Eibar

Medio Ambiente lleva a cabo la recogida de 800 kilos de residuos en el río Ego

De los 800 kilos de residuos recogidos, 270 correspondían a residuos de rechazo, y los 530 restantes eran desechos más voluminosos y pesados, como chatarra, ruedas, madera, plásticos rígidos, escombros e incluso elementos singulares como un carrito de la compra o la estructura de un colchón. Estos últimos fueron depositados en el Garbigune de Eibar con la colaboración de la Mancomunidad de Debabarrena.

Las zonas donde se acumuló mayor cantidad de basura fueron los tramos de Barrena-Murrategi-Azitain, donde se retiraron 500 kilos, y el de Apalategi-Maltzaga, junto al bidegorri, con 162 kilos. Además de los residuos ya mencionados, se recogieron numerosos envases, plásticos, textiles y toallitas que se encontraban enredados entre las ramas y la vegetación de las márgenes del río.

La presidenta del área de Medio Ambiente, Eva Juez, destacó que toda la recogida se efectuó de forma manual, prestando especial atención para no dañar la fauna ni la vegetación. Subrayó que los residuos recogidos son materiales sólidos de origen humano que han acabado en el cauce del río, bien por vertidos directos o por arrastre desde otras zonas urbanas.

El alcalde Jon Iraola también valoró la campaña como una acción que trasciende la mera limpieza puntual, destacando que «refleja el compromiso del Ayuntamiento con un modelo de ciudad más sostenible y con la protección del entorno natural». Añadió que «Eibar, como municipio industrial y urbano, mantiene una estrecha relación con sus cauces fluviales, y cada residuo retirado representa una oportunidad para recuperar patrimonio natural y avanzar hacia una mejor calidad ambiental».

Desde el inicio del tramo urbano en Ermua hasta su desembocadura en Maltzaga, el río Ego ha sufrido importantes modificaciones estructurales. Discurre en gran parte encauzado, cubierto o bordeado por muros verticales, lo que ha provocado la degradación de sus riberas y una menor capacidad natural para autolimpiar sus aguas. También los cursos bajos de los arroyos que desembocan en el Ego se encuentran cubiertos y atraviesan zonas densamente urbanizadas.

La acumulación de residuos, especialmente plásticos y textiles, es un problema recurrente, agravado por el mal estado de la red de saneamiento, que contribuye a la contaminación orgánica del río.

En los tramos descubiertos, donde no existen escolleras ni canalizaciones rígidas, los residuos quedan atrapados en la vegetación y resultan más visibles, lo que obliga a realizar limpiezas periódicas para su retirada.

Esta limpieza anual comenzó en 2022, año en el que se recogieron 3.005 kilos de residuos. En 2023 se retiraron 220 kilos y en 2024, antes de esta campaña de junio, se habían recogido ya 392 kilos. La campaña cuenta con el apoyo económico del Departamento de Sostenibilidad de la Diputación Foral de Gipuzkoa.

Eva Juez recordó que esta acción también contribuye a reducir la cantidad de residuos que llegan al mar. «Se estima que el 80 % de los residuos marinos proviene de tierra firme y, en gran medida, esto se debe a una falta de concienciación que genera vertidos incontrolados que terminan en los ríos y, posteriormente, en los océanos», explicó.

La iniciativa pone en evidencia la necesidad de fomentar la educación ambiental y la implicación ciudadana para lograr un entorno más limpio.

El Ayuntamiento de Eibar, con esta actuación, no solo mejora la calidad ecológica de sus ríos y arroyos, sino que refuerza su apuesta por una ciudad más comprometida con la sostenibilidad y el cuidado del patrimonio natural compartido.