Un informe técnico pide proteger 20 edificios industriales anteriores a 1965
El trabajo realizado en el marco de la revisión del Plan de Protección plantea catalogar inmuebles como el de Coca-Cola, Oasa y Rich
IGNACIO VILLAMERIEL
Miércoles, 31 de mayo 2017, 07:20
Un informe técnico encargado por el gobierno municipal en el marco de la revisión del Plan Especial de Protección del Patrimonio Urbanístico y Construido (Peppuc) propone la catalogación de una veintena de inmuebles industriales diseminados por diferentes zonas de la ciudad
La investigación, llevada a cabo por las arquitectas Teresa Meana y María Senderos, pretende esclarecer el verdadero valor de edificios que, por su antigüedad, «ya pueden ser juzgados de una manera relativamente objetiva en términos cualitativos, cuantitativos y representativos». El fin es proteger «en su justa medida» aquellas cualidades que puedan ser significativas por su excelencia y que supongan una aportación al legado patrimonial.
Poca gente calificaría quizá a Donostia como una ciudad industrial, sin embargo, dentro del término municipal de San Sebastián sí que se conservan diversos inmuebles industriales. Los edificios que se analizan en este informe técnico son importantes «por su interés patrimonial», pero en algunos casos también por ser «los últimos vestigios de una zona industrial cuyo carácter se está perdiendo», argumentan las autoras del informe.
Zonas industriales en Donostia
Un ejemplo es el barrio de Añorga, que concentra edificios de «gran importancia» como la fábrica de Coca-Cola, Cementos Rezola y Oasa. Otro ejemplo se da en el Infierno, donde «se agrupan edificaciones en un estado bastante deteriorado y en desuso». Por ello, de este conjunto se ha seleccionado exclusivamente el edificio de Plásticas Oramil. Ibaeta es otro de los barrios con edificios industriales a preservar, si bien su datación es más cercana. El único que se ha seleccionado en el informe es la Unión Farmacéutica del arquitecto Luis Peña Ganchegui, de 1973.
En el informe también se investigan ciertas áreas con pasado industrial que en la actualidad se han consolidado como zonas residenciales. La zona del Muelle, por ejemplo, «posee una serie de edificios que conforman este paisaje característico». No obstante, en el dossier se selecciona exclusivamente el edificio portuario llamado Portaaviones, cuya calidad arquitectónica viene reflejada en el registro de la Fundación Docomomo Ibérico.
«El barrio de Martutene, sostienen las arquitectas, posee un interesante edificio que antiguamente fue Club Náutico y Astillero». Además, otro bloque en buen estado y de atractiva factura es la fábrica Vascaltex. También son objeto de estudio los núcleos formados por la agrupación de Mundaiz y la Calle Jai alai, si bien se incluyen únicamente el edificio de Florencio Mocoroa de Mundaiz 16, correspondiente a la primera zona, y la antigua sede de Fundiciones Jareño, de Jai Alai.
En Bidebieta, se localiza el almacén de sal de Mocoroa, y el edificio de Kontadores. Siguiendo hacia el este, en Alza, se sitúa un «conjunto armónico de edificios» formado por Metalúrgicas Terán, Avesa y Rich. Aunque también se ha valorado el pabellón industrial de Txingurrienea 13.
Continuando por la calle Herrera, según el recorrido que propone el informe, se encuentra «otro foco de edificaciones fabriles», el conformado por el edificio de Oxigraf y el pabellón de Comercial Ibérica de Pescados. Finalmente, en el camino de Molinao se halla el edificio de oficinas de la antigua fábrica Luzuriaga, el antiguo matadero, y el pequeño edificio de Harinas de pescado Alfa.
Por su parte, el exconcejal de Urbanismo y hoy edil de EH Bildu, Ricardo Burutaran, se felicitó de que el gobierno municipal atendiera «nuestra propuesta» de realizar un estudio de los edificios industriales, ante la carencia de protección a este tipo de inmuebles en el Peppuc. Su grupo político en el consistorio detectó una «insuficiencia de análisis» sobre dichos inmuebles y EH Bildu considera que algunos de ellos deberían ser protegidos «sin ninguna duda».