El Bidasoa-Irun cierra los amistosos de enero contra el Logroño en Lezo

El Bidasoa-Irun pondrá punto y final esta tarde al largo parón provocado por las navidades y el Mundial de balonmano que se está disputando en Alemania y Dinamarca. Lo hará jugando un nuevo amistoso, el que le enfrentará en el polideportivo Bekoerrota de Lezo al Balonmano Logroño La Rioja a partir de las siete. Después tocará un día de descanso y el comienzo de la primera semana de competición después de más de un mes. Y es que hay que recordar que el último encuentro oficial disputado por los irundarras fue el de Copa del Rey contra el Atlético Valladolid en Artaleku del pasado 22 de diciembre.

Una vez finalizadas las vacaciones de Navidad, la plantilla volvió al trabajo con las pilas cargadas y dispuesta a afrontar un importante mes de preparación de cara a la segunda vuelta. Hasta hoy, los de Irun han jugado tres partidos en los que han vuelto a demostrar que siguen en un gran estado de forma.

Consiguieron imponerse sin problemas al Sinfín en el polideportivo Ipurua de Eibar (27-23), luego superaron las semifinales del torneo internacional de Grenoble al ganarle al Istres, de la primera división francesa, 22-32, y cayeron por un solo gol en la final contra el Metalurg macedonio, un equipo que esta temporada ha disputado la Champions League, 32-31.

Para cerrar la nómina de amistosos, los hombres de Jacobo Cuétara se medirán al Logroño esta tarde en Lezo. Otro partido de gran nivel para ultimar la puesta a punto. Los riojanos, que son quintos en la clasificación de la Liga Asobal con solo un punto menos que los bidasotarras, ganaron en Artaleku en el duelo de la primera vuelta del campeonato liguero por dos, 30-32.

En el partido de esta tarde volverán a jugar los hermanos Salinas, Rodrigo y Esteban, que ya están a las órdenes de Jacobo Cuétara tras disputar el Mundial.

El que no jugará en Lezo esta tarde será Adrián Crowley, que el jueves fue intervenido de la luxación de su hombro izquierdo que sufrió en el entrenamiento del pasado 11 de enero. La operación se llevó a cabo en la Policlínica Gipuzkoa por los doctores Ricardo Cuéllar y Adrián Cuéllar y no hubo ninguna complicación en la misma.

Una vez intervenido, el extremo irundarra deberá estar en torno a los tres meses de baja antes de volver a los entrenamientos, aunque como siempre sucede con cualquier tipo de lesión, los plazos dependerán de la evolución del jugador. Es decir, se pierde casi toda la segunda vuelta.

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