Unidos por un lenguaje universal

La actuación de ayer llegó a través de la red de acogida a la población refugiada en Oñati. En la localidad del Alto Deba se puso en marcha un centro de acogida para solicitantes de asilo, y mientras la burocracia hace su camino, Etoile Magik se ha propuesto llevar su música a toda Euskadi. «He estado en Legazpi, en Zaldibar, voy a Bilbao, a Donosti...», explica. «Es la primera vez que vengo a Eibar. Es un pueblo grande, más que Oñati», sonreía antes de su actuación.

Las condiciones en las que él, como tantos otros africanos, llegó a Europa le dejaron huella, y por eso se propuso mostrar su empatía con quienes le dieron acogida, aprendiendo una canción tan emblemática como 'Txoria txori'. «¿Conocéis esta canción de Mikel Laboa?», preguntó antes de arrancarse con su versión, con voz y la percusión africana del djembe. La conexión con Euskadi siguió con un tema que ha compuesto en agradecimiento a los apoyos recibidos, y su acento no le impide entonar una y otra vez con ganas un 'eskerrik asko, eskerrik asko', a ritmo de fiesta.

Etoile Magik explicó a los pequeños que las fiestas navideñas invitan a todo el mundo a bailar en África y así lo quiso mostrar. «¿Sabéis de dónde viene?», preguntaban las profesoras. El músico recordó a los pequeños que África es un continente con muchos países distintos, y él llega desde el oeste. «Está al lado de Liberia, Guinea, Malí...», indicó.

Con unos meritorios conocimientos de castellano y euskera, Etoile Magik se encargó de poner cara a tantos jóvenes que buscan un futuro mejor, y lo hizo con un idioma universal. Una vez más la música fue el vehículo para conectar personas.