Un desprendimiento en un túnel de la AP-1 deja tres heridos tras colisionar varios vehículos

Alrededor de las tres y media de la tarde, los conductores que circulaban por el interior del túnel de Lesarri vieron sorprendidos cómo del techo de la infraestructura comenzaban a caer algunos cascotes sobre el asfalto. Y algunos no precisamente pequeños. Por suerte, los de mayor tamaño no cayeron sobre ningún vehículo, pero sí obligaron al conductor del primer coche a tener que frenar bruscamente su marcha para evitar el impacto con el resto, provocando una colisión por alcance de tres vehículos que dejó como resultado tres heridos leves por contusiones que precisaron de asistencia sanitaria en el lugar.

Hasta la zona se acercaron agentes de la Ertzaintza que procedieron a cortar la circulación en sentido Vitoria-Gasteiz para evitar males mayores, lo que provocó importantes retenciones en la zona durante tres horas. Quienes en ese momento se desplazaban en dirección a la capital alavesa tuvieron que salir de la autopista en Eibar para luego dirigirse hacia Bergara por la GI-627 y, finalmente, reincorporarse a la AP-1 en esta segunda localidad.

Mientras tanto, los técnicos de Bidegi se personaron en el túnel para empezar a inspeccionar el lugar y realizar una valoración de los daños. También se trasladó a la zona la maquinaria necesaria para limpiar la carretera e iniciar los trabajos de reparación de la cubierta donde se produjo el desprendimiento.

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Según informó la sociedad guipuzcoana de infraestructuras viarias, hasta que esos trabajos de limpieza y reparación finalicen, en principio este próximo lunes, el tráfico será redirigido por un bypass en el túnel contiguo en dirección Maltzaga, con un carril habilitado para cada sentido.

Es de esperar por tanto que a lo largo del día de hoy como durante todo el fin de semana la circulación por la zona se vea afectada por el cierre del túnel, por lo que en la medida de lo posible se recomienda utilizar itinerarios alternativos.

Este suceso en el túnel de Lesarri no es nuevo. Esta misma infraestructura se vio afectada por otro incidente similar hace ocho años, en 2014, cuando un desprendimiento de tierra provocó la caída de unos cinco metros de la estructura que recubre el paso subterráneo sin que el material desprendido alcanzara entonces a ningún vehículo, por lo que no hubo que lamentar heridos.

La Ertzaintza, como hizo este jueves, habilitó un bypass en el otro ramal de la AP-1, el que discurre en sentido a Eibar, para facilitar el paso en las dos direcciones y evitar así el túnel de Lesarri.

Desgraciadamente estos derrumbes en túneles son más habituales de lo que puede parecer. Y en Gipuzkoa hay varios ejemplos en los últimos años. En 2019 el viento provocó el desprendimiento de la tela asfáltica del techo del túnel de Eugi, situado en la carretera N-138. Dicho incidente se produjo solamente en uno de los lados del túnel, por lo que únicamente fue necesario el cierre de uno de los carriles, mientras que se habilitó el paso alternativo para los dos sentidos por el otro.

Un año antes la caída de un fragmento de la cubierta del túnel de Belabieta, mientras se realizaban los trabajos de reparación del desprendimiento producido días antes, obligó a cortar la circulación en la A-15, en sentido Pamplona.

Este túnel, el más largo del tramo guipuzcoano de la A-15, fue sometido a obras de renovación en 2021 durante casi un año, lo que supuso una inversión de 16,5 millones. Se reforzó la cubierta, se mejoró el revestimiento y se modernizaron las instalaciones.

En 2017 otro desprendimiento de un trozo del techo del túnel de la carretera entre Zarautz y Getaria (N-634) provocó importantes retenciones de tráfico, aunque afortunadamente no hubo que lamentar heridos. Un año antes, un camión impactó contra un recubrimiento abombado en el interior del túnel de San Antón, en la A-15, provocando un desprendimiento e importantes retenciones.

Y en 2014 se produjo un desprendimiento de tierra y barro en el túnel de Almandoz, en la carretera N-121-A, Pamplona-Behobia, causando daños a un camión cuyo conductor resultó ileso.