Cabalgadas de ensueño como la de Evenepoel

A 35 kilómetros de meta. 9 de octubre de 2021. Giro de Lombardía. Tadej Pogacar está a punto de cerrar una temporada en la que ya ha ganado Tour de Francia, Lieja-Bastogne-Lieja, Tirreno-Adriático y una etapa de la Itzulia, además de colgarse la medalla de bronce en los Juegos de Tokio. Pero el esloveno no se conforma con dejar pasar los kilómetros en el último monumento de la temporada. Ve el hueco en la ascensión al Passo di Ganda y aprieta a 35 kilómetros de la llegada. Se lanza en solitario a la caza de Fausto Masnada, que rodaba en cabeza. Le alcanza y le supera al sprint. Los perseguidores llegan a 51 segundos.

A 49,5 kilómetros de meta. 5 de marzo de 2022. Strade Bianche. Pogacar vuelve a Italia con la misma sed de victoria. En un tramo en subida de las carreteras blancas, el esloveno no se lo piensa. Actúa. Mira al rutómetro y comprueba que restan 49,5 kilómetros para la meta en Siena, pero no duda. Carlos Rodríguez resiste unos metros hasta que cede. No vuelven a ver al hombre del UAE, que devora metros de asfalto y caminos de tierra. Administra sus fuerzas para cruzar la línea de meta con una renta de 37 segundos sobre un grupo encabezado por Alejandro Valverde, rendido ante la maestría del vencedor.

A 42,2 kilómetros de meta. 25 de marzo de 2022. E3 de Harelbeke. Wout van Aert quiere sumarse a la fiesta en la cita considerada como el aperitivo del Tour de Flandes. Tira de poderío. Elige el paso por el Paterberg, un muro empedrado por el que transcurren decenas de pruebas ciclistas flamencas. Impone un ritmo infernal que solo aguanta, a duras penas, Christophe Laporte, su compañero del Jumbo. Van Aert no necesita acelerar de nuevo, ya que unos días antes le había servido en bandeja el triunfo al francés en una etapa de la París-Niza. Colaboran durante 42,2 kilómetros para abrir un hueco de 1:36 sobre un paquete selecto formado por Kung, Mohoric, Grmay, Van Baarle, Asgreen... No pueden con la pareja, que entra en meta agarrada de la mano.

A 29,5 kilómetros de meta. 24 de abril de 2022. Lieja-Bastogne-Lieja. Un monumento de carrera. Nada más coronar La Redoute se lanza a por todas. Poco le importa que resten 29,5 kilómetros. Evenepoel arranca con tanta fuerza que despega del suelo la rueda trasera. Parece que va a volar. No parece. Vuela hacia la gloria. Pedalea como los grandes rodadores en los tramos llanos, sube a ritmo los repechos y las cotas sentado sobre el sillín, resiste la reacción de los rivales y lanza la bici en las bajadas para mantener a raya a Van Aert y compañía. El rodaje adquirido unas semanas antes en la Itzulia le sienta de maravilla. Demuestra fondo y fuerza. Después de dos kilómetros finales tranquilos y dedicados a las celebraciones, le sobran 48 segundos.

A 45,9 kilómetros de meta. 30 de julio de 2022. Clásica de Donostia. Pogacar pierde comba en Jaizkibel cuando estaba llamado a desquitarse de la derrota en el Tour. Todos las miradas recaen sobre Evenepoel. No vacila. Al contrario. A falta de duelo con el esloveno, es hora de marcarse un solo. Tras una probatura del Education First en las rampas iniciales de Erlaitz, toma el mando, eleva la velocidad y únicamente Simon Yates es capaz de seguirle a rueda. El jefe de 22 años le pide un relevo con el típico gesto del codo. No pasa. No puede. Diez metros más arriba cede. Adiós. La Clásica es suya por segunda vez. Detrás, un rosario de corredores. Sivakov, a 1:58; el séptimo, a 4:09. Diferencias abismales.