Irun
«Piensas que ir al mundial ya es increíble, pero una vez allí no te conformas, quieres más»La irundarra Nerea García ha disputado su primer mundial absoluto de sprint en Milán donde se coló en la final B del K1 200
La cantera de piragüistas locales parece inagotable. Nerea García, que desde hace años venía despuntando en categoría junior y sub 23, ha dado este año ... un paso de gigante. Con 24 años, en su primera temporada en categoría absoluta, no sólo ha logrado un billete para el Mundial Absoluto de Sprint, sino que una vez en Milán, donde se ha disputado la cita con los mejores palistas del mundo, se ha colado en la final B del K1 200. Aunque ella cree que «podría haber sido mejor, porque la verdad es que no han sido mis mejores regatas del verano», el decimoséptimo puesto del mundo es más que meritorio.
Como tantas irundarras, Nerea García se subió a una piragua en el embarcadero de Santiagotarrak «siendo muy txiki, en un cursillo. Me gustó y seguí en alevín, en infantil... Para divertirme nada más, porque competíamos y la verdad es que yo no destacaba». Fue en edad junior cuando se dio un cambio. «Entre los 16 y los 18, estando en Bachillerato, empecé a hacer podios en pruebas importantes. Me llamaron para la selección y fui a un mundial y un europeo junior». Seguía entrenando en su club y las convocatorias con la federación era para unas semanas. «Con 18, al pasar a senior, me ofrecieron ir a Sevilla, al Centro de Alto Rendimiento. Me daban una beca para vivir allí y lo aproveché. Me matriculé en Biología y así estuve cinco años, siempre yendo a los mundiales y europeos sub 23». Su mejor resultado fue un segundo puesto mundial en K2 200, aunque ella destaca la experiencia en el K4 500, «que es distancia olímpica. Con esa embarcación, el año pasado, nos metimos en los Juegos Europeos senior y en el europeo senior donde hicimos cuartas. En una distancia olímpica en año olímpico. Pero éramos la segunda embarcación española y nos quedamos sin poder ir a los Juegos».
Llegar por insistencia
EN LA ÉLITE MUNDIAL«No fueron mis mejores regatas, pero a competir contra gente de ese nivel también se aprende»FUTURO INMEDIATO«Aún es pronto para saber si seguiré en el equipo nacional, pero haber estado en el mundial ayudará»
Superar el límite de los 23 años de edad te lleva a una parte más estrecha del embudo, porque ya no pugnas sólo con tu generación, sino con todas las anteriores. «Lo que tenía como sub 23 se acabó y a principio de esta temporada, cuando se hizo el selectivo, me quede sin plaza en el equipo nacional». No fue una decepción lo bastante grande como para pararla. «No. Volví a casa y seguí entrenando en el club. En verano se volvieron a abrir los procesos y pude volver a entrenar con el equipo nacional hasta que llegó el Campeonato de España. Hice segunda en el K1 200 y la primera renunció a su plaza porque ya estaba en una embarcación en distancia olímpica, así que volví a entrar». Consiguió meterse en el mundial «que es algo dificílisimo, las plazas son muy limitadas y hay mucha gente buscándolas. Nunca lo había conseguido. Y si entrar es difícil, competir allí... Están las mejores del mundo, gente que ha ido a olimpiadas, que gana medallas mundiales».
Pese al altísimo nivel, superó la preliminar con cierto margen para entrar en semifinales. «Ninguna de esas dos fueron mis mejores regatas, pero es que a competir en un mundial, con tanta gente de ese nivel tan alto, también se aprende. Hay que saber gestionar lo que estás viviendo. Esta experiencia me prepara mucho mejor para la siguiente».
Con todo, aunque no logró meterse en la gran final, sí clasificó para la final B. «Esa me salió algo mejor, me sentí mejor, pero no me quedé contenta con el octavo puesto, creo que podría haber mejorado algunas posiciones». La realidad es que firmó una experiencia de debut, en embarcación individual, además, más que notable. «Estoy satisfecha. Era mi primer mundial y sólo poder ir ya me parecía increíble, pero una vez allí, no te conformas, quieres más».
Esta semana ha estado descansando del intensísimo verano. El trabajo de cada día es el que le permitió, primero, volver al equipo nacional y, después, ir a Milán para competir con la élite del mundo. «Ahora la verdad es que no sé muy bien qué vendrá. Los equipos nacionales están sin decidir. Me gustaría estar de nuevo allí y seguir peleando por estar en competiciones internacionales».
Aún es pronto para saber si podrá, pero el 17º puesto en un mundial absoluto le pone en buena posición de salida. En el horizonte está intentar meterse en alguna embarcación de distancia olímpica con la vista puesta en Los Juegos de Los Ángeles de 2028. «Todos los que estamos en esto buscamos eso, pero si no puede ser, y sigo estando en el equipo nacional, en distancias no olímpicas, pero yendo a mundiales y europeos tampoco me voy a quejar. Y hasta los Juegos queda mucho que entrenar y competir».
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