Oñati
El conflicto de la limpieza viaria sigue enquistado en la ampliación de personalLa huelga indefinida se está empezando a sentir en las calles, pero hay una línea roja en la que ninguna de las dos partes parece dispuesta a ceder
Concentraciones, reparto de panfletos, pancartas, megafonía... la huelga indefinida de los trabajadores de la limpieza viaria se siente cada vez más en las calles, ... pero no avanza en los despachos. Este lunes hubo una nueva reunión para buscar soluciones al conflicto, pero no hubo fumata blanca.
La línea roja que enfrenta a ambas partes: la ampliación de personal, sigue marcando un conflicto que quedó minimizado en las fiestas patronales al tener que cumplirse el cien por cien de los servicios mínimos, algo que enervó a los huelguistas. Desde hace una semana la reducción afecta al 25%, pero no se han dado grandes avances en la resolución de la huelga.
La mesa de negociación retomó contactos el viernes y decidió crear un grupo de trabajo específico para definir el calendario laboral de 2026, pero las diferencias sobre la ampliación de plantilla siguen sin resolverse y las y los barrenderos consideran este punto «clave» para mejorar sus condiciones laborales. Defienden que las carencias más graves son «estructurales» y además de medios, hace falta ampliar el equipo humano, es decir «más personal» y este lunes volvieron a refrendarse en ello.
Al gobierno municipal, por su parte, «le cuesta entender» la decisión del personal de la limpieza viaria de iniciar y mantener una huelga indefinida. Según han señalado en una nota «Desde el principio ha habido voluntad de negociar. Se les ha explicado que con la plantilla actual es posible garantizar sus demandas relacionadas con el calendario».
Propuesta del Ayuntamiento
Desde el consistorio aseguran que les «hemos presentado una propuesta de calendario que contempla un máximo de 218 jornadas laborales y 1.592 horas anuales». Este planteamiento incorpora, en palabras del Ejecutivo local, «las demandas de los barrenderos en materia de descansos y permisos, como la posibilidad de disfrutar de días libres en fines de semana, compensados con jornadas más largas». Asimismo, se propone «reforzar la plantilla con cuatro peones-conductores, el doble de los actuales».
Pese a los avances, persiste el desacuerdo en torno a la contratación de dos nuevos operarios, punto en el que el Gobierno municipal mantiene su negativa. Señala que «las contrataciones deben enmarcarse en la organización general del servicio y de la estructura municipal», por lo que considera necesario «realizar primero todos los estudios pertinentes, no solo del área de limpieza, sino del resto de departamentos». En este sentido, ha insistido en que el análisis organizativo realizado hace unos meses «no detectó la necesidad de ampliar la plantilla».
Al respecto de las negociaciones, destacan que, con el objeto de avanzar, «el Consistorio ha planteado dos compromisos adicionales: llevar a cabo un análisis externo del servicio una vez se implemente el nuevo calendario, y establecer reuniones cada dos meses entre representantes sindicales, técnicos municipales y responsables políticos para hacer seguimiento y abordar posibles incidencias.
Por otro lado, el gobierno municipal ha querido responder al uso de términos como «esclavitud» o «condiciones precarias» aparecidos en pancartas y carteles durante la protesta. Defiende que el personal municipal «dispone de condiciones laborales dignas, alejadas de tales calificativos», y reclama «un uso responsable del lenguaje por respeto a todas las personas trabajadoras».
Además, recuerda que el servicio de limpieza viaria fue municipalizado hace nueve años, «lo que ha supuesto, entre otras cosas, mejoras en las condiciones laborales del personal».
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