La misa más multitudinaria del año en la ermita de Urbia

Si cualquier día del año es una excelente ocasión para desplazarse hasta las campas de Urbia, hacerlo en la jornada de mañana tiene una excusa añadida: la celebración de la fiesta de San Ignacio, que como cada 31 de julio son numerosos los fieles que acuden hasta la ermita Andra Mari, para asistir a la misa más multitudinaria del año.

Esta popular ermita fue edificada en el año 1924, por el arquitecto azkoitiarra Marcelo Guibert. Está presidida por una talla de madera que donó el escultor zumaiarra Julio de Beobide. También el pintor eibarrés Ignacio de Zuloaga regaló un óleo de la Dolorosa, que actualmente se conserva en el Santuario de Arantzazu.

Pasear por las campas de Urbia es un regalo para los sentidos. Además de su impresionante belleza paisajística, escuchar el constante tintineo de los cencerros del ganado pastando, sentir el azote del fresco viento en el rostro, y respirar el característico olor campestre, es toda una sensación.