De barbería a floristería, 100 años de Ormazabal

'Ehun urte zuekin-Cien años con vosotros' es el lema escogido por los Ormazabal para esta celebración tan especial que esperan extender a todo el año y que comenzó este miércoles con la presentación del nuevo logo y de los actos previstos. «Cien años con Lasarte-Oria, cien años con toda esta gente que en su momento vino de fuera, con los que ya estaban aquí... Entre todos hemos hecho 100 años de vivencia de Ormazabal y, por todo ello, zorionak también a todos». Con estas palabras de felicitación comenzó Ramón Ormazabal el acto de presentación celebrado en el interior del establecimiento y para el que estuvo acompañadopor su mujer Coro Ortega y su hijo Julen.

Ormazabal echó la vista atrás para hacer un breve repaso de la dilatada trayectoria del comercio que ha vivido diferentes etapas en todo este tiempo desde que empezó como barbería y taberna. De hecho, Ramón recordó que la historia comenzó hace más de 100 años, a finales del siglo XIX. «Cuando aquí había dos edificios, Lizarriturrinea menor y Lizarriturrinea mayor. En el primero había ya actividad comercial. Nuestro bisabuelo, según los datos que nos han ido pasando, era de profesión alpargatero, pero la actividad comercial no se ceñía a eso ya que funcionaba también como tienda de tejidos e hilados, mercería, taberna, barbería y, lo que mucha gente todavía recuerda, como surtidor de gasolinera», explicó Ramón. «Fue nuestro aitona, Javier Ormazabal, quien compró Lizarriturrinea mayor y edificó lo que sería ya el negocio del que ahora conmemoramos el centenario, pero que comenzó como barbería y taberna. Aquí en este solar fueron pasando los años y ya el aita y la ama, en los años 50, hicieron una gran reforma, y crearon la tienda de ultramarinos», recordaba. «A los con 16 años ya entré yo en el negocio familiar y cuando ya me caso hace 37 años creamos la floristería actual, tienda de regalos etc. Ese ha sido el proceso de Ormazabal como tal». Tres generaciones, por tanto, con tres negocios diferentes; barbería y taberna, tienda de ultramarinos y floristería, y artículos de regalos y complementos de moda».

Aunque el acto principal de la celebración del centenario de Ormazabal será el día 17 febrero en el espacio Antonio Mercero, el primer paso, ya dado, fue el de la creación de un logo conmemorativo, obra de Asier Esparza, en el que han querido mantener el espíritu del negocio pero con tintes renovados. «Por un lado hemos elegido una letra vasca. Desde siempre Ormazabal se reflejaba en todos los letreros con la letra vasca y se sigue manteniendo la misma línea. Los colores siguen reflejando alegría y esperanza, y los tres números que salen de la tierra simbolizan la fuerza y el trabajo, con ese concepto de comercio que nos ha gustado desarrollar todos estos años y que esperamos que el que siga en su día lo haga en la misma línea».

El el acto celebrado ayer en la floristería tambien participaron representantes de la asociación Aterpea para quienes Ramón Ormazabal tuvo palabras de agradecimiento, ya que lleva «desde hace 30 años trabajando en este pueblo».

En lo que respecta a la celebración que tendrá lugar el día 17 de febrero, adelantó que para ella han querido contar «con las entidades culturales de este pueblo que son las que dan vida al pueblo y al comercio. Todos ellos van a estar representados en ese acto. Habrá txistularis de Lasarte-Oria, estarán Alboka, Zero Sette, Erketz y no sabemos si habrá más sorpresas», subrayó dejando la última posiblidad en el aire.

Ramón Ormazabal subrayó que a lo largo del año habrá también más actividades «relacionadas con el Hipódromo, el reconocimiento a la Federación Mercantil, participaremos en la Korrika, queremos hacer algo en la campaña de primavera de Aterpea y lo que vaya surgiendo...». Y adelantó que en la campaña que Aterpea del 3 de junio al 28 de septiembre entre sus clientes tendrá como premio una orquídea de la floristería.

Y haciendo un guiño a la frase que llevan en su camiseta, Ramón Ormazabal recordó el lema del que hacen gala en su casa: «Izan garelako, oraindik ere bagara, beti izango gara. Porque hemos sido, somos y seremos».