«Además de estar bien físicamente, habrá que saber moverse estratégicamente»

- ¿Cómo se encuentra tras su experiencia en los Juegos?

- Creo que estoy bien. He estado bastante tranquila estos días en casa descansando, que hacía falta, y también he hecho un entrenamiento serio. Esta mañana -por ayer- he salido a hacer parte del recorrido, incluyendo el repecho de Murgil hasta Igeldo, junto a las compañeras de equipo y las sensaciones han sido buenas. Lógicamente, en competición será diferente, pero...

- ¿Le ha dado la vuelta ya al viaje desde Japón?

- Creo que sí. Llegué el martes por la noche y pienso que el tema del sueño lo he regulado bien desde entonces.

- ¿Qué sensaciones se trae de la carrera de Tokio?

- Me encontré bastante bien. Rodé en el grupo de las mejores en todo momento y en los últimos kilómetros la seleccionadora Gema Pascual me pidió que trabajara para Mavi García y así lo hice, ayudándole a pasar adelante y a quitarle el viento antes del circuito final para que pudiera disputar un buen puesto. Hice mi trabajo. El resultado posterior (28º) vino condicionado por esa labor de los kilómetros previos.

- Así que llega mejor que en 2019 a la Clásica

- Bueno, hace dos años también estaba en una buena condición física, pero salió una carrera un poco rara, con una escapada que se marchó de lejos, desde Irun, y atrás nadie quiso tomar la responsabilidad.

- Y usted deseando de que alguien se pusiera a tirar...

- Es que luego cuando Van Vleuten arrancó en las rampas de Murgil estuve con ella, lo que indica las buenas piernas que tenía (terminó 19ª en el grupo de favoritas). Hace dos años estaba bien y ahora también.

- Moraleja: puede que esta Clásica tampoco se decida según el guion clásico entre las más fuertes en los kilómetros finales.

- Eso es. En los Juegos ya vimos cómo llegó una escapada que se hizo de salida. En esta Clásica además faltan bastantes corredoras que han estado compitiendo en Tokio y los equipos no van a tener mucha gente para controlar los ataques en el pelotón, ni para tirar después, así que hay bastantes opciones de que una fuga pueda llegar a meta y de que la ganadora salga de ahí aunque no estuviera en la lista de las máximas aspirantes. Habrá que estar atentas.

- A coger esa fuga entonces.

- Bueno, habrá que saber moverse y acertar en el momento adecuado. Puede que yo me mueva y no me dejen marchar. Lo que está claro es que, además de estar físicamente bien, esta carrera va a pedir ese punto de acierto desde el punto de vista de la estrategia.

- ¿Preferiría que el desenlace fuera un pulso de tú a tú en las rampas de Murgil entre las favoritas?

- Bueno, en ese caso creo que Annemiek van Vleuten (Movistar) está un punto por encima de las demás. Vamos a ver lo que pasa, cómo nos vamos encontrando y qué opciones podemos jugar para sacar el máximo provecho posible.

- Tiene como compañera de equipo a Lucy Kennedy, la última ganadora. ¿Le va a condicionar eso?

- En el equipo saben que es la prueba de casa para mí y que estoy a un buen nivel, así que espero tener libertad para poder hacer mi propia carrera. Habrá que ver cómo viene Lucy, cómo van transcurriendo los kilómetros y cómo nos encontramos nosotras.

- La organizadora Leire Olaberria dijo en la presentación de la carrera que tenía usted una buena oportunidad para triunfar en la Clásica. ¿Supone eso mayor presión para usted?

- No. De presión nada. En las carreras de casa me suelo desenvolver bien. Ahí están los ejemplos de Eibar, Durango... Me gusta darlo todo cuando compito por aquí. Más aún en la Clásica. Me hace mucha ilusión esta carrera. No tengo ninguna presión añadida.