El aforo al 100% se traduce desde hoy en más entradas a la venta en todos los espectáculos

«El último evento en el que tuvimos un aforo así fue el 8 de marzo de 2020» explican desde Kursaal en declaraciones a este periódico. Este fin de semana, la programación de Kursaal Eszena reestrenará previsiblemente (y por primera vez en más de un año), las 1.800 butacas del auditorio de Moneo con el concierto de Amaral de este domingo. Las nuevas entradas tanto para esta cita como para la de Nathy Peluso del martes y para los dos conciertos de Love of Lesbian de los días 20 y 21 (que ya habían agotado el aforo previo) están a la venta desde hoy. Hasta 600 nuevas butacas para cada uno de estos cuatro conciertos que, hasta ahora estaban bloqueadas, pero que pueden adquirirse desde ya mismo en la página web y en la taquilla del Kursaal por un precio entre 35 y 45 euros.

El concierto de Aitana del próximo día 15 en el Velódromo ha visto aumentado su aforo del 40 al 80%, con lo cual la promotora GetIn ha puesto desde hoy a disposición del público alrededor de 800 entradas más que se añadirán a las 2.800 que ya se habían agotado. «Para este concierto permaneceremos con el aforo sentado en la pista, aunque ya se pueda de pie. Hay gente con entrada en pista que igual lo prefiere así y no lo vamos a cambiar». De momento, desde la promotora esperan la confirmación de si se podrá o no ofrecer servicio de barra.

En cualquier caso, muchas de las medidas preventivas continuarán aplicándose como ya se venía haciendo. Cabe recordar que el uso de la mascarilla seguirá siendo obligatorio en interiores, y la mayoría de recintos continuarán ofreciendo gel hidroalcohólico a la entrada y salida, se procurará mantener la distancia de seguridad en las colas de entrada y se recordará la salida ordenada a los asistentes.

Para instituciones como el Centro Superior de Música del País Vasco-Musikene, que hasta el momento se movía a caballo entre la normativa educativa y la normativa para las artes escénicas, la noticia ha sido muy celebrada. «Tuvimos que quitar cuatro filas de butacas para ampliar el escenario del auditorio y que los músicos pudieran cumplir con la distancia interpersonal de dos metros» explica Miren Iñarga, directora del centro. Esta circunstancia provocó que se aplicara el 75% sobre un aforo bastante menor del de las 420 butacas con las que contamos en total. «Estábamos en torno a 165 e incluso en noviembre de 2020, debido al punto álgido de la segunda ola, tuvimos que hacer audiciones a puerta cerrada» —y añade— «Esta nueva situación va a revertir positivamente en el alumnado».

Entre algunas de las cosas que se volverán a recuperar se encuentran las gradas para el viento y la percusión, algo que «influirá en la escucha, en el sonido grupal y en la capacidad de seguir al director». Las mamparas y atriles con metacrilato se seguirán manteniendo, «la Orquesta Nacional de España aún sigue tocando con mamparas».

Mientras, el alumnado en clase no notará demasiados cambios con respecto al curso 20-21. «Los alumnos de cuerda y percusión seguirán con mascarilla, habrá menores distancias pero todo sigue igual». La cafetería y la Sala de Órgano dejarán de ser aulas provisionales para volver a su uso habitual.

Hoy el Teatro Victoria Eugenia se encuentra en pleno proceso de renovación. Aunque todas las butacas ya se habían vuelto a colocar para el Zinemaldia, muchas de ellas seguían aún precintadas. El concierto de ayer de Iker Lauroba fue el último con el aforo limitado al 75%, pero desde hoy ya se está quitando parte de la señalética y readecuando los espacios para recibir el viernes el espectáculo teatral 'Maestrissimo'. Será el primer evento que el teatro presentará al 100% y para el que se han dispuesto 200 entradas más, ya disponibles a través de su web. Norka Chiappuso, director de la programación de teatro y danza del Victoria Eugenia, ha celebrado el esfuerzo que ha hecho «el primer teatro en todo el Estado que abrió sus puertas después del confinamiento y el que más ha hecho por la defensa del sector».

Jon Aizpurua, director del área de Acción Cultura de Donostia Kultura, considera que «debemos de leer el decreto e ir con cautela» aunque sí ha podido comentar que se volverá al aforo completo en las bibliotecas, los cursos, los gaztelekus, los txokos y en las salas de actos de conferencias. Los cuatro espacios escénicos pertenecientes a este departamento volverán a permitir el 100%, tanto en los dos con butacas —Gazteszena de Egia con 264 asientos y Lugaritz con 240—, como en Intxaurrondo (500) y Larratxo (372), donde se harán conciertos de pie y con mascarillas. En ningún caso se permitirá el consumo de bebida o comida y se continuará usando gel hidroalcohólico entre los asistentes. Lo que ya no será necesario es mantener una butaca libre de separación y la distribución intercalada del patio de butacas de arriba a abajo y en zigzag. En relación al Festival de Teatro de Bolsillo, que finaliza este sábado, la carpa ofrecerá un aforo al 100% sentado, pero sin la necesidad de mantener la distancia social entre sillas. «La única diferencia con la antigua normalidad es que en los conciertos en exteriores aún no habrá bar» dice Aizpurua.

Por su parte, desde el Museo San Telmo mencionan que la principal novedad en relación a los aforos se notará en las visitas guiadas. «Las tuvimos que reducir mucho. Ha habido momentos a lo largo de este año en que las que eran para veinte personas solo podían asistir ocho» explica Susana Soto, directora del museo. Todas las actividades que se realicen en San Telmo subirán al máximo aforo disponible, tanto en los ciclos de conferencias, ruedas de prensa como en los talleres infantiles. «La mejor noticia es que se ha acabado esa incertidumbre para el público».

Quizá una de las mayores preocupaciones y en la que coinciden todas las organizaciones es en la redacción del decreto. «Queremos leer la letra pequeña antes de pronunciarnos demasiado, hay que tener cautela» afirman desde la Asociación de Salas de Cine de Euskadi (EZAE). De momento lo que ya han confirmado es que no todos los cines ampliarán su aforo al 100% «sobre todo de cara a la tranquilidad de los propios espectadores». Desde EZAE argumentan que no habrá ningún problema para poder disfrutar de las películas. «La persona que vaya al cine este fin de semana no va a notar ninguna diferencia con el pasado. La única es que en algunas salas puede que se siente alguien a su lado».

Por el momento se sigue incentivando la venta de entradas online y se mantendrá la desinfección de las salas entre sesión y sesión por una cuestión de higiene y «porque el virus sigue ahí, que nadie piense que nos hemos relajado». Comer y beber en las salas ya estaba permitido, pero solo podrá bajarse la mascarilla en el momento de la ingesta.

«Se irán quitando paulatinamente algunas medidas, como la señalética de la entrada, los carriles separados para el flujo de personas...» Dos cines guipuzcoanos parece que seguirán con los aforos reducidos. «El Niessen de Errentería va a seguir como hasta ahora y SADE quitará la señalética pero mantendrá la separación de una butaca entre los no convivientes».