LUCHA LABORAL Y FAMILIAR
Ken Loach ofrece más de lo mismo, pero eso no tiene por qué ser negativo; al contrario, estimula ver que a sus 83 años puede ... volver a lo que ha sido la preocupación central de su larga obra, con un talante renovado y una mirada puesta al día, fijandose en lo que ocurre ahora mismo en el mundo laboral de la clase obrera, en el enfrentamiento diario de los seres anónimos que anhelan el bienestar. Cosa harto difícil tal como se desarrollan últimamente los grandes movimientos de ciertas empresas, como Loach se encarga de apuntar.
El cineasta británico le toma el pulso a la actualidad con una frescura y una sensación de verdad que había perdido en su última etapa. Toma a un trabajador treintañero que trata de adaptarse como puede a esos nuevos modos en que el transportista de mensajería tiene que hacerse autónomo, pero lo es solo para la parte negativa, la desprotección, mientras permanece atado a las exigencias de la corporación. Un estrés laboral que se extiende al ámbito familar, con una mujer que también trata de dar lo mejor de sí como cuidadora de ancianos en los servicios sociales y unos hijos adolescentes que necesitan más atención de sus padres.
Si 'Sorry We Missed You' emociona, contagia y convence con el drama de esos padres agobiados es por la sensación de verdad que transmiten, por el modo creíble en que reproducen lo que claramente ocurre por doquier en la sociedad actual. Con rostros, sudores y lágrimas concretos. Con un anhelo de mejorar, con una esperanza de que el día siguiente sea mejor, con un ritmo cinematográfico que transmite la angustia pero también la energía para salir adelante aún en la dirección más desesperada. Cierto es que el habitual guionista de Loach, Paul Laverty, acumula desgracias en exceso pero Loach no busca un sentimentalismo fácil, sí una empatía y una catarsis que rompa por algún lado un sistema inhumano. Y hace pensar y sentir al espectador hasta dónde y cómo se puede resistir.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión