Nestor Basterretxea recibió emocionado una «medalla prestigiosa, pero inesperada»

«Mi más profundo agradecimiento a los que me han concedido esta medalla tan prestigiosa y, la verdad, tan inesperada para mí». Así se expresó el 26 de septiembre de 2013 un emocionado Nestor Basterretxea instantes después de recibir la Medalla de Oro que le había entregado el diputado general, Martin Garitano. El artista ha fallecido esta mañana a los 90 años.

El artista nacido en Bermeo pero vínculado profundamente y durante muchos años a nuestro territorio recibió en septiembre de 2013 la Medalla de Oro. Siguió todo el acto, realizado en la Planta de Honor de la Diputación Foral de Gipuzkoa, sentado en una silla de ruedas, pero hizo el esfuerzo de levantarse para que el diputado general le impusiera la distinción.

Después volvió a sentarse para dirigirse al numeroso público congregado, entre ellos familiares y amigos que quisieron arropar al artista, así como diferentes políticos, todos ellos del ámbito nacionalista. Abrió la carpeta que portaba, y emocionado y agradecido, recordó que gracias «a un cero en matemáticas y un diez en dibujo, notas ciertamente repetidas, que determinaron desde mi primera juventud que el dibujo fuera la más espontánea y deseada labor, referencia que no ha cambiado, pues dibujar es aún lo que más me complace».

Nestor Basterretxea se expresaba así después de haber sido protagonista minutos antes de un acto abierto al público en general, realizado en la confluencia de la calle Andía con la calle Churruca, donde un numeroso grupo de dantzaris le bailó un aurresku de honor. El camino que recorrió desde la Diputación hasta el pequeño estrado colocado sirvió para que el artista recibiera las primeras felicitaciones de la tarde. Entre ellas las de los exlehendakaris Carlos Garaikoetxea y Juan José Ibarretxe.

Recordó que le tocó vivir «dos feroces guerras, aunque nunca perdí mi conciencia de vasco» y cómo tuvo que convivir «con las diferentes expresiones artísticas nacidas al comienzo de nuestra modernidad y eso me condujo a usar las técnicas diversas al servicio de nuevas rutas como el cine, el diseño industrial y gráfico...». Y es que Nestor Basterretxea, como después lo calificaría también Martin Garitano, «es un artista polifacético». «Es un guipuzcoano nacido en Bermeo, o tal vez, un bermeotarra que ha elegido vivir en Gipuzkoa», añadió.

Nestor no se conformó con sus obras como escultor y otras muchas disciplinas despertaron su interés y le mantuvieron ocupado como, por ejemplo, la siempre recordada "Ama Lur", documental firmado por Nestor junto a Fernando Larruquert, que se estrenó en el Festival de Cine de San Sebastián de 1968.

Su lista con siete trabajos

Con ironía, el artista indicó que «por la premura de tiempo, de todos mis trabajos sólo citaré siete». Y pasó a enumerarlos. «Los relieves del muro de la presa de Arriaran (Beasain), la escultura del puerto de Bermeo, la escultura símbolo del Parlamento Vasco, las pinturas en la cripta de Aranzazu, la escultura situada en el nuevo parque de La Arboleda, la del campus de Ingenieros de Ibaeta y la serie Cosmogónica Vasca».

Un vídeo del artista había mostrado algunas pinceladas de su carrera, así como un pequeño resumen de su pensamiento. «Siempre he dicho que el artista vasco debe estar abierto al mundo, pero con los pies aquí (y lo dice con un expresivo gesto», significó para abundar en su sentimiento nacionalista. «Estoy a favor de Euskadi, de que haya más libertades. Siempre he sido nacionalista y lo seré, pero siento que no haya más unión».

Y dirigentes nacionalistas del PNV y EH Bildu fueron, como se ha indicado, los que le arroparon en una tarde feliz e inolvidable para el escultor. Junto a los dos exlehendakaris, Helena Franco, Ikerne Badiola, Rafael Larreina... de Bildu, y Markel Olano, Aitor Kerejeta, Xabier Ezeizabarrena, del PNV, dieron calor y cariño a Nestor, quien no se olvidó de otras dos figuras vascas, como Barandiaran Oteiza. Y cerró su alocución con unas palabras que escribió hace 35 años y que considera que siguen vigente. «En este tiempo de vital urgencia y de urgente defensa de nuestras razones históricas y políticas, sigo empeñado en mezclar los sentimientos del poder testimonial del arte, hermanado con los que en esta tierra nuestra trabajan por una creciente y renovada cultura, que es programa de futuro y fuerza generadora de libertades». Sus palabras finales dieron paso a la actuación final del dantzari Jon Maia, a los sones de la música de Iñaki Salvador. Martin Garitano cerró este entrega de la Medalla de Oro a un artista vizcaíno unido a Gipuzkoa desde el inicio de su carrera artística.