Gordailua cambia de concepto

Gordailua quiere dejar de ser un almacén o depósito para convertirse en un centro coordinado con los museos guipuzcoanos y producir exposiciones itinerantes. Quiere «cambiar de concepto» y afronta el cambio con un gran aumento del presupuesto, del 41%: si en 2016 contó con 850.000 euros, este año serán 1.200.000. Gordailua se llama ahora Centro de Colecciones Patrimoniales de Gipuzkoa. Depende de la Diputación Foral de Gipuzkoa y está dirigido desde el pasado noviembre por el arqueólogo Carlos Olaetxea. Creado en 2011, en un edificio de Irun, allí se guardan desde cuadros hasta jarras de barro, pasando por kutxas y máquinas del siglo XIX, sin olvidar los huesos prehistóricos. Acoge el fondo etnográfico de la Diputación (35.000 piezas), la colección de arte de la Diputación (1.604 piezas), 4.500 piezas el Museo Naval, 30.000 objetos del Museo San Telmo y además están recogidas y catalogadas allí las más de 200.000 piezas del depósito arqueológico de Gipuzkoa.

Según ha declarado el diputado de Cultura, Denis Itxaso -que ha acudido acompañado por la directora de Cultura Mari Jose Telleria- «Gordailu seguirá trabajando como almacén, pero a partir de ahora va a crear alianzas con los museos, con los que son forales y con el Museo San Telmo. Va a diseñar una política de exposiciones temporales, coordinada con San Telmo y los otros museos». La nueva estrategia ha sido diseñada en colaboración con la empresa Albayalde, que tiene su sede en San Sebastián. «Esto no es museo, pero estará al servicio de los museos, para crear nuevos relatos», declaró Itxaso.

Ahora mismo, en el museo Oiasso de Irun está en marcha la exposición Porcelanas Bidasoa: arte, industria y memoria, con materiales aportados por Gordailua. Próximamente, en abril, se pondrá en marcha la primera iniciativa del llamado Gordailua Korner, que consiste en reservar espacios en museos para mostrar algún objeto -u objetos- de Gordailua. Ekainberri, en Zestoa, abrirá un espacio denominado El oso en Gipuzkoa, una mirada desde la Prehistoria hasta la Historia».

Otra de las novedades es la organización de una exposición de arqueología al año. Y es que no hay que olvidar que el nuevo responsable de Gordailu, Carlos Olaetxea, es precisamente un arqueólogo de largo recorrido. Ya en 2018, en colaboración con el Museo de la Evolución Humana, de Burgos, que dirige Juan Luis Arsuaga, se llevará a cabo una exposición sobre el león de Arrikrutz, que es uno de los pocos casos en los que se ha conseguido recuperar un esqueleto completo de león de las cavernas. Otro proyecto es una exposición sobre Lezetxiki, en colaboración con Arrasate Zientzia Elkartea.

Este mismo año se podrá visitar virtualmente Gordailua, gracias al convenio firmado con Google Art. Así pues, se llevará a cabo lo ya realizado en el Museo de Bellas Artes de Bilbao, entidad pionera en este aspecto en el País Vasco.

Asimismo, el centro fomentará su apertura a la sociedad mediante la posibilidad de visitas guiadas, y trabajará en red con otros equipamientos europeos similares como los existentes en Glasgow (Reino Unido), Zurich (Suiza) y Arles (Francia). De hecho, ya han comenzado las visitas guiadas para escolares, y de cara a la Semana Santa habrá un grupo que verá en Gordailu la colección de argizaiolas y un confesionario portátil, para luego ir a visitar el museo diocesano, enclavado en la basílica de Santa María, en San Sebastián.

Paralelamente a estas iniciativas, el centro continuará con sus labores de catalogación de fondos, comenzará a colaborar con la UPV/EHU en distintos ámbitos e intentará ampliar sus colecciones para completar algunos campos en los que se han detectado vacíos, como los existentes en la sección de arte, por la ausencia de obras de los primeros años del Grupo Gaur, o en la de etnografía, muy centrada en el mundo rural pero con lagunas en lo referido a objetos del mundo urbano.