Van Vleuten: «Es fácil mantener la motivación con carreras como la Clásica»

– ¿Cómo se siente después de ganar la Clásica San Sebastián?

– Estoy súper orgullosa de cómo se ha comportado hoy el equipo. Siempre he disfrutado corriendo en las carreteras del País Vasco y la txapela es un premio muy especial. Creo que me ha ayudado el haberme quitado la presión de la competición y el haber venido aquí con el objetivo de disfrutar.

– Lo hizo tan bien en la subida final a Murgil que incluso pareció fácil.

– Sí, pero antes el equipo ha venido a la carrera con un plan y se ha ejecutado a la perfección. He venido porque me encanta correr y no me quería perder esta fiesta con el equipo. La subida se adecuaba a mis características como corredora, pero sin la fuerza con la que han controlado la carrera mis compañeras la victoria no hubiese sido posible. He celebrado las medallas de los Juegos con ellas. Las quería compartir con las compañeras y ahora toca celebrar la txapela.

– Arrancó muy pronto en Murgil...

– He visto que la gente estaba sufriendo en las primeras rampas. He decidido recuperar el tiempo que faltaba por quitar a la fuga desde el principio de la subida y así atacar en los primeros metros. He conseguido una buena diferencia para llegar bastante tranquila a meta, aunque he tenido ese susto en la bajada. He tenido suerte para controlar la bici y no caerme. Luego lo he dado todo hasta el final.

– ¿Cómo mantiene el hambre por ganar? A sus 38 años ha ganado Mundiales, Tour de Flandes y Giros, pero ha querido recorrerse medio planeta para estar aquí.

– ¡Buah, es increíble! Me sentí con muy buenas piernas en Tokio y pedí al equipo que 'por favor, por favor' me dejara correr la Clásica. Me ha dado todas las facilidades posibles para que pudiera llegar lo mejor posible aquí y la verdad que no es difícil mantener la motivación con carreras como la Clásica. Es muy especial.

– ¿Cómo ha sido el regreso desde Japón? El cuerpo le ha respondido a tantas horas de vuelo y al trastorno horario?

– El aterrizaje supuso un shock. Después del calor que hemos pasado en Tokio durante varias semanas, ha sido duro llegar aquí con un tiempo de lluvia incluso frío, y para el cuerpo ha sido un golpe este contraste de temperaturas. También el cambio de horario me tiene algo descolocada, sobre todo en las comidas. Es verdad que me he sentido extraña, pero tenía claro que venía con buenas piernas de Tokio. Como no pudimos celebrar en la Villa Olímpica porque no estábamos para fiestas allí, esta ha sido la ocasión para hacerlo. No es difícil encontrar la motivación si te gusta correr.