Eibar
El partido contra el Pau muestra la necesidad de mantener la columna vertebral del cuadro armeroEl equipo armero, Albacete y Córdoba, los únicos que tendrán tres encuentros fuera del fin se semana
La SD Eibar sigue carburando su motor de cara a la nueva temporada, y lo hace con pruebas, rotaciones y señales a tener en cuenta. ... El segundo test de pretemporada, un empate sin goles ante el Pau FC francés en la recién estrenada Ciudad Deportiva armera, dejó claro que el equipo de Beñat San José tiene una base sólida..., pero también puntos flacos que podrían tornarse críticos si tienen lugar dos salidas que sobrevuelan como una nube pesada, como son las de Cristian y Sergio Álvarez.
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Ambos futbolistas, pretendidos por Las Palmas y el Sporting respectivamente, se antojan fundamentales para el equilibrio del conjunto armero. Su actuación ante el Pau no solo reafirmó su peso en el esquema, sino que evidenció lo vulnerable que podría quedar el equipo si finalmente hacen las maletas.
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Interés El Eibar trata de retener a Cristian y Sergio Alvarez, dos jugadores fundamentales en el equilibrio del conjunto armero.
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Bajas Alkain, Mada y Bautista siguen rewcuperándose de sus lesiones y Martón, Buta, Jair Amador cogen forma.
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Delantero por la izquierda Tanto en el encuentro contra el Racing y contra el Pau se aprecia la falta de un delantero ofensivo por banda izquierda, un puesto que quedó vacío por la marcha de Antonio Puertas al Albacete.
Este empate ante un conjunto de Ligue 2 francés, con mayor rodaje físico, debe entenderse como lo que es: un ensayo. Pero también como una advertencia. Sin Cristian, la defensa pierde jerarquía y salida limpia. Sin Sergio, el medio campo se queda sin brújula. Ambos son piezas difíciles de sustituir, y su posible marcha obligaría al club a moverse con rapidez y tino en el mercado.
Aún quedan semanas para ajustar, fichar o retener. Pero si algo ha demostrado este segundo amistoso es que Eibar necesita conservar su columna vertebral para aspirar a lo que realmente quiere: volver a ser protagonista. Cristian y Sergio no son solo dos nombres más. Son cimientos. Y sin cimientos,el equipo se debilita. En la grada, varios nombres importantes seguían al margen por lesión o falta de ritmo: Mada, Alkain, Bautista, Aleix, Martón o Buta. Su regreso será clave, pero incluso con todos ellos, si se van Cristian y Sergio abrirían dos agujeros difíciles de tapar en la estructura del equipo. Junto a ello, no jugaron Bautista y Martón, dos referencias en ataque importantes que llevan a que el Eibar siga sin poder marcar en estos dos partidos. Jugó Ekaitz, del filial, que volvió a gozar de una oportunidad clara, pero Beñat San José llegó a probar, incluso, a Magunazelaia en un tiempo como punta arriba por la falta de aquellos efectivos.
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Un aspecto que llama la atención también es la ausencia de un delantero ofensivo por la banda izquierda. Las funciones en esta demarcación eran cumplidas por Antonio Puertas, pero este jugador decidió marchar al Albacete. El próximo fichaje del Eibar, a buen seguro, ocupará esta demarcación.
El partido, dividido en cuatro tiempos de 30 minutos, tuvo ritmo creciente, momentos de buen juego, pero mostró carencias. En el tercer tramo del encuentro, con ambos en el campo, el Eibar ganó consistencia. Cristian reforzó el eje de la zaga con presencia y criterio en la salida, mientras que Sergio aportó oficio, colocación y pausa en la medular. Con ellos, el equipo encontró equilibrio, empujó al rival y generó sus mejores minutos, incluido el asedio final tras la expulsión de Karamako. Llorente rozó el gol, Aldai y Arana amenazaron por arriba, pero el tanto no llegó.
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Antes de eso, en los primeros dos tiempos se había visto un Eibar voluntarioso pero más liviano. Olaetxea y Nolaskoain se adueñaron del centro del campo, Corpas y Arrillaga fueron incisivos por bandas, y Magunazelaia estuvo cerca de abrir el marcador. Sin embargo, la falta de claridad ofensiva y ciertos desajustes defensivos permitieron al Pau estirarse y obligar a los locales a apretar los dientes. Este empate ante un conjunto de Ligue 2 con mayor rodaje físico debe entenderse como lo que es: un ensayo. Pero también como una advertencia. Sin Cristian, la defensa pierde jerarquía y salida limpia. Sin Sergio, el medio campo se queda sin una brújula más.
Ambos son piezas que no abundan, y su posible marcha obligaría al club a moverse con rapidez y tino en el mercado. Aún quedan semanas para ajustar, fichar o retener. Pero si algo ha demostrado este segundo amistoso es que Eibar necesita conservar su columna vertebral para aspirar a lo que realmente quiere: volver a ser protagonista. Cristian y Sergio no son solo dos nombres más. Son cimientos.
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