El joven de 18 años fallecido en Irun estaba probando la moto de un amigo

El joven motorista irundarra de 18 años, X. B., fallecido este domingo por la noche en un siniestro ocurrido en Irun, en el camino de Plaiaundi, había obtenido recientemente el carné A2 que permite conducir motos de gran cilindrada como la Yamaha MT-07 con la que circulaba, que un amigo le había prestado, según explican a este periódico allegados que le conocían y que destacaban su pasión por el mundo del motor. El siniestro tuvo lugar a las 23.45 horas del domingo en el camino que va de la calle Plaiaundi al paseo Pierre Loti, cerca del parque ecológico y el joven, según fuentes policiales, se salió de la vía e impactó con la moto contra un árbol, lo que le provocó la muerte prácticamente en el acto.

Según fuentes municipales, la Policía Municipal se encontraba de ronda de vigilancia por la zona cuando a esa hora encontró tendido en la vía el cuerpo del joven y la moto siniestrada cerca de él. Aunque trataron de reanimarlo y solicitaron la presencia de los servicios médicos de forma urgente, no pudieron hacer nada por salvar su vida.

Según fuentes consultadas, el joven estaría probando la moto, una Yamaha MT07 de gran cilindrada y propiedad de un amigo, y habría perdido el control por causas que se desconocen impactando en esa recta de la vía contra un árbol. El chico, irundarra de 18 años, tenía el permiso para conducir motocicletas.

La calle Plaiaundi no se encuentra lejos del Paseo Colón de Irun, está cerca del instituto de FP del mismo nombre y conecta con el parque ecológico de Plaiaundi.

En lo que llevamos de año hasta siete personas han perdido la vida en accidentes de tráfico en nuestras carreteras. La primera víctima mortal del año en las carreteras guipuzcoanas fue Joana de Almeida, de 18 años, que residía en el domicilio familiar del barrio de Rekalde de Lezo, cuando la víspera del día de Reyes fue atropellada en la subida al alto de Gaintxurizketa. El accidente se produjo a las 8.00 horas de la mañana del 5 de enero en el kilómetro 7 de la GI-636, cuando la joven fue embestida por un turismo que circulaba sentido Irun y quedó tendida en la calzada inconsciente. Murió dos días después en el Hospital Donostia.

Posteriormente, del 25 al 26 de febrero, se produjo en la N-I un accidente en el que fallecieron tres personas. La colisión segó la vida de Mariam Arratibel, de 34 años y natural de Ataun aunque vivía en Lazkao, Edin Rodolfo Barrionuevo, ecuatoriano de 42 años que residía desde hace años en Beasain, y Rober Ricardo Alarcón, de 31 años y vecino de Ordizia.

El pasado 17 de marzo, un donostiarra de 51 años, Gorka Alzaga, murió en un accidente de moto en la GI-20, en el entorno de Garbera. Y el último accidente mortal, también de un motorista, sucedió el 30 de marzo en San Sebastián. Pablo Alcorta, de 19 años, falleció en el Alto de Miracruz cuando, al parecer, acudía a trabajar al Puerto de Pasaia tras haber dejado a su hermano menor en un colegio cercano de la zona

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