La agenda portátil
Bicis, el liberal guipuzcoano y Village PeopleUn zumo con Eguiguren y su libro sobre Bilintx, un desfile de políticos entre lo cuántico y el Tour y una inesperada(¿y polémica?) fiesta para el Jazzaldia
Yo ya solo soy un político jubilado», me repite Jesús Eguiguren mientras tomamos un zumo en la terraza del Barandiaran (bueno, ahora Antonio Boulevard, pero ... para muchos siempre será el 'Barandi'). Hablamos de su libro 'Bilintx, una historia de San Sebastián', la novela en la que reivindica a ese bertsolari liberal que trabajaba en el Principal y murió por los efectos de las bombas carlistas sobre Donostia (la entrevista con los detalles salíó en este periódico). Eguiguren reivindica a Bilintx, y el liberalismo guipuzcoano y fuerista en contraposición con el carlismo que convirtió en héroes a «seres funestos» (dice él) como el cura Santa Cruz.
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Dice Eguiguren que se aburre tras el paso por la política. «Ya no suena el teléfono». Escribe mucho. Y pienso que esta sociedad aún debe más reconocimientos a un hombre que tanto se implicó para que terminara nuestra guerra y paz, como un Bilintx contemporáneo. Asegura que a él mismo le da la sensación de que han pasado ya siglos de aquellos años terribles. Ahora es un ciudadano que se monta en el autobús con su bolsa de plástico y aire distraído y disfruta con el sol primaveral. Eguiguren reivindica a Bilintx y yo reivindico a Eguiguren.
Fue un político atípico. Estos días vemos demasiados políticos típicos. Se acercan las elecciones, quedan pocas jornadas para que los cargos municipales y forales puedan salir en actos públicos, y los están aprovechando a fondo. Me parece fenomenal el superordenador cuántico para Donostia, y la salida del Tour en julio desde el País Vasco (si se mantiene a la vez el respaldo al ciclismo de base sería fantástico). Es natural que las autoridades que consiguen esas cosas ocurran salgan en las fotos para presentarlas. Pero hay un trecho entre eso y el exceso de políticos en busca de protagonismo. La caída de la bici del alcalde bilbaíno Aburto en la 'performance' de recibimiento a la carrera es una metáfora. Tuvo mala suerte y le pillaron las cámaras. Como recordaba Peio Ruiz Cabestany, hace unos años Eneko Goia se cayó también de la bici al 'engancharse' con el manillar de Perico Delgado en otro acto. Por fortuna para Goia, las cámaras no lo pillaron.
Hay cosas peores. El esperpento de la moción de censura, con Ramón Tamames y su show, ha sido un estupendo espectáculo teateal: el problema es que no se trataba de un montaje para los premios Max, sino un supuesto intento de derribar un gobierno. Es significativo que 'El intermedio', el programa de El Gran Wyoming, tuviera la mejor audiencia la noche de la moción: la mejor fórmula para seguir el esperpento es un programa de humor.
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Tamames viene de lejanos tiempos, como The Village People, que nos remitea los veteranos al viejo programa 'Aplauso' y José Luis Uribarri. Cuando escuchas que ese veterano grupo será el que abra los conciertos populares del Jazzaldia en la playa brota una sonrisa. ¿Qué hace un grupo así en un festival como éste? «Nos vamos a divertir, que no es poco», resume Miguel Martín, director del festival. Los positivos defienden que bien está un festival donde caben los Pat Metheny al tiempo que los Village. A los puristas no les encaja esta banda bajo la marca de 'festival de jazz', cargada de historia qualité. La vida no siempre rima.
En voz baja
De 'Todo a la vez'a 'As bestas': son solo pelis, amigos
Las redes sociales han llevado el 'juliganismo' a casi todo. También al cine. Antes veías una peli, salías, la comentabas e ibas madurando el poso. Ahora hay que tuitear tu opinión mientras los títulos de crédito aún se proyectan en pantalla. Y ya solo hay obras maestras o filmes para olvidar. Sin términos medios.
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He visto antes la bronca en torno a 'Todo a la vez en todas partes' y sus Oscar que la propia película. Ahora ya la he visto: es original y divertida, pero también exagerada y larga. Tiene hallazgos brillantes y ratos aburridos. No me batiría en un duelo a favor ni en contra: en realidad no me batiría en duelo por casi nada. Más consenso se creó en torno a 'As bestas', de Sorogoyen, que arrasó en los Goya. Ya está el gran 'western' gallego en las plataformas.
Locos por los clásicos: el riojano de la túnica
El profesor Emilio del Río llenó el Aquarium, en Aula DV, con su charla sobre los clásicos de Grecia y Roma. Es un divulgador extraordinario, como saben quienes le siguen en sus libros o en 'No es un día cualquiera', de RNE. Dirige las bibliotecas municipales de Madrid, fue político en su Rioja natal y a veces da la charla en túnica. En Donostia triunfó con su mezcla de Platón con la música de Luis Aguilé.
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mezquiaga@diariovasco.com
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