Murgil, ¿decisivo o superado?
El muro de Igeldo, que se introdujo en 2014, seleccionaba al más fuerte en los primeros años y ha deparado desenlaces variados en las últimas ediciones
Las carreras evolucionan y el muro de Igeldo ha sido el último gran cambio de la Clásica de San Sebastian. Se introdujo en la ... edición de 2014. Aquel año se subió por Bordako Tontorra y desde entonces, por Murgil, dos caminos paralelos. Tras años llegando a Donostia desde Jaizkibel, Erlaitz y Gurutze, esta subida ha cambiado el desenlace de la prueba y ha obligado a los ciclistas a adaptarse.
Al principio, fue una subida decisiva. En las tres primeras ediciones con Igeldo, hubo un ganador en solitario. Alejandro Valverde (2014), Adam Yates (2015) y Bauke Mollema (2016) aprovecharon las ascensión para destacarse y llegar triunfantes al Boulevard. El primer grupo perseguidos llegó a distancias muy similares, 14, 15 y 17 segundos, respectivamente.
Pero, como pasa en todas las carreras, lo corredores no tardaron en adaptarse a los nuevos requisitos de la carrera. En 2017, ya fueron cinco los ciclistas que llegaron en cabeza. Ganó Michal Kwiatkowski, que superó en el Boulevard a Tony Gallopin, Bauke Mollema, Tom Dumoulin y Mikel Landa. El grupo perseguidor alcanzó la meta a 38 segundos.
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En 2018, Julian Alaphilippe y Mollema lograron abrir hueco. El francés no tuvo problemas para ganar el mano a mano, lejos del alcance del grupo perseguidor de nueve unidades, a 16 segundos en meta.
Anticiparse
El último giro de guion Clásica llegó en 2019, cuando Remco Evenepoel se anticipó a Murgil. El belga atacó en Usurbil junto al Toms Skujins. Dejó al letón en las primeras estribaciones de la subida y llegó en solitario a meta, sin dar la más mínima opción al grupo perseguidor, que llegó a 38 segundos encabezado por Greg van Avermaet, por delante de otros diez ciclistas.
Tras la interrupción por la pandemia en 2020, el esquema se repitió en la última edición. Neilson Powless, Matej Mohoric, Mikkel Honoré y Lorenzo Rota se escaparon en Erlaitz y fueron inalcanzables. La pizarra del director del EF, Juanma Garate, eliminó Murgil de la ecuación. El cuarteto se jugó el triunfo en el Boulevard, con victoria para Powless. Un grupo de diez unidades llegó a 1:04.
Habrá que ver si el pelotón del World Tour, con los mejores ciclistas del mundo, ha encontrado la manera de dejar antiguo Murgil (como hizo con Jaizkibel, lo que obligó a introducir Erlaitz, y luego con este último, para meter Igeldo) o la subida vuelve a recuperar su carácter decisivo. Su cima está a 8,2 kilómetros de meta. Son 2,1 de ascensión al 10,1% de media con rampas máximas de 19% y varias que alcanzan el 14%.
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