Oñati
50 años ayudando a los enfermos a LourdesMikel Korkostegi ha sido reconocido por su labor en las peregrinaciones, un voluntariado que ha labrado también en otros ámbitos sociales
El voluntariado social se nutre del esfuerzo altruista de personas que dedican parte de su tiempo libre a mejorar o hacer más agradable la ... vida de otras. La mayoría de las ocasiones su labor pasa desapercibida, porque suelen estar alejados de los focos. Es el caso de Mikel Korkostegi, que el sábado pasado recibió la medalla de oro de la Hospitalidad de Lourdes por haber hecho 50 peregrinaciones ayudando a los enfermos.
Cincuenta años de entrega que la víspera de Corpus fueron reconocidos por el obispo de San Sebastián, Fernando Prado, durante la misa celebrada en el Santuario francés.
La celebración del día de Gipuzkoa en la gruta fue la excusa perfecta para mostrar a Korkostegi y a otros dos voluntarios (la eibarresa Ane Alberdi y el donostiarra Carlos Martínez), el reconocimiento por su dedicación a los discapacitados.
Una distinción que Mikel recibió entre emocionado y agradecido, y que ha querido dedicar a los enfermos que ha acompañado a lo largo de cinco décadas.
«Es una experiencia profunda y enriquecedora. Compartir, aprender, disfrutar y ayudar, te carga las pilas, y por eso volveré siempre que la salud y el cuerpo me lo permitan. Suelen ser unos días muy intensos. Desde que nos levantamos estamos al servicio de los enfermos, no solo en los desplazamientos, también en las tareas cotidianas (vestirse, comer, lavarse, acostarse...). Les ayudamos y hacemos compañía, son vivencias que te hacen apreciar lo que tienes y empatizar con el prójimo» explica.
Su ligazón con la hospitalidad de Lourdes se inició por su amistad con José Ignacio Balzategi 'Balma' (que recibió el mismo reconocimiento en 2015). Este le animó a echarle una mano y la espiritualidad de aquel viaje le llenó tanto, que desde entonces solo ha falllado en muy contadas ocasiones.
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«Al principio íbamos en tren de Irun a Lourdes» rememora mientras muestra dos fotografías en blanco y negro de 1972 y 1973 que ilustran esta información. En la primera, un jovencísimo Korkostegi posa feliz en un vagón del tren junto a Begoña Anakabe, Josefina Urzelai y Maria Antonia Maiztegi. En la segunda, comparte instantánea con Luis Arregi, Conchita Elorza, Eli Etxeberria, José Ignacio Balzategi, María Angeles Aranburu y Arantxa Olalde.
No tiene reparos en confesar que no sabía cuantos años llevaba yendo a Lourdes, y que cuando se lo comunicaron, fue una sorpresa y también una alegría. «No es un reconocimiento que vayas buscando, pero ha sido bonito recibirlo» relata.
La pena es que al coincidir este año la peregrinación diocesana con el fin de semana de Corpus, la delegación oñatiarra ha sido mucho menor que en otras ediciones, pero el cariño de enfermos y voluntarios le ha llegado igual. Él mismo acortó su estancia «que pagamos de nuestro bolsillo» aclara, y regresó el sábado por la noche porque el domingo salía en la procesión.
Fundador de Beharzana
Y aunque Mikel sea noticia por la medalla recibida en Lourdes, se ha labrado una trayectoria como voluntario en distintos ámbitos sociales del municipio. Fue uno de los fundadores de Beharzana, creando talleres para integración laboral de discapacitados, colaboró en el Txolarte que organizaba actividades de tiempo libre, y también en las acampadas en Urbia y Degurixa. Lo dicho, un ejemplo de compromiso social, reconocido en la gruta de la virgen de Lourdes.
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