«El Vasco-Navarro fue más que un tren para los oñatiarras»

– Ha despedido 2023 con una intensa agenda que ha devuelto a la actualidad los años en los que Oñati vivió a ritmo de tren. ¿Qué valoración hace de los actos organizados?

– La valoración es positiva, a los diferentes actos organizados han asistido bastantes personas y se ha visto que es un tema que interesa a los txantxikus y en la comarca. También he notado en primera persona que el tren sigue de actualidad, ya que hoy en día cuando camino por la calle, a veces, la gente me para y me cuenta cosas acerca del Vasco-Navarro. Me hace mucha ilusión y espero que la gente me siga parando, ya que me encanta escuchar las historias del tren y también escuchar a la gente mayor.

– La exposición del centenario de la llegada del tren instalada en la Oficina de Turismo se mantendrá abierta también este mes a propuesta de los colegios para visitas escolares. ¿Es una buena noticia, no?

– Es una señal de que el tema es interesante y que 'a su manera' el Vasco-Navarro sigue estando de actualidad. Además, que la exposición esté abierta más tiempo para los estudiantes está bien, ya que pronto se encontraran en la tesitura de tener que moverse en el deficitario transporte público comarcal (para ocio, ir a estudiar a MU o Miguel Altuna, a trabajar...) y vivirán en primera persona, la situación actual de la red de transporte público en la comarca. Debagoiena lleva arrastrando un problema (transbordos, falta de puntualidad en los horarios, falta de seriedad...) desde que se clausuró el Vasco-Navarro un ya lejano 31 de diciembre de 1967. Suele decirse que la historia si no se repite, rima, y en este caso esta frase viene muy bien para definir la situación.

– En su trabajo de fin de carrera 'La historia inacabada del Ferrocarril Vasco-Navarro: un tren que no debió cerrarse' lanza una clara apuesta de futuro basada en la construcción de un tranvía comarcal, un proyecto que despertó mucha ilusión, pero que al final cayó en el olvido.

– Era parte de mi trabajo hacer una hipótesis de futuro en cuanto al transporte comarcal se refería, y opté por recuperar una idea que hace unos años se escuchó bastante en la comarca; unir mediante un tranvía los pueblos de Debagoiena. Por varios motivos, en mi humilde opinión, lo veo bastante inviable, pero oye nunca se sabe.

– ¿Desde cuando su fascinación por el tren? En una de las tertulias señaló que hay muchos 'frikis' del Vasco-Navarro...

– El cariño que le tengo al Vasco-Navarro se debe a que cuando era niño jugaba mucho por la zona de la locomotora, y gracias a eso, aunque no viví el periodo activo del ferrocarril, guardo un gran recuerdo. Cosas de la infancia. No creo que la palabra que defina mi relación con el tren sea fascinación, pero sí es un modo de transporte que siempre me ha gustado muchísimo. Filosofando un poco, me parece que da mucha rienda suelta a la imaginación y por eso muchísimos libros y películas tienen como tema principal algo relacionado con el ferrocarril. Además tiene un detalle que a mí siempre me ha llamado la atención, que es la distribución de los asientos. A diferencia del autobús o del avión, cuando viajas en tren, por la forma que están repartidos los asientos, tienes la oportunidad de ver la cara de enfrente y así, por ejemplo, poder entablar una charla con un desconocido o hablar de cosas banales. Aunque hoy en día como vamos las 24 horas del día mirando la pantalla del móvil, que se dé este caso es difícil y en cuanto a crear relaciones sociales se refiere, prácticamente es lo mismo viajar en autobús, metro, ferrocarril o avión.

– ¿Cuáles son las directrices o ejes principales del trabajo que ha alumbrado?

– El principal eje argumentativo es que la orden del cierre fue un error, ya que el año de su clausura, en 1967, tuvo el mayor volumen de pasajeros de su historia. Esto unido a que, con los números en la mano, tuvo un brevísimo tiempo de vida (44 años en Oñati) y que tardaron casi 40 años en edificar todo el recorrido son los ejes principales del trabajo. Es en vano imaginar qué hubiese pasado si no se hubiese mandado a cerrar el tren, pero vista la situación actual, no hay que ser adivino, para ver que todos viviríamos mejor en Oñati y en la comarca con un ferrocarril.

– ¿Qué aspectos le han sorprendido o llamado más la atención en la investigación realizada?

– Que los que no vivimos las épocas del tren no tenemos apenas idea de la historia del Vasco-Navarro y de lo que supuso para nuestros padres, abuelos o tatarabuelos. Ha habido un problema de transmisión, ya que fue mucho más que esa vieja locomotora que esta aparcada al lado de la estación de Correos. Otra cosa que me ha llamado la atención es con qué cariño me habla la gente del tren. Gracias a él, se les abrió una amalgama de oportunidades que antes no tenían: vender sus productos fuera, ir en transporte público a trabajar, estudiar, a visitar a la novia, de romería a otros pueblos... cosas que hoy vemos como normales, tuvieron su inicio con la implantación del tren. Esto me da a entender que el Vasco-Navarro era más que un ferrocarril para los oñatiarras. También destacaría el bello paisaje del recorrido del tren, en nuestra comarca atravesaba montes y áreas rurales de enorme belleza, como las estaciones que daban servicio.

– El estado de la 'chocolatera', la locomotora de homenaje que se instaló en la estación es lamentable. ¿Qué respuesta recibió del Ayuntamiento a su petición de adecentarla? ¿Cómo cree que debería preservarse y visibilizarse?

– Sí, el estado es lamentable, y esto a mi parecer, es indicativo de cómo cuidamos nuestro patrimonio: mal. Ejemplo de ello es que todavía en la comarca no se haya inaugurado un museo dedicado a la industria, que es uno de nuestros grandes patrimonios, ya que no se pueden entender la actual Debagoiena y Oñati sin la industria. Es una pena, pero esa es la realidad. Del Ayuntamiento recibí la respuesta de que se intentará arreglar pronto y espero que cumplan su palabra ya que la memoria del Vasco-Navarro no puede estar rota, manchada y oxidada como está la 'chocolatera'. No es lo que merece, por todo lo que aportó el ferrocarril a Oñati y a la comarca. En mi opinión, una vez llevada a cabo la remodelación el aérea, se debería completar con fotos y textos que expliquen la historia del ferrocarril y meterla en el circuito turístico-cultural de Oñati.

– En su opinión, ¿cuáles fueron los motivos de la clausura del tren?

– El mismo por el cual se inauguró: el progreso. Lo que hoy es moderno y 'cool', mañana está obsoleto, y al Vasco-Navarro le sucedió eso. En la década de los sesenta del siglo pasado se asociaba la figura del automóvil con la modernidad. Se vendió el cuento de que con un coche en propiedad se solucionarían muchos problemas de movilidad, pero el tiempo ha puesto a cada uno en su lugar y hoy en día tenemos la situación que tenemos, por culpa de esa mentalidad. Desde los despachos de Madrid se argumentó que el tren era deficitario, y era verdad pero lo fue durante muchos años. Al Vasco-Navarro, en las décadas posteriores a la Guerra Civil, no se le inyectaron todos los fondos que necesitaba la infraestructura para una modernización acorde a la sociedad a la que prestaba servicios. Y eso al final también pasó factura.