Sentido homenaje a las víctimas del franquismo
La asociación Oroituz Andoainen volvió a reclamar «verdad, justicia, reparación y la garantía de que no volverá a repetirse» para los perdidos y sus familias
El buen tiempo colaboró a que el recuerdo a las víctimas del franquismo, fusilados durante la Guerra Civil, volviera al parque Alfaro. Concretamente a la escultura 'Al alba', de Gotzon Etxeberria. Un sentido homenaje que volvió a reunir a un numeroso público, que por contra cada vez es menor. Los miembros de Oroituz Andoainen, la asociación en favor de los derechos de las víctimas del franquismo, así lo manifestaron tras la finalización del acto, y con este inconveniente presente hicieron su discurso en la víspera del Día de la República.
Y es que cada año que pasa son menos personas las que se sientan en la primera fila del homenaje, reservada para las víctimas o familiares de las mismas que un día el franquismo decidió arrebatar. Hijos y sobrinos que dejan sus puestos vacíos, sin relevo de las siguientes generaciones en el recuerdo a los perdidos y en la ofrenda floral que cada año se celebra en este monumento. Aunque hay quienes mantienen el compromiso, el olvido cada vez es más cercano.
Oroituz Andoain, como mencionó en su discurso, no quiso que cayera en el olvido que la Transición puso una «alfombra roja» a aquellas «élites privilegiadas» que apoyaron el golpe militar y la posterior dictadura, pasando «de la noche a la mañana a ser demócratas» y manteniendo muchos de los privilegios que tenían antes de la Guerra Civil. Por contra, afirmó Lurdes Arteaga, a las víctimas del franquismo se les ha denegado los principios aprobados por la comunidad internacional, los que velan por «la verdad, la justicia, la reparación y la garantía de que no volverá a repetirse». Por ello, es más doloroso ver esos asientos vacíos, porque se trata de víctimas que «se han ido sin ningún tipo de reconocimiento», al igual que otras muchas en el estado. Durante décadas, apuntaba Arteaga, no se ha mirado por cuidar estos principios, y mucho menos lo hace «la Ley de Memoria Histórica aprobada en 2022, aunque haya sido un pequeño paso adelante».
Recordaron que son muchas las víctimas del franquismo que «se han ido sin ningún tipo de reconocimiento»
Asimismo, en nombre de la asociación se mostró muy preocupada por la «contraofensiva» iniciada por partidos de derechas en el gobierno en ciertas comunidades autónomas, como Castilla y León, Valencia o Aragón, donde han emprendido una memoria «por la concordia» que rechaza el franquismo como una dictadura.
Con todo, Oroituz Andoainen seguirá trabajando por la memoria antifranquista y realizando homenajes por su «especial necesidad hoy en día», puesto que «el día que olvidemos la memoria de los republicanos y abertzales que lucharon contra el fascismo olvidaremos nuestra propia memoria».
No faltó la participación de agrupaciones locales, con la txalaparta de Maizorri y el aurresku de Urki, así como los bertsos de Punttuka. La Banda Republicana, formada por músicos y coristas al mando de Joxemari Oiartzabal, interpretaron seis piezas: 'La Internacional', 'Eusko gudariak', 'A las barricadas', 'Justizia denontzat', 'Ekaitza' y 'Len amar lagun giñan etxian'. Por segundo año, el grupo Sebastopol acompañó el pequeño concierto con sus bailes.
Tras la finalización, pudieron observarse las fotografías de la época de la Guerra Civil y el franquismo y disfrutar de un almuerzo en hermandad.
Visitas guiadas y libro
Por otro lado, como adelantó Lurdes Arteaga en su discurso, la asociación llevará a cabo dos visitas guiadas durante las próximas semanas. Aunque no revelaron detalles sobre las posibles fechas, sí que explicaron que se tratará, por un lado, de una salida desde Goikoplaza hasta el monumento 'Al alba', y en el monte Buruntza, por otro. Oroituz Andoainen lleva ocho años realizando estas visitas con alumnos de la ESO de los centros escolares, y esta vez quisieron abrirlos al público.
Además, han editado tanto en euskera como en castellano 'La cruz franquista de los caídos por Dios y por España de Buruntza', un libro que recoge la investigación realizada por la asociación acerca de la cruz que se erigía en su cima y la memoria histórica de Andoain, así como ofrece reflexiones sobre qué hacer con ella. Sus miembros ofrecerán más información próximamente sobre cómo conseguir un ejemplar.