Al abrigo de las modas
En ocasiones estamos más preparados para ganar un premio que para merecerlo. Incluso no es extraño que lo primero suceda antes que lo segundo. No ... es el caso de Teatro Estudio de San Sebastián, que ya hace mucho tiempo que merece los reconocimientos a su amor al teatro. Una pasión que ha ido dejando huellas escénicas a lo largo de más de cincuenta años, tanto en la cultura vasca, como en el importante y poco conocido mundo del teatro aficionado español.
Paco Sagarzazu, Carmelo Moreno, Ángel Marco, Fernando Mikelajauregi, Lutxi Zabaleta, Pili Abarca, Carlos Manzana, Lourdes Torres, Txaro Arteaga, Mari Mar Buesa, Teresa Gastón, Valentín García, Javier Sada y el eterno director, Manolo Gómez, estaban ahí en 1965 cuando todo empezó a caminar en los bajos de un salón parroquial. Otros muchos fueron sumándose y dejando paso a nuevas generaciones. Entre ellos hoy estará especialmente contenta la actriz Karmele Alza, la ilusión hecha persona cada vez que la palabra teatro salía de su siempre agitada cabeza. Por desgracia falleció hace cuatro años, dejando una vía de tristeza en el barco.
Teatro Estudio ha sido para muchos espectadores, sobre todo donostiarras, la ocasión de encontrarse con Chejov, Darío Fo, Tenesse Williams, Moliére, Arrabal o Genet entre otros muchos autores esenciales de la historia de la literatura dramática. Lo han hecho con insistencia, al abrigo de modas o de lucimientos personales. Llevo más de treinta años viendo prácticamente todo el teatro que pasa por esta ciudad y entre los grandes placeres escénicos guardo el recuerdo de aquel 'Tío Vania' que Teatro Estudio llevó a uno de los salones del Palacio de Miramar. .
Este premio Max pasará a unas vitrinas de la compañía que quizás ni existan, pero es fotografía de una labor cultural enorme que aún continúa. A su director, Manolo Gómez, lo encontrarán habitualmente viendo el teatro de otros, porque para él ser espectador es otra forma de ser teatro.
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