El plan para el aeropuerto apuesta por coordinar la oferta de vuelos con Biarritz

SAN SEBASTIÁN.DV. ¿Complementarios o enemigos? La sociedad Or-tzibia para la promoción del aeropuerto de Hondarribia tiene claro que la cercanía y competencia del aeródromo de Biarritz sólo puede entenderse en clave de oportunidad. Así se desprende del borrador del plan estratégico que ha elaborado la empresa Zabir, por encargo de la citada entidad, en el que se dibujan los escenarios de futuro de la pista guipuzcoana, inmersa en pleno debate sobre su ampliación.

El documento no es vinculante para las próximas decisiones que se tomen desde las instituciones implicadas -Gobierno Vasco, Diputación foral, la Cámara de Gipuzkoa y los ayuntamientos de San Sebastián, Irun y Hondarribia-. Pero sí muy clarificador. Por un lado, abre nuevas vías de expansión, como la citada complementariedad con Biarritz, y, por otro, advierte de las posibles amenazas que pueden hacer mella en la creciente actividad del aeropuerto guipuzcoano, que rozó el medio millón de pasajeros el año pasado, una cifra récord dadas las limitaciones de la pista.

La llegada del tren de alta velocidad a Euskadi, prevista para el 2014, se perfila en este sentido como un claro competidor con las infraestructuras aéreas, ya que absorberá el 60% de los pasajeros que se dirijan a Madrid o Barcelona. El impacto del TAV en la oferta aeroportuaria era esperado, pues ya se ha dejado notar en otras ciudades, como Sevilla. En 1992, cuando se inauguró la línea del AVE entre la capital andaluza y Madrid, el 70% de los viajeros se decantaba por el avión, mientras que ahora sólo el 18% elige el aeropuerto para sus desplazamientos con la capital española. El 81,5% se sube a la alta velocidad.

El proyecto para acortar la pista de Hondarribia -que avanza ante la falta de acuerdo de las instituciones vascas- tampoco arroja un panorama halagüeño. El estudio en manos de Ortzibia tilda de «amenaza» la aplicación de las normas de seguridad que se traducirá en un acortamiento de la pista en 300 metros (150 metros por cada extremo). Primero, porque «afectaría a un buen número de aeronaves -que no podrían operar con las nuevas longitudes de pista- y, en consecuencia, a las alternativas de los operadores aéreos para servir los intereses de Gipuzkoa». De hecho, el informe asegura que Aviación Civil tenía pensado excluir al aeródromo de las exigencias técnicas y extender el plazo de adaptación hasta 2014, «lo que daría un margen para una decisión sostenible y consensuada sobre el futuro del aeropuerto».

Para hacer frente a la competencia del tren de alta velocidad, el documento sólo ve factibles dos escenarios: el acortamiento de la pista pero manteniendo la actividad de dos operadores (una única compañía reduciría el volumen actual de negocio) o la ampliación de la pista, con la que se ganarían 400.000 pasajeros en cuatro años y se inyectarían 500 millones de euros en el territorio.

Aviación privada

Con el debate sobre la ampliación aún sobre la mesa, el plan estratégico de Ortzibia plantea varias estrategias de aplicación inmediata, que permitan salvar las carencias de las instalaciones actuales. La coordinación con el aeropuerto vecino de Biarritz se presenta como la opción más cercana. El documento considera necesaria una coordinación horaria para mejorar las conexiones de largo alcance desde Hondarribia y Biarritz, así como una oferta conjunta para completar los vuelos desde Gipuzkoa.

También se apuesta por el desarrollo de la aviación privada, en propiedad o a través de aerotaxis, una fórmula de transporte cada vez más solicitada, especialmente, por los empresarios. El plan propone asimismo la creación de un aeroclub, la posibilidad de habilitar un hangar de mantenimiento para las aeronaves privadas y el establecimiento de diversas escuelas de formación de aviación deportiva y recreativa.