«Mi sueño es comprar una furgoneta e irme a vivir a América»

– Hoy se jubila después de 28 años trabajando dentro de la pelota de Hernani. ¿Qué recuerdos tiene de cuando comenzó?

– Antes de empezar como delegado de pelota solía estar metido en varias salsas en Hernani, organizando campeonatos de pala, en las olimpiadas... El anterior delegado, Joxe Miguel Axurmendi, que no podía seguir con el cargo, se me acercó un día y me comentó si lo quería coger yo. Tampoco lo pensé mucho ya que me gustaba mucho la pelota. La verdad es que me encontré con un club que no tenía federados más que un grupo de chicas, cinco o seis que jugaban a paleta goma. De mano no había nada, ya que los pelotaris de entonces se habían ido a Añorga. Sí había una buena base con una escuela de pelota, con el trabajo de Miguel Salaberria y Miguel Ezpeleta. No empezamos de cero, pero sí con muy poco federado.

– Ha cambido mucho.

– Todo. Ahora mismo habrá unos 120 pelotaris federados, contando también a las chicas e incluida la escuela. Me atrevería a decir que ningún club lo tiene.

–¿A qué se puede deber?

– La principal es por que se ha trabajado bien, pero también por que hemos creado afición. Además, Hernani es un pueblo grande. La pelota en su día funcionaba sobre todo en pueblos pequeños, pero con el paso de los años en ellos ha ido desapareciendo. Se mantiene en pueblos grandes.

– La escuela actual de pelota se ha asentado mucho.

– Habitualmente andamos en unos 40 chavales. Chicas no tenemos, al haber aquí una pelota de pala de féminas y se enfocan más hacia ella. Creo que cuando yo comencé, al poco tiempo, tuvimos mucha suerte por que juntamos un muy buen equipo de Interpueblos que creó afición. La primera década fue asombrosa, por que llegamos a muchas finales y ganamos el torneo 5 o 6 veces. Se tradujo en que algunos de los pelotaris que estaban jugando fuera volvieron, como Esnal u Oiaga. Estos dos ficharon además por una empresa profesional y empezamos a traer festivales importantes.

– Eso generó afición.

– Sí, aunque antes también había. En su día debió de haber un campeonato llamado 'Los Luises' en Hernani que era el más importante que había en la categoría aficionada. He visto fotos con la gente encima de los árboles siguiendo los partidos en el frontón de los Tilos. Todo lleno.

– ¿Qué le ha dado Rufino a la pelota de Hernani?

– He sido el engranaje de un grupo de trabajo. Siempre hemos funcionado Salaberria y Ezpeleta, también Feliciano Zabala nos ha ayudado una barbaridad en la década de los Interpueblos.

– ¿Y la pelota a Rufino?

– Dentro de la cancha muchas satisfacciones, me gusta mucho la pelota y ver jugar a los chavales. Fuera del frontón, muchos disgustos y sinsabores: relación con las empresas profesionales, con las federaciones, con otros clubs... La pelota, a mi modo de ver, no funciona bien, pero soy una minoría. Ha habido cosas que he intentado cambiar, pero no he podido.

– Si tuviera que elegir una época...

– La del Interpueblos que llenaba el frontón fue una época muy bonita. Se juntaba también con la organización de festivales profesionales. La siguiente década también fue muy importante, con pelotaris de mucho nivel que han ganado todos los campeonatos más importantes: Aitor Gorrotxategi, los hermanos Aizpitarte, Markel Lizeaga, Paul Ojuel, Ioritz Arrieta, Unai Álvarez... Ahora pasa más bien lo contrario, se mantiene algo en senior pero nos han salido cuatro infantiles y un cadete que ahora mismo son de los mejores. En ese sentido me voy contento.

– Interpueblos siempre ha sido especial.

– Cuando representas al pueblo es diferente. Somos hernaniarras, 20.000 personas y si van 1.000 al frontón ya lo llenas. Fueron años muy bonitos, con recibimientos en el Ayuntamiento que se te quedan grabado. No se olvida nunca.

– Pero se lleva años que no se está arriba.

