Andoni Ortuzar: «En Euskadi no habrá bloqueo porque no tenemos que romper ningún tabú de pactos»

Recién aterrizado de la convención demócrata en EE UU, Andoni Ortuzar no acusa 'jet lag' y se muestra fresco para unas elecciones vascas a las que el PNV va a dedicar toda su atención. Certeza frente a incertidumbre, y cultura de pacto frente a inestabilidad, lanza como primeros mensajes de campaña.

-25-S. Ya hay fecha. ¿Es la mejor para el PNV?

-Es la mejor para el país. Para nosotros hubiera sido mejor octubre, nos hubiera dado tiempo a culminar elementos de venta de nuestra acción de gobierno. Pero el lehendakari ha tomado la decisión en base a dos criterios buenos para el país. Uno tiene que ver con los tiempos para la gestión, porque octubre es un poco tarde a efectos de formar gobierno y presentar presupuestos. Y el segundo, es la falta de certezas de hacia dónde va el escenario español y que eso contamine nuestro proceso.

-Se presenta un futuro parlamentario abierto...(interrumpe)

-Abierto, como siempre.

-Con nuevas fuerzas.

-Sí, pero no es novedad. Esto no nos obliga a cambiar el paso ni a hacer el pino puente político. Abierto ha sido toda la vida. Las nuevas fuerzas incorporan un nuevo mensaje.

-¿Qué fotografía previa hace del futuro Parlamento?

-Creo que la gente va a optar por consolidar y mejorar las expectativas de futuro que tiene. Y hoy en día la garantía, la certeza en este país, se llama PNV. Lo demás es desconocido, una incertidumbre. Lo estamos viendo en el panorama español.

-¿Me está dando ya su mensaje de campaña?

-(ríe)

-Por esa razón, porque los partidos que operan en el Congreso, incluido el PNV, son los mismos que operarán en el Parlamento Vasco, ¿por qué se muestran tan convencidos de que en Euskadi no habrá bloqueo, aunque los números del 25-S sean enrevesados?

-Porque no tenemos que romper ningún tabú. En Euskadi, y es un mérito de todos, hay una asunción de que lo lógico es que haya gobiernos. Y si no hay mayorías absolutas, tiene que haber una base colaborativa. Esa cultura está interiorizada en todas las casas. Y la ciudadanía penalizaría que no se hiciera. No como en Madrid.

-¿Será momento de coaliciones para garantizar la estabilidad?

-Bueno, hemos gobernado con 27 y el Gobierno ha sido estable. Veremos en qué disposición están el resto de fuerzas y sobre todo los resultados. En esta legislatura, el Gobierno ha estado muy poquitas veces contra las cuerdas parlamentarias. Que yo recuerde, quitando la Ley de Vivienda, y alguna otra cosa más.

-Los primeros presupuestos.

-Sí, pero eso estaba cantado. Pero tres meses después llegamos a un pacto. Quitando aquel inicio en el que todo el mundo tiene que mostrar sus pinturas de guerra, luego parlamentariamente el Gobierno ha sabido hacerse con mayorías suficientes para casi todo.

-¿Van a ser claros en campaña sobre con quién pactarían si las urnas les colocan en primer lugar?

-Somos de hablar con todo el mundo, pero hay que ver los números.

-¿Dependerá solo de los números?

-Fundamentalmente.

-¿Así que se ve pactando una estabilidad con EH Bildu o Podemos, con quienes mejor darían los números?

-Vamos a hablar con todos, porque una cosa es lo que uno quiere y otra lo que los otros le dejan. Creo que Podemos no nos va a dar ni la más mínima opción.

-Pero le pregunto por su posición, ¿el PNV estaría dispuesto?

-Hay dos cosas diferentes que siempre las hemos juntado, pero que en el nuevo panorama, ya sin violencia, no tenemos que hacerlo obligatoriamente. Una cosa es la gobernabilidad, el día a día, y otra los grandes acuerdos de país. Para la gobernabilidad se necesitan 38, y coherencia. Pero los grandes acuerdos de país sobre modelo socioeconómico, paz y autogobierno necesitan más de 38, y ahí no renunciamos a entendernos con nadie, no hace falta que estén los socios potenciales. Yo diferenciaría, y creo que en Euskadi esta legislatura vamos a ver que hay dos ámbitos.

-¿Así que ve compatible pactar por ejemplo con el PSE la gobernabilidad -ya comparten diputaciones y ayuntamientos- y un acuerdo por el derecho a decidir con EH Bildu y Podemos?

-Vamos a ver los números para la gobernabilidad. Y para lo otro me veo en un acuerdo con los socialistas, la izquierda abertzale y Podemos sobre el nuevo estatus.

-¿Y solo con EH Bildu y Podemos? Se ha hablado de coalición por el derecho a decidir.

-Eso no es una coalición. Es una adhesión a una idea.

-Es un bloque soberanista.

-Cuando hablamos de bloques aparece el fantasma de la imposición a quienes no están. Y además, yo no creo que Podemos tenga el mismo sentir que nosotros o la izquierda abertzale sobre el derecho a decidir. Si profundizamos, su derecho a decidir va a ser mucho más corto. Pero está bien que se formulen mínimos comunes denominadores, y aspiro a que el PSE entre también en él.

-¿Debe gobernar por derecho la fuerza que resulte más votada?

