1991, año clave para el despertar de Urretxu tras un largo parón urbanístico
FCO. JAVIER AGUADO GOÑI
Urretxu.
Viernes, 31 de diciembre 2021, 00:15
Que el tiempo no se detiene lo sabemos todos, pero que transcurre implacablemente, a veces, se nos olvida. Y si no síganme hasta el ... final del artículo para recordar eventos que se produjeron en los primeros balbuceos de la democracia, tras un largo periodo en el que el urbanismo de Urretxu había permanecido trasnochado y obsoleto sin avances durante 22 largos años. Tal vez por eso los cambios y mejoras fueron llegando y el año de 1991 resultó contundente.
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En diciembre de 1990 se concedía la licencia de ocupación a las primeras 76 viviendas del grupo residencial Madaya que resurgía sobre el solar que anteriormente había ocupado una empresa del mismo nombre, dedicada a la manufactura de Accesorios de Automovilismo y Aviación y dedicándose a la mecanización y transformación de piezas dentro del sector del acero. Su desaparición tuvo lugar en la década de los años 80. Fue la primera parte a la que le seguiría el resto de una amplísima promoción.
Además, el 28 de enero de 1991 se daba permiso de ocupación de 24 viviendas junto al frontón, realizadas por Goenaga. Ambos edificios compitieron en belleza exterior y en precio.
Fue el último para el salón de cine del anexo del viejo frontón Ederrena, en abierto en los años 20 y primero en la comarca
Entre el 4 y el 10 de febrero de 1991 se procedió a la demolición del caserío Erratzu-Beko para construir pabellones industriales. Un caserío que contaba con mucha solera e historia que se remontaba hasta el siglo XVI y al que se le conoció con distintos nombres: Erratzu Onuzkoa, Erdikoa, Mayor...
Gas Euskadi y Labeaga 47
Todos los que tenemos una cierta edad sabemos de aquellos camiones que pasaban por el pueblo repartiendo antracita para las cocinas de las casas, cuando no tener que ir al carbonero para alimentar la cocina que también servía de calefactor del hogar.
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Luego fueron apareciendo las cocinas de gas y supimos lo que suponía subir las bombonas a casa. Y finalmente el gas empezó a llegar a las casas también en 1991. Imagínense aquellos meses de enero y febrero lluviosos, de calles levantadas y embarradas recibiendo las acometidas del gas en las calles Labeaga y Nekolalde. Los días 12 y 14 de febrero se efectuaron las primeras pruebas del suministro de gas ciudad. Fueron los residentes del grupo Madaya los primeros en dejar y cargar con las bombonas y disfrutar del gas con solo abrir la espita en su propio domicilio. La circunstancia no tan positiva fue que la obra de conducción del gas continuó en dirección a Azkoitia y para ello se demolió la presa del antiguo molino de Lizarazu, que estaba en funcionamiento desde el siglo XVI.
Otro inmueble centenario sería demolido entre el 4 y el 9 de marzo de 1991. Estaba en el 47 de la calle Labeaga y era propiedad de la familia Usabiaga. Edificio centenario que presentaba un estado de deterioro notable.
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Nuevo puente y derribos
La desaparición del ferrocarril del Urola y los derribos de los terrenos linderos de ribera hicieron posible iniciativas como la de abrir un nuevo paso sobre el Urola entre Urretxu y Zumarraga. Los jardines tras la Casa Itarte dieron pie a la realización de un puente cuyas obras arrancaron en el mes de marzo de 1991. De las circunstancias ya dimos cuenta este año en crónica pasada. Para septiembre ya se podía pasar si te dejaban.
Las obras de pabellones industriales seguían su curso y en esta ocasión era derribado el caserío Txakolin mediante camión grúa. Para ello, previamente fue necesario la salida y acomodo de los propietarios en diversas casas del pueblo hasta que se finalizasen las nuevas villas que en la zona les fueron construidas en aquellas laderas del monte. Otro caserío de los históricos que caía derribado. Tuvo varios nombres: Erratzu txiki, Menor o Erratzu de allá. A partir del siglo XIX perdió el nombre de Erratzu recibiendo Txakolin.
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Otra zona que en plena ribera del Urola sufrió gran transformación fue Areizaga con Kalebarren. Con fecha del 24 de abril de 1991 la empresa Lur Arri derribaba el grupo de casas entre el matadero hasta el Tiffany's. Tres días después, ya derribada toda la línea, se procedió al desescombro. Lugar emblemático para gran parte de los y las vecinas en relación a la histórica discoteca, y es que cuando los bares cerraban siempre quedaba este último recurso.
También el 20 de abril fueron derribados una villa y el edificio que albergó el cuartel de la Guardia Civil para proceder a la construcción de nuevas viviendas al pie de la calle Labeaga, que en un futuro próximo verían nuevas intervenciones urbanísticas con el derribo entre otros de la Iglesia de La Milagrosa. Aquel día la calle Labeaga fue cerrada al tráfico rodado. Los edificios habían sido propiedad de la familia Alcorta, y ya estaba deshabitado y su derribo supuso para muchos vecinos una carrusel de emociones.
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Salón de cine
Este sí que dio pena. Con el derribo ese año del cine de Urretxu ubicado en el anexo del viejo frontón Ederrena se cerró para sus vecinos un lugar que podemos calificar de histórico. Los previos al derribo tuvieron lugar entre el 17 y el 21 de junio y el momento para la historia fue ese mismo día 21 pocos minutos antes del mediodía. Apagón cultural y desaparición del que por años había sido el primer cine en la comarca, que inició su andadura allá por los años 20. Una vez más se producía lo que ha venido siendo una costumbre en Urretxu: perder servicios que otros sí sabían gestionar en detrimento del desarrollo del más pequeño. En aquel escenario se pudieron ver las películas y a los protagonistas de la época como Charlon Heston o Gary Cooper.
Mugitegi
Las autoridades de la época habían iniciado una reconversión en la que se habilitaron espacios nuevos para la industria, sacando del casco urbano a gran parte de ella y ofreciéndoles mejores infraestructuras. Mugitegi ya había arrancado con una primera fase que supuso todo un éxito y este 1991 en octubre la secretaría del constructor de la segunda fase entregaba las llaves a los nuevos propietarios. A falta de algunos detalles, el entonces diputado general Galdos junto con las autoridades locales visitaron el nuevo polígono tan esperado. Eso sí, sin las pintadas en contra del diputado que se habían realizado el día anterior a su visita.
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Finalizamos aquí este repaso que ya en el año 91 fue posible gracias a la colaboración del Koldo Argandoña.
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