Crítica de 'Fly Me to the Moon': El gato (negro) de la NASA

Sí, aunque alguien lo considere crimen de lesa majestad cinematográfica estoy pensando no solo en las películas de Doris Day y Rock Hudson. Lo hago también en las de Rosalind Russell y Gary Grant (tipo 'Luna nueva'). En las de Hepburn y Tracy ('La costilla de Adán'). En las de Hepburn-Grant- James Stewart ('La fiera de mi niña'). Lo hago incluso, y pido perdón por ello, en '¿Qué me pasa doctor?' de Streisand-Ryan O' Neal.

Yo diría que 'Fly Me to the Moon' es deliciosa y dicharachera. Romántica y muy pero que muy disfrutable. Con personajes soberbios como esa criatura que tan bien sabe deslizarse entre las sombras y tan soberbiamenteinterpreta Harrelson.

Con aires a 'Mad Men' y maneras, a ratos, de 'thriller' bien inmerso en los tiempos de la Guerra Fría (no, por favor, no piensen en 'Teléfono rojo, ¿volamos hacia Moscú'? aunque la doble referencia Kubrick que hace el guion es doblemente churruscante).

Cierto, el libreto resulta, diría yo, setenta veces siete mejor que la dirección y el montaje . En realidad, Berlanti dirigir ha dirigido poco (cosejas como 'El club de los corazones rotos'). Hasta ayer mismo era, más bien, guionista; y no precisamente de tremendas maravillas.

Pero nada importa. Ni tampoco que el montador no las haya tenido todas consigo al coser lo rodado. Porque lo demás (el gato, los comentarios sobre Nixon...) es sublime. Travieso. Juguetón