Zarautz
«Hemos cumplido 75 años con la zapatería, pero con la idea de seguir muchos años más»Desde su inauguración en 1950, se cumplen ahora 75 años de la zapatería Cazalis, con la cuarta generación ya trabajando en ella
La zapatería Cazalis cumple una llamativa efeméride, 75 años de vida desde su inauguración allá por 1950. Se dice pronto, pero tras todos estos años, la zapatería sigue en marcha ya con la cuarta generación, con Fátima Cazalis, su hija María Larrañaga y la gran complicidad de Nandy haciendo equipo ya que trabajan juntas desde 1991.
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Los inicios se remontan a una pequeña tienda que Juani Egiguren tenía frente al colegio Antoniano, en San Frantzisko kalea. «Mi padre Antonio comenzó ayudando a su madre en la tienda. Entonces se llamaba Calzados Juani y el almacén estaba en Gipuzkoa kalea, a medio centenar de metros. La pequeña tienda no tenía capacidad para almacenar zapatos y la de vueltas que hacíamos al almacén en busca de calzado», recuerda Fátima, que con 16 años ya comenzó a trabajar en serio y todavía sigue al pie del cañón. «A mí siempre me ha gustado este trabajo, el mundo del calzado y sobre todo el trato con la gente y, aquí seguimos todavía. Tengo la suerte de contar con la ayuda de mi hija mayor María, quien también disfruta con este trabajo y está dispuesta a dar continuidad a la tienda. Cumplimos 75 años, pero parece que pueden ser bastantes más», comenta Fátima, contenta por la decisión de su hija.
Tras 31 años en San Frantzisko kalea, pasaron a la zapatería de Lege Zaharren Enparantza. «Mi padre se dio cuenta de que no teníamos espacio para 'crecer' ni se cumplían las condiciones para atender de la mejor manera a la clientela y coincidió que se vendía este local de la Plaza del Ayuntamiento y lo compró. Llevamos 44 años aquí y queremos agradecer a toda la clientela su fidelidad».
«Agradecemos la fidelidad de la clientela durante todos estos años. Eskerrik asko guzti-guztioi»
Subraya Fátima que hay muchas familias de Zarautz y de los pueblos de alrededor que les son fieles y «si seguimos adelante es porque nos gusta nuestro trabajo y por el apoyo de toda nuestra clientela, con generaciones de muchas familias que siguen siendo nuestros clientes. Hemos conocido a los abuelos/as, luego han pasado los hijos/as y ahora vienen incluso los nietos/as. Y no nos podemos olvidar de la clientela que a lo largo de estos años vienen cada verano o en etapas diferentes y que siempre cuentan con nosotros e incluso pasan a saludar si están de paso. Eskerrik asko guzti-guztioi!».
Escaparate de agradecimiento
Para celebrar la efeméride tienen pensado montar un escaparate de agradecimiento, hacer unas bolsas conmemorativas y un sorteo semanal de un cheque compra de 75 euros (los años que cumple Cazalis).
Fátima y su equipo conocen de primera mano cómo ha ido evolucionando el calzado que venden. «El estilo ha variado mucho, todos buscan zapato cómodo y joven y ya no hay edades para calzarse una cosa u otra, todo depende del estilo de cada uno pero sí que la fabricación considerada antes como para 'mayores', ha ido desapareciendo. Nosotras estamos para aconsejar, asesorar y tenemos claro que tiene que encajar y convencer al cliente/a, si no le queda bien o no le gusta, otra vez será». Fatima añade un buen consejo de su padre Antonio, que falleció con 68 años; «Nos enseñó que es muy importante ponerse al otro lado del mostrador, en el lugar del cliente y hacer que se sienta cómodo compre o no».
Esta etapa en la que vivimos y que «sin moverte de casa puedes comprar lo que quieras», es la que les hace creer aún más en su trabajo de asesoramiento y profesionalidad y luego que cada uno decida lo que más le conviene.
«Mi padre, referente»
Fátima se muestra muy orgullosa de que su hija mayor, María, siga sus pasos. «Al igual que a mi padre le cogí yo el relevo, que María esté conmigo en esta etapa, me motiva para que Cazalis siga durante muchos años más. María viene con nuevas ideas y es el soplo de aire fresco que necesita todo negocio para seguir funcionando. Mi padre dejó el listón muy alto y es nuestro referente, no hay semana que algún cliente/a no haga mención de alguna anécdota o consejo que le dio en su día y nos llena de orgullo el cariño que apreciamos al escucharlas».