– Tienes que tener mínimo dos parejas buenas. El año pasado teníamos equipo para ganar, pero tuvimos la mala suerte de que el senior Markel Lizeaga se lesionó en la primera jornada.

– ¿Qué ha sido lo peor en estas casi tres décadas?

– Dentro de la cancha he hecho todas las facetas posibles: delegado, entrenador, juez, botillero. En todos he disfrutado un montón, pero, como ya te he comentado antes, lo que no he disfrutado nada ha sido en las asambleas de las federaciones, donde siempre se han rechazado mis propuestas. Tampoco en la relación con las empresas profesionales, llegue a hacer dos finales como juez, pero he funcionado poniendo lo que no me gustaba de la pelota en las redes sociales y eso me pasó factura.

– ¿Cuál considera el logro más importante?

– Posiblemente los títulos en el Interpueblos. También particularmente me proporcionó mucha alegría lo logrado por Unai Álvarez ya que es mi sobrino. Ir con él y sus padres a los mundiales de Chile y México, en Cuba no estuve, fue tremendo. Las dos finales que perdió sufrimos y disfrutamos una barbaridad.

– Si tuviera que elegir un pelota especial en el frontón.

– Hemos tenido dos pelotaris que por razones que las empresas sabrán no han sido profesionales: Aitor Gorrotxategi e Ioritz Arrieta. Tenían nivel suficiente para jugar en profesionales. Arrieta ha quedado campeón del mundo sub 22, teniendo como suplentes suyos a Víctor y a Jaka, dos pelotaris luego profesionales. Siempre ha estado a un nivel muy alto. Y Gorrotxategi lo ganó todo, ganando el Mundial de Barcelona. No le llamaron ni para entrenar. Otro fue Izadi Grajal, que jugó hasta juveniles. Ha sido un proyecto de pelotari que podía haber hecho grandes cosas, era un fenómeno. Pero le gustaban otras cosas, mucho el surf y lo ha girado todo en torno a él.

– ¿Al pelotari bueno se le ve desde pequeño?

– Técnicamente sí. Que tiene dos manos y las maneja bien por arriba y por abajo se ve enseguida. Eso no quiere decir que al final salga, por que luego te tiene que funcionar la cabeza y saber sufrir con las manos, que muchas veces las tienes mal. Y hoy en día es imprescindible el trabajo físico, ahora son auténtico atletas.

– ¿Alguno que parecía que no iba a llegar y haya sorprendido?

– Sí que los hay. El actual mejor delantero en aficionados es Oian Canabal, navarro, y empezó a destacar con 22 años. En Hernani un ejemplo es el caso de Altuna. En una final del Interpueblos los dos hermanos en cadetes perdieron de paliza pero ganamos la final y estaban cabizbajos. Su nivel era muy bajo entonces. Ahora Josu Altuna tiene 26 años y un nivel de un primera. A base de trabajo y constancia ha tenido una gran evolución.

– ¿Cómo está la pelota en Hernani ahora mismo?

– Tengo una cierta preocupación por que en la escuela solemos andar con 40 chavales y este año se ha quedado en 28. La primera vez que hemos notado un bajón. Puede ser normal por que el número de nacimientos en Hernani ha descendido. Además, las familias que vienen de fuera desgraciadamente la pelota no la conocen. Sí se apuntan a otros deportes pero a la escuela de pelota no viene ninguno, es un deporte desconocido para ellos. Ahí tenemos un handicap. También tengo que decir que ahora tenemos un buena base de pelotaris y creo que en ese sentido la valoración es muy positiva.

– Toda la vida en el frontón, ¿y ahora qué?

– Hoy, si hubiera ido todo bien me habría despedido de la familia y me habría ido a América a vivir. Me encanta viajar y mi sueño es ir allí. Tengo muchos contactos en México, he estado seis veces. Comprar una furgoneta de segunda mano y recorrer carreteras hasta que me aburra. He andado mucho con la furgoneta. Pero estoy pendiente de una operación de cadera y luego tendré seis meses de recuperación. Mis hermanas me dicen que estoy loco pero lo voy a hacer.