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Un enredo que ha durado dos décadas

Un enredo que ha durado dos décadas

Gipuzkoa comenzó a plantear la necesidad de una incineradora hace ya 20 años, pero una sucesión de desencuentros, pleitos judiciales y cambios de gobierno han demorado el inicio de las obras hasta este 2017

ARANTXA ALDAZ

Miércoles, 10 de mayo 2017, 12:45

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La gestión de las basuras en Gipuzkoa ejemplifica cómo un problema puede discurrir por una senda de idas y venidas políticas interminable. Fue ya hace 20 años, en tiempos de Román Sudupe (PNV) como diputado general de Gipuzkoa, cuando se empezó a hablar de la necesidad de construir una incineradora en el territorio. Su sucesor al frente de la Diputación, el también jeltzale Joxe Juan González de Txabarri, continuó con los planes. Entonces se llegó a plantear la construcción de varias plantas para incinerar la basura en el territorio.

  • cRONOLOGÍA

  • El PIGRUG

  • 18/12/2008

  • Las Juntas Generales aprueban el documento de progreso, el Pigrug, que actualiza el Plan de Residuos aprobado en 2002. El plan (2008-2016) tiene rango de norma foral.

  • 17/07/2010

  • El Consejo de Administración del Consorcio de Residuos (GHK) aprueba el pliego decondiciones del concurso para laconstrucción del Centro de Residuos de Zubieta, cuya infraestructura principal será la incineradora. El precio de partida se fija en 223 millones de euros.

  • 03/02/2011

  • El Banco Europeo de Inversiones (BEI) concede un crédito 195 millones. Otros 68 millones provendrán de créditos de Banesto y La Caixa.

  • 18/02/2011

  • GHK da luz verde a la adjudicación provisional del centro de residuos de Zubieta a la unión temporal de empresas liderada por FCC, por 223 millones. El contrato incluía otros 50 millones por la explotación cinco años.

  • 18/03/2011

  • Se coloca la primera piedra de la incineradora.

  • LA LLEGADA DE EH BILDU

  • 22/05/2011

  • EH Bildu gana las elecciones forales y se alza al frente de la Diputación. También obtiene mayoría en GHK.

  • 05/06/2012

  • EH Bildu presenta su plan de residuos, que elimina la incineradora como sistema de cierre del tratamiento de la basura. En su lugar, propone infraestructuras alternativas, concretamente tres plantas de tratamiento mecánico-biológico, una de biometanización y seis de compostaje.

  • 14/11/2013

  • Tras aprobar la paralización de la incineradora, el Consorcio de Residuos de Gipuzkoa(GHK) debe indemnizar con 8.190.000 euros a las constructoras adjudicatarias. Además, debe pagar cada mes 600.000 euros a los bancos por los contratos que se firmaron para la ejecución de la obra. La legislatura 2011-2015 termina sin ninguna infraestructura del plan aprobado por EH Bildu.

  • LA LEGISLATURA ACTUAL

  • 24/05/2015

  • El PNV gana las elecciones. Forma gobierno con el PSE y reactiva el plan aprobado en 2008, el PIGRUG, que incluye la incineradora. Los dos partidos se hacen con la mayoría en GHK.

  • 28/07/2016

  • Mientras se busca una solución provisional a la basura que no se recicla -165.000 toneladas al año-, se inicia el concurso público de una nueva adjudicación de la obra de Zubieta.

  • 27/12/2016

  • GHK elige a la UTE liderada por Urbaser para la construcción de la incineradora.

  • 03/04/2017

  • GHK firma con la sociedad Ekondakin un contrato que incluye la financiación, la construcción y la explotación de la infraestructura para 32 años.

El acuerdo llegó después de ocho años de polémicas. En diciembre de 2008, ya en la primera legislatura de Markel Olano (2007-2011), las Juntas Generales de Gipuzkoa aprobaron el famoso Pigrug (Plan Integral de Gestión de Residuos Urbanos de Gipuzkoa), que incluye la incineradora de Zubieta. El documento contó con los votos a favor de PNV, EA, PSE y PP, en tanto que EB y Aralar lo rechazaron.

Se zanjaba, en teoría, el problema de qué hacer con las 165.000 toneladas de residuos no reciclables que genera Gipuzkoa al año, una vez cerrados los grandes vertederos, una solución denostada por la normativa medioambiental en materia de residuos de la UE.

2011, un año de cambios

Los responsables forales metieron el acelerador para intentar dejar atado el inicio de la construcción de la planta. En marzo de 2011 se llegó incluso a poner la primera piedra de las infraestructuras de Zubieta, en un acto simbólico en el que participaron Olano; el entonces diputado de Desarrollo Sostenible, Carlos Ormazabal; y el exalcalde de Donostia, Odón Elorza, que en su día se opuso a la planta pero terminó por avalar la instalación. La excavación de los terrenos en Zubieta había comenzado unos meses antes.

Ese año es clave en la deriva de la gestión de las basuras. Las elecciones de mayo dieron el gobierno foral a Bildu que, tras meses de mensajes inconcretos, terminó por enterrar el plan acordado en las Juntas Generales y dar un giro radical al tratamiento de las basuras. A finales de 2013, y tras decidir paralizar la incineradora adjudicada por sus antecesores en el cargo, acuerda indemnizar a las empresas adjudicatarias con más de 8 millones de euros, más las costas por los trabajos desarrollados. En total, 11 millones. Además, y también con sentencia de por medio, el Consorio de Residuos de Gipuzkoa (GHK) debe pagar 600.000 euros a los bancos con los que en su día se firmaron contratos de financiación. En paralelo, la coalición abertzale aprobó su propio plan, apoyado en el sistema puerta a puerta (PaP) para aumentar las tasas de reciclaje. En lugar de la incineradora como cierre del sistema de tratamiento de las basuras, contemplaba tres plantas de tratamiento mecánico-biológico, una de biometanización y seis de compostaje.

Sin ninguna de esas infraestructuras iniciadas al término de la legislatura, las elecciones de mayo de 2015 volvieron a sentar en el gobierno foral al PNV, esta vez con el PSE de socio. Los resultados abrían la puerta a un acuerdo sobre basuras. Lo primero que se hizo fue iniciar un nuevo concurso público para proceder a una nueva adjudicación de la obra de Zubieta. El ganador es un consorcio liderado por Urbaser, una empresa que pertenecía a ACS pero que el año pasado fue adquirida por el grupo chino CNTY, especializado en medio ambiente y gestión de residuos. El consorcio lo completan cuatro empresas guipuzcoanas: LKS, Moyua, Murias y Altuna y Uria.

La concesión a Urbaser provocó el recurso del anterior adjudicatario, FCC, pero la Justicia ha validado la segunda concesión, que este miércoles comienza a ver la luz con el inicio de las obras.

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