El desfile de almas en pena y brujas perseguidas da paso al 'Ajuar funerario' de Beñat Olea

Hoy es jornada de resaca, que anoche el cine y el bar del Principal estuvieron a pleno rendimiento hasta altas horas de la madrugada, incluida la añadida cuando a las tres fueron las dos. Los niños cumplirán hoy su horario natural en el Principal, cuando a las 12.00 horas se celebre la tradicional sesión infantil de domingo, con 'Dragon Ball Super: Broly'.

Ya por la tarde jóvenes y maduros ocuparán de nuevo sus butacas prácticamente en el mismo orden en que aparecen en el cartel de esta edición, para ver una película que, aunque se titule igual que una de las más célebres de Costa-Gavras, nada tiene que ver. La canadiense 'Z' alude al amigo imaginario de un niño, que parece ejercer una mala influencia y puede ser demasiado real. Dirige Brandon Christensen, el mismo de 'Still/Born'.

La jornada se completa con 'Vivarium', que pertenece al amplísimo subgénero de las casas terroríficas, aunque esta tiene la plácida apariencia de una de esas urbanizaciones de edificios uniformes. O sea, el horror inmobilario servido por una coproducción europea que despuntó en la Semana de la Crítica de Cannes. Y por la noche se proyecta 'DreadOut', la película basada en el videojuego del mismo título.

De los cuentos al cómic

La exposición que se alberga en la entrada y en las paredes del fondo de la Biblioteca Municipal situada en los bajos del Ayuntamiento de Alderdi Eder presenta la diversidad de trabajos que ya ha elaborado el dibujante e ilustrador Beñat Olea (Legazpi, 1987), pero sobre todo se centra en su primera incursión en el cómic, 'Ajuar funerario'. Un título que responde a un verdadero proceso de mutación en el que han intervenido tres 'padres': el escritor e historiador Fernando Iwasaki, que en 2004 publicó una serie de pequeños relatos de corte fantástico; el guionista y cineasta Imanol Ortiz, que se encargó de la adaptación y guionización para el lenguaje del cómic de esos cuentos; y el propio Beñat Olea, que se ha encargado del dibujo en el volumen publicado el año pasado por Páginas de Espuma.

El argentino Fernando Iwasaki, quien confiesa que su afición al género fantástico desde niño le permitió conocer mejor la obra literaria de Jorge Luis Borges o Julio Cortázar, vertió ayer numerosos elogios sobre Beñat Olea, al que considera «el verdadero artífice de este trabajo», en referencia al cómic basado en sus relatos. «Desde que vi los dibujos de Beñat supe que era capaz de dar apariencia a las criaturas sin esconder el misterio que deben irradiar».

Entre Beñat e Imanol decidieron la peculiar estructura que tiene el cómic. Cada uno de los cuentos ocupa tres páginas, en las dos primeras se desarrolla «el corpus del relato», y a la vuelta de la página está el desenlace, porque «todos los relatos se prestaban a la sorpresa final», explica Olea. «Los relatos están muy pensados, todo está macerado», añade Imanol Ortiz. En otras ocasiones decidieron utilizar grandes viñetas que contienen buena parte del desarrollo de la historia. «El tamaño de la viñeta es importante, es lo que marca el tiempo. Yo escribí los guiones pero con mucha libertad para que Beñat aportara cosas, y muchos aciertos de guion son suyos», afirma Ortiz.

La exposición, comisariada por Jorge Madejón, muestra el proceso de creación desde el boceto al coloreado y el resultado final de cuentos como 'El monstruo de la laguna verde' así como ejemplos del trabajo como ilustrador en revistas o portadas de libros que ha venido realizando Beñat Olea para publicaciones internacionales como Imagina FX, Graffito Books o Lisbon Labs.