-En Euskadi ya hemos visto qué pasa cuando se violentan las cosas. El gobierno de Patxi López nos demostró lo que no hay que hacer, lo que no es natural. Entiendo que es difícil no ir a la analogía con lo que sucede en Madrid. Pero es que hay diferencias entre Euskadi y Madrid, y sobre todo muchísimas entre el PNV y el PP. El PP ha hecho tierra quemada estos años, no ha hablado con nadie y ahora es incapaz de generar la mínima empatía para que le dejen gobernar. Luego, uno puede ser más o menos crítico con el bloqueo de Ciudadanos y PSOE, porque parece que ese bloqueo nos lleva a una situación peor, las terceras elecciones, pero el PP tiene pecado original.

-¿Ustedes no tienen esos 'enemigos'?

-Hombre, nosotros hemos pactado con todo el arco parlamentario vasco. No tenemos oxidada la capacidad de diálogo y acuerdo.

-¿Sitúa ahora a Podemos como su principal rival para la campaña?

-Va a ser el rival público, mediático, pero nuestro auténtico reto es movilizar e ilusionar a una parte de la ciudadanía que está desencantada con la política, y que necesitamos que se incorpore a las votaciones, lógicamente al lado del PNV, para lograr un resultado nítido. Necesitamos una mayoría nítida. Ése es nuestro reto, no Podemos. Porque además no tenemos electorado fronterizo, y la longitud de onda de nuestro discurso es diferente. Nosotros somos garantía de orden y de lo conseguido, y ellos son una incógnita.

-¿Va a exprimir ese mensaje?

-Es que no nos dicen muy bien lo que quieren.

-¿Cuál sería un buen resultado para el PNV?

-Ganar en los tres territorios con solvencia.

-¿Mantener la representación?

-Eso no sería un buen resultado, sería casi un milagro. Hay que repartir con uno más...

Hormigón armado

-¿Va a paralizar la campaña vasca cualquier movimiento del PNV para la gobernabilidad en Madrid?

-No. Lo que va a paralizar al PNV es la falta de movilidad de los partidos españoles. No veo pinta de que esto evolucione bien en el corto plazo.

-¿Es pesimista?

-Sí, porque todo lo que ha pasado desde el 26 de junio va en la mala dirección. He hablado con todos los interlocutores y les veo con los pies metidos en hormigón armado, sin posibilidad de moverse. Por eso la decisión del lehendakari ha sido la correcta. No podemos estar al albur de lo que decidan unos señores que de momento han decidido no hacer nada.

-¿No les ha notado un atisbo para el desbloqueo?

-Iglesias tenía una bala en la recámara: ponerle las cosas fáciles al PSOE para una alternativa de izquierdas. Pero ya se ha desmarcado utilizando una mentira, que es decir que los nacionalistas no estamos en esa opción cuando ni siquiera ha hablado con nosotros de ella. Ha vuelto a demostrar que lo único que le importa es pelear por la supremacía de la izquierda, y ponerle al PSOE en una situación de incomodidad.

-¿Pero cree que le convienen unas terceras elecciones?

-No. Él no quiere. Probablemente nadie quiere y quien menos incómodo estaría es Rajoy. Por eso tendríamos que ser un poco listos. Pero Iglesias quiere poner al PSOE en el disparadero. Y el PSOE está deshojando la margarita: sabe que no puede ir a unas terceras, y que si se abstiene a Sánchez le va a pasar factura interna. C's sabe que lo lógico es dar el 'sí'.

-¿Y qué pasará al final?

-Que habrá un sí de Ciudadanos y una abstención del PSOE. Es lo lógico. Y eso no empañaría nada al PSOE para ser oposición. Luego el PP va a tenerse que buscar la vida todas las semanas.

-¿Entonces no es tan pesimista?

-Pero hará falta mucho tiempo. Es una especie de vaticinio-deseo.

-¿Y el PNV qué papel está dispuesto a jugar? Esa idea de la abstención mancomunada que usted mismo lanzó...

-Cada vez que hablamos con la óptica vasca de qué sería razonable, en Madrid lo manipulan y nos cogen como pim-pam-pum de sus peleas. El PNV ya no vuelve a hacer nada (sube el tono). Callado. El PNV mira a Euskadi. Se acabó.

-¿Ya no abre la puerta de la abstención, si el PSOE se lo pide?

-No. Estoy bastante defraudado con el PSOE español. ¿Así que ahora somos afines ideológicos del PP cuando tenemos acuerdos de gobierno en Euskadi? Hace falta tener cara dura. El PSOE que se saque sus castañas del fuego él solito. Nuestra mirada viene a Euskadi, y que los españoles se las compongan como quieran.

-Su 'no' es inamovible.

-Sí.

-¿Ha hablado con Rajoy para esta nueva ronda?

-Sí, hablé el otro día con él, pero no hay cita. Hablar no es pactar.

-¿Entendería que Rajoy no se sometiera al pleno de investidura?

-En esta lógica perversa, para que Rajoy pueda ser elegido va a tener que pasar por las horcas caudinas de un debate de investidura en el que le van a zumbar.

-¿A la primera no va a salir?

-No.

-Pero tiene que someterse.

-No tiene más remedio si no quiere terceras elecciones. El PSOE necesita un relato, una escenificación que le permita girar a la abstención.

-¿El PNV preferiría que se intentara una alternativa?

-Es que es imposible. Es lo triste, que son incapaces de crearla.