Eibar
Un nuevo Dépor defiende RiazorEn el duelo desde la parcela técnica, Joseba Etxeberria buscará contrarrestar la estrategia del nuevo entrenador herculino Óscar Gilsanz
Como si de una partida de ajedrez se tratara, dos maestros se enfrentarán el lunes en tierras gallegas. Por un lado, el ya experimentado ... técnico del Eibar Joseba Etxeberria, aunque sin lograr desde hace varias jornadas el jaque mate que tanto se ansía. Por otro, un recién llegado Óscar Gilsanz, hombre de la casa en el Deportivo de La Coruña, que ya en la pasada jornada cumplió con creces en el aspecto estratégico. 1-5 al Cartagena, saliendo de los puestos de descenso y empatando el golaveraje hasta entonces negativo. Un cambio de rumbo que estará a prueba el lunes en Riazor, pero que da señales de buena salud.
En cambio, hay mucho que labrar de cara a este duelo en el seno azulgrana y el Eibar está teniendo tiempo de sobra para resetearse, buscar una solución y recuperar la confianza en el proyecto a través de la unidad. Quedan muchas asperezas por limar, y ya entrados de lleno en la competición, lejos quedan los argumentos de inicio de temporada. El escepticismo en la plantilla y el entrenador va ganando cada vez más voces, como ya se pudo comprobar en Ipurua el pasado sábado. Una situación que debe paliarse cuanto antes y rápido.
El resurgimiento de un Dépor sin los resultados deseados en la era Imanol Idiakez, y ahora a los mandos del exentrenador del filial Gilsanz, hace que el enfrentamiento en Riazor, ya de por sí complicado, lo sea aún más. Etxeberria y los suyos deberán encontrar la fórmula para contrarrestar la estrategia herculina, que cuenta con piezas de calidad como Yeremay, David Mella, Lucas Pérez y el exarmero Mario Soriano, que ha encontrado su sitio en el once, en un pivote con libertad de movimiento y enganche ofensivo. Y no solo eso, también la ilusión renovada de la afición más numerosa de toda la Segunda División.
El Eibar necesita ya la victoria en el hervidero que será Riazor; debe ser un paso adelante y por méritos propios. Restan seis semanas para cerrar el año y terminar con el máximo de puntos posibles es vital para mantenerse con opciones del ascenso.
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