Kukai estrena la obra 'Gernika-Guernica', una reflexión sobre «dos iconos de guerra y paz»
La compañía representará la obra en el Museo Reina Sofía, San Telmo, Errenteria y Gernika
ITZIAR ALTUNA
Martes, 11 de abril 2017, 07:35
El Museo Reina Sofía de Madrid y Kukai Dantza «se han encontrado en el camino». Así explica el director de la compañía, Jon Maya, el origen del espectáculo 'Gernika-Guernica', que el próximo 29 de abril se representará en el museo madrileño, en el marco de la exposición 'Piedad y terror en Picasso: el camino a Guernica' que se inauguró la semana pasada con motivo del 80 aniversario del bombardeo de la localidad vizcaína. En uno de sus viajes a Madrid, Maya se reunió con representantes del centro, que trabajaban en la idea de celebrar el día de la danza -29 de abril- y al mismo tiempo tener actividades paralelas a la muestra de Picasso. «Nosotros también estábamos en ello y poco a poco fuimos madurando la idea».
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El resultado ha sido una obra de veinte minutos de duración, que lleva por título 'Gernika-Guernica', «refiriéndose al municipio y a la obra de Picasso, como dos iconos de guerra y de paz, es una reflexión», explica el director de Kukai. «Es una pieza bastante contemporánea, aunque la raíz tradicional está presente en la música, la danza y el vestuario, como en todos nuestros trabajos». Maya lo define como «un trabajo íntimo», en el que participan tres bailarines (Nerea Vesga, Leire Otamendi y Martxel Rodríguez). La pieza representa con su danza las llamas que asolaron Gernika hace ochenta años, una danza triste que escenifica el dolor por los muertos de aquel día de abril. Pero al mismo tiempo, una danza viva, muestra de esperanza de un pueblo que mira a su futuro.
La parte musical adquiere su importancia, y una vez más, la compañía ha trabajado este aspecto con el compositor Xabier Erkizia. La canción 'Gernika' de Mikel Laboa también tendrá un peso importante. «No aparece la música de Laboa tal cual, pero hay una distorsión, se siente que está presente». Ikerne Jiménez ha sido la encargada de diseñar el vestuario, que representa «una fantasía de los trajes que se podían utilizar en la década de los treinta», reconoce Maya. «Con este espectáculo, a través de la danza, la música y el vestuario queríamos hacer referencia a lo que sucedió en Gernika hace 80 años, pero también a todos los 'Guernica' que hoy día siguen sucediéndose, y por eso a nivel sonoro y estético existen esas referencias».
Antes de su representación en el Reina Sofía, el espectáculo se va a estrenar el sábado 22 en el claustro del Museo San Telmo (a las 18.00 y 19.00 horas). El día 26, día del aniversario del bombardeo, se pondrá en escena en el Lizeo Antzokia de Gernika, y un día después en Errenteria, en Torrekua (19.00 horas). Son espacios en los que no se suele representar danza. «Queríamos recuperar esos lugares para las artes. Desde el principio pensamos que la obra debía mostrarse en espacios concretos, como museos, ante poco público, y en un contexto concreto», señala Maya.
15 años sobre el escenario
El espectáculo 'Gernika-Guernica' poco tiene que ver con la primera obra de larga duración que representó Kukai hace quince años, '1937, por las sendas del recuerdo', en la que se contaba la historia de siete niños que tuvieron que marchar al exilio durante la guerra civil. «Aunque la temática es parecida, las piezas son muy diferentes, aquello fue una coproducción que hicimos con Tanttaka Teatroa. La única coincidencia es la presencia de Nerea Vesga en ambas representaciones. Aquello nos marcó mucho y ha estado muy presente en la historia de la compañía. Quince años después, hemos diseñado una pieza que se enmarca en otro contexto y espacio diferentes».
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En sus tres lustros de historia, la compañía ha representado más de una docena de espectáculos. Lo compone un grupo estable de nueve personas, que se dedica de forma profesional a la danza, aunque hay más gente que trabaja con ellos, dependiendo de los proyectos en los que estén inmersos. Jóvenes bailarines empiezan a colaborar con el grupo en distintos trabajos. «Para nosotros es muy importante contar con una base muy firme en la danza tradicional», señala Maya, «y por supuesto, tener ganas de trabajar y bailar distintos estilos».
Kukai participa de forma activa en la vida cultural de Errenteria, -son compañía residente de la localidad-, y tiene un convenio de colaboración con el ayuntamiento, por el que llevan una labor de creación en su sede de Niessen. También impulsa proyectos de sensibilización para la danza y realiza talleres de formación para jóvenes bailarines.
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La mayoría de los componentes que participaron en el inicio de la andadura de Kukai, mantiene la relación con la compañía y sigue en activo. «Creo que esto es muy importante, poder contar con una base de gente que tenga esa visión histórica de la compañía, que domina el lenguaje tradicional muy bien, pero que cuenta con capacidad de apertura por haber trabajado durante todo estos años en diferentes estilos y con distintos coreógrafos. Creo que esta realidad nos ha permitido realizar trabajos tan distintos como los que hemos puesto en escena». Una de las principales características de Kukai ha sido su capacidad de impulsar colaboraciones y crear puentes entre diferentes artistas. Prueba de ello son las múltiples colaboraciones realizadas con la Orquesta Sinfónica de Euskadi, Oreka Tx, Juan Mari Beltrán, Iñaki Salvador, Logela Multimedia o Carlos Núñez, entre otros.
La formación se creó a iniciativa de Maya, quien continúa al frente. Se muestra satisfecho con lo conseguido durante estos años, pero reconoce que no se apoya lo suficiente a la cultura. «Me gusta ser positivo y quedarme con lo que estamos haciendo. Pero sigo pensando que la cultura no es prioritaria para nadie, y por eso las medidas que se toman son sobre algo que no es prioritario. Es un error, porque una sociedad que no esté bien alimentada de la cultura es una sociedad coja, entendiendo la cultura como parte de la formación humana.
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El director de Kukai reconoce que en Gipuzkoa a nivel de creación cultural se vive un buen momento porque se están viendo trabajos de gran calidad. Sin embargo, cree que «faltan medios para afrontar espectáculos que escapan de los formatos habituales que se suelen programas. Inconscientemente funcionamos en formatos programables». En esa misma línea, cree que hay una «disfunción entre la producción y exhibición. Se produce más de lo que se puede exhibir. Habría que impulsar la investigación en este ámbito».
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