Xabier Anunzibai, junto al gran mural que lleva semanas pintando en Beasain. Iñigo Royo

El arte que conquista las calles de Gipuzkoa

Paredes, muros o fachadas son, cada vez más, lienzos que artistas locales utilizan para retratar escenas cotidianas y homenajear a barrios, pueblos y sus gentes

Chloé Falcón Lardière

San Sebastián

Lunes, 25 de agosto 2025, 00:02

Ya no es solo una vía de paso. Los trazos y las figuras que, desde hace unas semanas, ilustran la carretera que une Beasain con ... Lazkao hablan de identidad, de memoria y de orgullo local. El artista beasaindarra Xabier Anunzibai está plasmando en un mural lugares emblemáticos de la localidad como el palacio Igartza o la estación de tren. Un trabajo encargado por el Ayuntamiento que dará otro aire a la entrada al municipio y acompañará a los conductores en este lugar de tránsito. «La gente reconoce los puntos característicos del pueblo y sienten una gran conexión», se congratula Anunzibai, a medida que los vecinos van dando sus opiniones mientras crea. No obstante, defiende que «no hay que intentar pintar algo que guste a todo el mundo, porque eso es imposible».

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Este es uno de los ejemplos recientes de arte urbano, una expresión artística que sigue conquistando las calles de Gipuzkoa, y que cada vez despierta más admiración y curiosidad, además de ser ya un elemento más del paisaje de pueblos y ciudades. Obras de algunos artistas que iniciaron su trayectoria con un spray en la mano, pintando graffitis, aunque su talento les ha ido llevando a otro tipo de arte. Es el caso Xabier Anunzibai, quien lleva seis semanas con su escalera y sus pinturas en la carretera que da acceso Beasain; o del donostiarra Iñigo Sesma, que durante sus estudios de Bellas Artes fue modificando su estilo y su lenguaje llevándolo a algo más «figurativo». Otros, como el donostiarra Xanti García, llegaron al arte urbano desde la pintura clásica y los cuadros al óleo.

Para Sesma, el graffiti y el muralismo tienen en común que ambos «se pintan en paredes o muros», pero siguen siendo «completamente diferentes». Xanti García corrobora esa afirmación. Añade que los muralistas no utilizan spray, sino pintura plástica, además de brochas y pinceles. «Es como pintar un cuadro pero en formato grande». García define el mural como una «interpretación artística», de la cual valora mucho «lo pictórico».

Nextor Otaño, conocido como Nexgraff, señala que los graffitis son las «letras ilegales», mientras que el muralismo es una «intervención artística más elaborada, más compleja y con análisis formal».

Estos jóvenes que firman muchos de los murales que pueden verse por Gipuzkoa comenzaron desde pequeños a desarrollar sus habilidades artísticas, lo que les ha permitido poder llevar a cabo estos grandes cuadros al aire libre. Una vida centrada en un oficio que para ellos ya resulta rentable y, que a la vez, les ha permitido cumplir un sueño.

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«Podremos hablar de evolución cuando haya un recorrido de valoración y permisividad»

Maialen Arocena

«Estamos acostumbrados a escuchar las diferentes opiniones de la gente mientras pintamos y eso está guay»

Xanti García

Otaño pintaba desde muy temprana edad, pero los graffitis despertaron su interés a los 12 años. «Ahora está mucho mejor visto el hecho de pintar murales, porque la gente está más concienciada y además está más de moda», afirma. A diferencia del muralismo, el graffitismo, según Xanti García, «no está tan bien visto, porque hacer graffitis es dejar la firma y la esencia en la calle».

La irundarra Cristina Juaniz, 'Micrisantemo', asegura que cuando comenzó a pintar, hace seis años, no era tan popular: «Ahora el muralismo está en auge y es una manera de embellecer la ciudad que la gente agradece mucho». Y su colega, la también artista irundarra Maialen Arocena, está de acuerdo en que falta aún camino por andar: «Podremos hablar de evolución cuando haya un recorrido de permisividad y valoración», comenta Arocena.

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Los ayuntamientos son ahora, en muchas ocasiones, aliados porque tratan de impulsar el arte urbano a partir de concursos públicos. Proporcionan una pared y realizan un llamamiento a diversos artistas para que presenten un diseño. También hacen encargos específicos para diversos proyectos. Por ejemplo, Juaniz comenzó a hacer murales de forma más profesional a partir de dos encargos que le hizo el consistorio de Irun:«Empecé con miedo a hacer paredes gigantes, pero poco a poco fui buscando mis técnicas», describe.

«El muralismo es una extensión de mi obra pictórica, con un formato más grande y expuesto a un público más amplio»

Iñigo Sesma

«Cuando llevas tantos años trabajando como muralista lo que más importa es el recorrido que alcanzas»

Xabier Anunzibai

Arocena trabaja en la Brigada de Mujeres Muralistas de Andoain, un programa de formación y empleo que impulsan el Ayuntamiento y Erroak Sartu. «Mi principal objetivo es que los espacios se reactiven con colores y se llenen de alegría», dice la artista. Nestor Otaño y Xanti García han comenzado a trabajar juntos. La empresa Nexgraff empezó de la mano de Otaño y su padre. A los 13 años, el joven artista decidió firmar una furgoneta y añadir su 'NEX'. «Esa misma furgoneta adelantó un día en la carretera a mi padre, y en vez de echarme la bronca, decidió ayudarme e impulsar mi arte», recuerda el artista.

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«Buscarse la vida»

Algunos artistas consiguen ingresos a partir de los encargos que reciben, mientras que otros encuentran otras opciones en los festivales. «A todos los artistas les gusta pintar y cada uno se busca la vida como puede», asegura Nexgraff. «El artista no se aprovecha del muralismo como un negocio», añade Iñigo Sesma. En el caso de Juaniz, durante su viaje a Latinoamérica ha utilizado su creatividad y talento en los murales a cambio de alojamiento y comida. «El muralismo es un negocio, aunque en este caso el intercambio no es justo», replica.

Asimismo, después de veinte años dedicándose al muralismo, Anunzibai defiende que lo más importante es el recorrido alcanzado con el trabajo de muchos años: «Lo que más me gusta es crear una trayectoria».

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«Expandir mi creatividad es algo indispensable, porque me ayuda tanto a nivel mental como físico y nunca dejaré el arte»

Cristina Juaniz

«El graffiti son las letras ilegales, mientras que el muralismo es una intervención artística más elaborada y compleja»

Nextor Otaño

Uno de los principales problemas que afrontan los artistas es encontrar un espacio, porque no está permitido dibujar en cualquier muro: «Debería haber espacios para los creadores y muralistas», reinvindica Nexgraff, que habla también de sus fuentes de inspiración. «Es importante tener referentes, tanto en la pintura como en la vida». Y la inspiración no viene siempre de otros artistas, también puede llegar de la naturaleza e incluso de las imágenes. No obstante, cada uno prefiere darse a conocer con un estilo propio.

Pintar murales de gran tamaño siempre «impresiona». Y trabajar en la calle es una directa exposición a la opinión y comentarios de los ciudadanos. «Está guay que la gente diga lo que piensa», considera García.

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Un arte creativo, un talento que además les reporta, asegura Cristina Juaniz, no solo la satisfacción artística, sino resultados positivos a nivel mental y físico: «El arte es indispensable en mi vida».

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