El grupo estudia fusiones o compras para doblar su cifra de negocio en 2020
Alex Belaustegi, CEO de Indar, señala que «lograr ser el doble de fuertes exige mayor tamaño y es difícil conseguirlo solo mediante crecimiento orgánico»
F.S.
Domingo, 7 de agosto 2016, 09:48
Indar tiene apetito, pero también es una compañía apetitosa. El año pasado facturó 156 millones de euros y en el presente ejercicio las ventas ascenderán a 166. Dispone de cuatro plantas (Beasain, Segorbe, México y Wisconsin), con un total de 850 empleados. Exporta el 90% de su producción: 65% a Europa, 22% América, 10% Asia y 3% África. Un balance espectacular para una empresa que sufrió en 2008 un incendio que calcinó parte de la fábrica de Beasain -centro neurálgico de Indar- pero que supo sobreponerse en un tiempo récord.
La compañía del Goierri dispone de músculo suficiente para salir de compras y, de hecho, ha conectado el radar a la caza de oportunidades. Su plan estratégico prevé duplicar la cifra de negocio para 2020, un salto que prácticamente le obliga a echar mano de la chequera. «Lograr ser el doble de fuertes lleva aparejado disponer de mayor tamaño y este objetivo -subraya Belaustegi- es difícil de conseguir mediante crecimiento orgánico. Por tanto, no desdeñamos compras, fusiones o alianzas». Más claro, agua. El CEO de Indar pone el ejemplo de la compra de Emerson por Nidec. «Puede llegar a ser un gigante del tamaño de ABB. Y serán nuestros competidores».
Ahora bien, los tiburones también rondan a Indar. Belaustegi reconoce que su empresa es «un plato apetecible», pero asegura que no está en venta y, por tanto, que no corre peligro su arraigo en Euskadi. «Se han acercado a nosotros -los tiburones- pero no hay ningún peligro de que seamos comidos, en todo caso seremos nosotros los que demos algún bocado», zanja el CEO.
Falta competitividad
En este cortejo de las fusiones, preguntado sobre si la compra de Gamesa por parte de Siemens supone un riesgo o una oportunidad para los suministradores vascos, se inclina por la segunda opción. Pero deja caer la siguiente coletilla. «Las pymes guipuzcoanas tienen un problema de competitividad. Indar está creciendo en proyectos internacionales con grandes empresas. Estamos teniendo una buena respuesta de nuestras industrias más cercanas, pero a veces nos cuesta encontrar aliados que nos acompañen y sean competitivos. Lo dejo ahí».
Volviendo a Gamesa-Siemens, Belaustegi alaba la fusión. «Ignacio Martín (presidente de Gamesa) ha realizado un trabajo espectacular. Su empresa, Siemens e Iberdrola han hecho una gran operación». Y lanza un guiño. «Nosotros durante un tiempo fuimos proveedores de Gamesa y nos gustaría volver a serlo. Esperamos que sea así, hay vías abiertas». A ver si el donostiarra Ignacio Martín se deja querer.