicación del regreso a los decorados construidos de verdad y no por ordenador. Como en 'Wonka', cero nominaciones, y 'Pobres criaturas', que levantó sus escenografías oníricas en Budapest. Los cuatro premios a la obra de Yorgos Lanthimos sirven para que triunfe el cine imaginativo, barroco, si quieren rarito y hasta feminista.

En sí, ha ganado 'Oppenheimer', con siete Oscars. Tantos como 'Lawrence de Arabia' (o como 'Shakespeare enamorado', glups). Era la ocasión para reconocer a uno de los grandes cineastas del XXI, Christopher Nolan, algo que debió ocurrir con 'Memento', 'El caballero oscuro', 'Origen' o 'Interstellar'. Aquí y ahora ha vencido el cine serio, para adultos, con la tensión de los grandes espectáculos y plantea preguntas incómodas. Y encima 'Oppenheimer' ha funcionado en taquilla.

Los Oscars los hemos ganado todos. Hasta los que tenemos en nuestro corazón 'Los que se quedan', gracias a Da'Vine Joy Randolph. Aun Wes Anderson, con un corto. Incluso Ryan Gosling, que perdió pero protagonizó el momentazo de la gala con su interpretación de 'I'm Just Ken'. Siguiendo la línea emprendida los últimos años de internacionalización, ha vencido la globalización del cine, con distinciones a excelentes creaciones de Japón ('El chico y la garza' de Miyazaki, ¡la cinta inaugural de nuestro Festi!), Francia (el certero guion de 'Anatomía de una caída') y Reino Unido-Polonia ('La zona de interés').

Han ganado todos... menos Scorsese. Con 'Los asesinos de la luna' le ha pasado igual que con ' Gangs of New York' y 'El irlandés'. Diez opciones pero ningún premio. Quizás la próxima vez, Martin.