«Sólo entendería la subida del 18% si el dinero fuera para mejorar la situación de los polideportivos»

La posición general es clara. Sorpresa por un incremento del 18%, enfado porque se haya producido sin ningún tipo de información previa y sin ninguna explicación de las razones. «Me parece fatal la subida de precios. Pero es aún peor que lo hayan hecho sin avisar. Porque no dijeron nada hasta que la gente empezó a protestar», recordaba Antonia Felipe cuando salía ayer del polideportivo Azken Portu. Ella, como tantos otros abonados, se enteró de la subida al ver el cargo del banco. «En su momento se habló de un 5%, no de casi un 20%». Con resignación asume el incremento de coste «porque no hay otras opciones. No me voy a dar de baja, pero me da mucha rabia, y he puesto por escrito la queja correspondiente, por supuesto».

José Luis Castro también es abonado y, en su caso, asiduo de Artaleku. «La semana pasada aquí no se hablaba de otra cosa. La gente estaba sorprendida y un poco mosqueada la verdad. Una subida del 18% de golpe y porrazo es mucho, me parece a mí. Con lo que está subiendo la vida, si te dicen que suben un 6% hasta lo entiendes, pero un 18%... No sé, me parece excesivo, más aún tratándose de un servicio municipal».

Su mujer recibió en el correo las nuevas tarifas remitidas por la adjudicataria del servicio municipal, BPXport, «pero antes había llegado el cargo del banco». No sabía el porqué de la subida «porque tampoco se explicaba en ese correo». El motivo le suscitó de inmediato una pregunta. «¿Esto ha pasado en los polideportivos de todos los municipios? Es que si es una sentencia entiendo que no estará pasando sólo en Irun, ¿no? De todas formas», criticaba, «no entiendo que no hayan podido evitar subir un 18% de golpe, que no hayan podido hacer algo escalonado, hacer alguna bonificación... Parece un poco como si hubieran buscado la solución más sencilla que es que los usuarios paguemos y ya está».

En el malestar general que ha causado el inesperado incremento del 18% ha habido también muchas personas que han valorado que la tarifas «siguen sin ser excesivas» y que aún «es más barato que otras opciones» para prácticar deporte regularmente en unas instalaciones adecuadas.

Sin embargo, esto último, el estado en el que se encuentran los continentes y el contenido de los polideportivos municipales, está jugando un papel en la reacción de usuarios y usuarias ante la subida.

Merche y Manoli salían juntas de un cursillo en Azken Portu y prácticamente a la misma hora lo hacían Carmen y Pili de Artaleku. Aunque estaban separadas por kilómetro y medio de distancia, hablaban prácticamente en los mismos términos. «Si viéramos que ese dinero se invierte en mejoras, pues me parecería bien», decía Merche. Refiriéndose a Azken Portu aseguraba que «limpio está, pero el mantenimiento, el material... Eso no está nada bien». Manoli valoraba que un 18% «es mucho». Y no sólo es el coste de la cuota trimestral, sino que «a eso hay que sumarle el precio de las clases, que tampoco son baratas. Si juntas todo, el precio es caro para ser un polideportivo municipal»

En Artaleku, Pili reconocía que «ni me había enterado de la subida. Me enteré aquí, en clase, porque la semana pasada lo comentaba todo el mundo». «Y todos con lo mismo», añadía Carmen. «Nadie sabía por qué, pero coincidíamos en que si esto servía para solucionar las deficiencias, que son muchas, empezando por la limpieza, pues adelante. Pero parece que no es para que vaya a haber mejoras, ¿no? Simplemente pagaremos más y esto seguirá igual de mal. Pues es bastante injusto, la verdad».