Aparatoso rescate de un submarinista en el puerto refugio de Hondarribia
Al rescatado se le practicaron maniobras de reanimación cardiopulmonar antes de ser trasladado a un centro hospitalario
El exterior del puerto de Hondarribia es una zona de buceo habitual para los submarinistas de la zona. Aunque rocosa, es escogida por muchos para sumergirse varios metros y disfrutar de las profundidades del mar. Como cada día, la presencia de submarinistas cerca de las rocas no reclamaba la atención de los viandantes que pasaban por el puerto refugio. La mañana transcurríacon normalidad, pero pasadas las 13.00 horas el trasiego de ambulancias y vehículos policiales alertó a los paseantes que se encontraban en el lugar. Muchos se asomaron al sector de rocas y descubrieron que varios sanitarios, posados en ellas, atendían a una persona que acababa de salir del agua. Según fuentes de los bomberos, se trataba de «un buzo que tuvo algún problema durante su inmersión». La sorpresa de los presentes llegó cuando vieron aparecer dos camiones de bomberos: una autobomba y una autoescala equipada con una escalera de más de 30 metros, procedentes del Parque de Bomberos del Bidasoa.
Dos vehículos de los bomberos del Bidasoa acudieron al lugar para evacuar al buzo
La complejidad para acceder a la superficie rocosa explica el despliegue. Desde el Servicio de Bomberos de Gipuzkoa explican que los dos vehículos desplazados se utilizaron para realizar «el traslado del submarinista a la ambulancia». Un equipo de sanitarios pudo acceder hasta donde se encontraba el buceador para atenderlo, pero ante la imposibilidad de transportarlo al lugar donde aguardaba el vehículo medicalizado, tuvieron que solicitar la ayuda de los bomberos.
De difícil acceso
«No podían llevarlo a la ambulancia, así que tuvimos que desplazar una autobomba y una autoescala de más de 30 metros para trasladar al submarinista al vehículo médico. Seis bomberos participaron en la operación», detallan desde el cuerpo de bomberos. Las mismas fuentes indican que el buzo se sumergió «con botella», pero tuvo «problemas con el regulador».
En la operación de rescate participaron seis bomberos, sanitarios y agentes de la policía
Esta situación hizo que el submarinista saliera a superficie «enseguida», algo que puede provocar problemas con la descompresión. Estas lesiones se deben a la rápida disminución de la presión, lo que puede causar que el nitrógeno disuelto en el cuerpo forme burbujas, obstruyendo vasos sanguíneos y causando daños en tejidos y nervios. «Los buceadores tienen una hoja de tiempos para actuar dependiendo de la profundidad a la que descienden y evitar problemas de descompresión», señalan las mimas fuentes.
Tras ser rescatado, al afectado se le realizaron maniobras de reanimación cardiopulmonar (RCP), según informó la Ertzaintza. Posteriormente, el submarinista tuvo que ser trasladado en ambulancia a un centro hospitalario. Este tipo de rescates, aseguran desde el servicio foral de Bomberos, «se incrementan en época de verano».