Los vecinos de Amara reciclan en dos meses 38 toneladas de materia orgánica vegetal

DV. Las 1.500 familias del barrio de Amara que se apuntaron voluntariamente a la experiencia piloto de separar su materia orgánica para generar compost han depositado en dos meses 37 toneladas de restos vegetales. Lo que supondrá obtener unas 7 toneladas de compost, puesto que por cada kilo de restos depositados se logra unos 200 gramos de compost. El resultado ha sido «un éxito» porque los residuos tenían un 99% de pureza y han generado un abono de gran calidad, según señalaron en rueda de prensa el concejal delegado de Medio Ambiente, Denis Itxaso, y el diputado foral para el Desarrollo Sostenible, Carlos Ormazabal.

El barrio donostiarra participa junto a Zarautz, Zumaia, Aretxabaleta, Azkoitia y Azpeitia en la primera iniciativa puesta en marcha en Gipuzkoa para reciclar la materia orgánica y logra que ésta no sólo no vaya a vertedero sino que se logre ponerla en valor para su reutilización en jardinería. El funcionamiento de la compostadora de Lapatx (Azpeitia) a partir del mes de mayo permitió el arranque en junio de la recogida selectiva de la materia orgánica. En Amara se realizaron varias campañas para dar a conocer la iniciativa: se apuntaron unas 2.700 familias, pero sólo 1.459 recogieron el necesario kit con el envase para depositar en casa los residuos, las bolsas biodegradables y la llave con la que se abrirían los contenedores marrones dispuestos en la calle.

Esto supone que unos 3.939 amaratarras -el 15,87% de los 24.805 residentes- se han implicado efectivamente en la experiencia. Itxaso se mostró seguro de que con la normalización de la vida cotidiana que se produce tras las vacaciones de verano habrá nuevas familias, de entre las que se apuntaron inicialmente, que llegarán a recoger el material y se implicarán con la separación de la materia orgánica. El objetivo es que en 2009 participen el 20% de los vecinos de Amara. En la primera fase -hasta el próximo enero- sólo se admiten los restos vegetales no cocinados, además de pan, corchos, posos de café, cáscaras de huevo y peladuras de patata. En enero comenzará la segunda fase en la que también se podrá depositar carne, pescado y, en general, todo resto orgánico, esté cocinado o no.

Los 19.040 kg de materia orgánica recogidos en Amara en julio y los 17.540 kg en agosto ofrecen una cantidad de 154 gramos por persona y día, el 70% del nivel que se propone alcanzar. Itxaso se mostró seguro de llegar a los 220 gramos por persona y día a lo largo del otoño y, sobre todo, cuando comience la segunda fase y las familias puedan depositar también los restos cocinados.

Restos cocinados

Hasta la fecha, la materia orgánica recogida está teniendo unos niveles de pureza del 99% y la excepción se produce con la introducción de alguna bolsa de plástico en los contenedores. Tres días a la semana los depósitos son vaciados para el traslado de los residuos a Lapatx, donde el diputado foral reconoció que se está obteniendo un compost de calidad. Además de Amara, la experiencia está funcionando en Azpeitia y Azkoitia , acaba de arrancar en Aretxabaleta y se iniciará la semana que viene en Zarautz y Zumaia.

Ormazabal señaló que habrá que esperar a la segunda fase para ver qué calidad de compost se obtiene y compararlo con el logrado ahora con los restos vegetales no cocinados. Afirmó que en 2016 está previsto que funcionen cuatro compostadoras en todo Gipuzkoa para tratar unas 60.000 toneladas anuales de materia orgánica.

Esta fracción de la bolsa de basura -en su mayor parte compuesta por agua- supone el 42% de todos los residuos urbanos, con lo que una solución efectiva para su reciclaje solucionaría en buena parte el problema de las basuras en Gipuzkoa. Itxaso reiteró el compromiso del Ayuntamiento donostiarra por hacer del compostaje el «eje central» del tratamiento de los residuos, lo que implica poner todos los medios para la sensibilización de la población y mostrar la plena disposición del Ayuntamiento para utilizar en la jardinería el compost generado.