El número de quemaduras determina el cáncer de piel
Los niños de hoy tienen menos posibilidades de sufrir un melanoma, ya que sus padres están más concienciados
F. APEZTEGUIA
Sábado, 11 de octubre 2008, 03:52
Publicidad
La piel tiene una alta capacidad de regeneración. Uno puede quemarse al sol una y otra vez, que vuelve a brotar para defender al cuerpo de las enfermedades. Sin embargo, el castigo al que se le somete con una actitud tan descuidada no puede mantenerse un verano tras otro, porque el escudo natural del cuerpo acaba por venirse abajo. Se quema. Ese es el origen del melanoma. «Hay un anuncio en Estados Unidos, muy impactante, en el que se mezclan las imágenes de un niño en la playa sin protección solar con las de un cáncer de piel», explica la dermatóloga Nerea Landa. «De repente, una voz en 'off' dice: 'entre este niño y este tumor han transcurrido veinte quemaduras'...».
El melanoma no es una cuestión de otoño o verano. No se produce un cáncer de piel por una sola vez que uno se despelleje al sol. El problema es la continuidad, según dicen los especialistas, que no ven en esta época más daños tumorales que en primavera. Hace falta insistir un año tras otro, tarde a tarde tostándose al sol, para que las células de la piel degeneren hasta el punto de convertirse en un cáncer.
La mayoría de los tumores de este tipo se ven, de hecho, en personas de mediana edad. Hombres y mujeres de 40 a 50 años que -motivos estéticos aparte- creyeron que los rayos solares eran como la purga de Benito, el remedio para todos los males. Una de las creencias más generalizadas entre la población es, por ejemplo, que tomar el sol es bueno para los huesos porque estimula la producción de vitamina D, que calcifica los huesos. Es cierto, pero basta con salir a la calle uno o dos minutos al día para absorber la vitamina necesaria.
Embadurnados
La prevención frente a los tumores de piel debe realizarse todo el año. Normalmente se hace y cada vez más. Los niños y adolescentes se protegen mucho más frente a este problema, porque sus padres están más concienciados. Las quemaduras les han acostumbrado a ir a la playa embadurnados con cremas protectoras. Una loción de factor 30 es suficiente. Garantiza una protección del 80%. A partir de ahí, el beneficio que se consigue es mínimo. El factor 50 sólo protege un 2% más.
Publicidad
«Lo que es importante es ser generoso con la crema, darse una buena capa, quedarse incluso un poco blanco». Los expertos dicen que vale más gastar en una buena crema protectora que en un 'aftersun', que viene a hacer el efecto de un calmante, una crema hidratante. Si el daño está hecho, no es reparadora. «Una quemadura de un día -insiste la experta- no es nada. Un cigarro no produce un cáncer de pulmón».
El melanoma tiene, sin embargo, algo positivo: «Puede verse. Si nos vigilamos los bultitos que nos van saliendo en la piel, podemos controlarlo desde que es un bebé. Los que se lo descubren en el primer año se salvan el 100%».
Suscríbete los 2 primeros meses gratis
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión